Nunca ha habido un mejor momento para sumergirse en el mundo de la cocina. Con la pandemia, los chef les echaron una mano excelente a aquellos que les gusta preparar en casa el almuerzo o la cena para sus familiares y amigos. Con la imposibilidad de ir a restaurantes, estos entraron a nuestras casas.
Al principio hubo un auge de los kits de preparación, en los que los alimentos ya nos llegaban seleccionados, picados y en las cantidades perfectas para su preparación. En algunos casos, cómo de GoXO, del chef español Dabiz Muñoz, los kits llegan como si el cliente los estuviera comiendo en el propio restaurante. Vienen acompañados de un QR donde el cliente se descarga un video del chef donde él mismo explica como tiene que terminar el plato.
Entretanto muchos chefs se dieron cuenta de que sus clientes querían cada vez más; a veces improvisar en una u otra receta, usar el arsenal que recibían directo de sus restaurantes favoritos para crear las cosas a su manera, o incluso tener alimentos de calidad — y de autor — en sus despensas para elevar el nivel de una cena “from chef to shelf”.
"¿Quién dijo que no podamos hacerlo en casa?"
En Barcelona, Disfrutar, restaurante conocido con 2 estrellas Michelin, fue uno de los que mejor entendió el zeitgeist. Junto con su restaurante hermano, Compartir, ha creado una marca exclusiva para la venta de los más diversos productos que la gente puede tener en casa, desde comidas y preparados (como los de las tartas) hasta complementos y vajillas, como cucharas de hoja de roble y platos en forma de plátano para servir distintas recetas.
Bautizada como Compartir y Disfrutar, la tienda online fue creada en noviembre de 2020 justo a tiempo de las fiestas navideñas y se ha convertido en un éxito, tanto para los gift packs como para los accesorios, ropa y otros productos de merchandising de los restaurantes. Recientemente comenzaron a vender cócteles de autor embotellados, como daiquiris de fruta de la pasión fresca y con las mejores marcas de bebidas. “Pero ¿quién dijo que no podamos hacerlo en casa?”, preguntan en una de las publicaciones de Instagram.
"Una calidad que non se encuentra en los mercados"
"La gente se dio cuenta de que puede cocinar mucho mejor en casa, y los productos que hacemos en los restaurantes pueden elevar su experiencia porque ofrecen una calidad que no se encuentra en los mercados", dice la chef Janaína Rueda, quien, junto con su marido, Jefferson Rueda, comanda A Casa do Porco, el único restaurante basileño en la lista de los 50 Best.
Además de los kits, como los de la carbonara a "prueba de errores" — como dice ella — , las ventas incluyen panes, mortadelas, salchichas, jamón y muchos otros alimentos que se servían solamente en el restaurante. "Fue una forma de que los clientes se acercaran a nosotros incluso en los meses de confinamiento", dice.
Los productos se venden desde una plataforma de comida a domicilio creada exclusivamente para reunir también opciones de los otros tres restaurantes de la famosa pareja: Bar da Dona Onça (como la del famoso arroz de gallina), Hot Pork (con sus salchichas hechas a mano para los perritos calientes) y Sorveteria do Centro (con sus helados). “Aunque no se pueda reemplazar la visita al restaurante, nuestros clientes han disfrutado de la experiencia de tener nuestros productos en casa porque pueden sentirse un poco como ‘chefs’ cuando cocinan", dice ella.
"Se volverá aún más común después de la pandemia"
Pero hay algunos chefs que decidieron llevar el concepto de “ayudar a sus clientes a cocinar en casa” a otro nivel. Este es el caso del portugués Vasco Coelho Santos, que está listo para inaugurar una pescadería de autor en la ciudad de Oporto en los próximos meses. Durante los meses de confinamiento en el país, el chef — dueño de dos restaurantes, el fine dining Euskalduna Studio y el casual Semea — se dio cuenta de que la gente quería preparar sus comidas, pero sin mucho esfuerzo.
“Cuando hablamos de proteínas, esto es aún más difícil. No todos saben cómo limpiar un cerdo o cómo cortar bien un pescado. Es más, son muy pocos los que quieren de verdad aprenderlo. Los clientes quieren buen pescado porque saben valorar la calidad. Pero quieren todo lo más fácil posible”, dice.
En la Peixaria by Euskalduna (pescadería, en español) solo trabajarán cocineros, que serán responsables de recibir el pescado y hacer todos los cortes siguiendo los principios de sostenibilidad. "Quiero tener a la venta todas las partes de un pez, desde los filetes hasta los hígados, para los diferentes tipos de preparación. También vamos a tener cabezas de marisco para que los clientes puedan hacer un buen caldo para el arroz, por ejemplo", explica Coelho Santos.
El chef cree que los proyectos más enfocados a las personas que desean cocinar más y mejor en casa deben volverse aún más comunes después de la pandemia. "No hay dudas de que hay gente más dispuesta a cocinar que antes, pero no tiene los medios, ni la paciencia, ni el tiempo para eso", dice.
Para él, hubo un cambio significativo en el comportamiento alimentario de un público que salía mucho para ir a restaurantes y que, en tiempos de cuarentena, aprendió que también puede comer muy bien en casa, siempre y cuando tenga acceso a productos de calidad. "Es entonces cuando los chefs pueden ser los proveedores y ellos mismos pueden selecionar los mejores alimentos. Entramos en esta ecuación para marcar la diferencia ", dice. Las puertas para ellos, de hecho, ya están abiertas.
"Ofrecer alimentos muchos mejores"
En Buenos Aires, la chef Narda Lepes siguió un camino similar: su Narda Comedor Diario además de funcionar como un comedor, como indica su nombre, también hace las veces de despensa con "cosas listas para comer y otras para hornear".
Además de pasteles, tortas y otros platos, también siguieron haciendo ñoquis, panes, salsas, etc. “Fuimos tomando la temperatura de las cosas de cuando la gente venía al local y podía buscar las cosas. Notamos que las personas empezaron a venir todo el tiempo para comprar comida y pensamos en cómo ayudarlas en sus casas en aquel momento. Decíamos: ‘llévate esto para comer hoy y esto otro para que tengas algo cuando quieras prepararlo y comértelo’”, explica Lepes.
Para la chef, este formato surgió para facilitarle las cosas a sus clientes: no todas las personas estaban dispuestas a cocinar todo el tiempo, cocer pasta, preparar salsa, etc. Con la estructura y el know-how de una cocina profesional, se hizo posible ofrecer alimentos mucho mejores que los industriales, hechos por cocineros respetados y en quien la gente confía.