El chef Marco Pierre White ha dicho que quiere ser incinerado en su horno de pizzas para que sus cenizas se vendan al peso y se conviertan en pan.
El controvertido chef ha abierto una nueva pizzería, Mr. White's, la mayor pizzería del mundo, con 600 plazas y capacidad para atender a 10.000 clientes al día, la primera que el chef abre en el West End londinense en una década. El restaurante está pensado para proporcionarle ingresos a sus cuatro hijos, a los que se destinarán todos los beneficios.
Este enfant terrible de la gastronomía británica se convirtió en el cocinero más joven en ganar tres estrellas Michelin a la tierna edad de 33 años, pero puede que sus recientes declaraciones vuelvan a ponerlo en el candelero. "Quiero que me incineren bien", dijo White. "La gente podría comprar mis cenizas al peso y convertirlas en pan".
"Creo que mucha gente compraría mis cenizas. Una vez que te mueres estás muerto, así que ¿por qué no? A lo mejor podrían incinerarme en mi nuevo horno de pizza", dijo el chef, cuyas memorias y libro de cocina de 1990 se titulan White Heat.
Sobre el hecho de darle los beneficios del restaurante a sus hijos, el chef dijo: "Si no le das responsabilidades a tus hijos, se creen que tienen derecho a todo".
White esquivó la ira de los italianos de Londres al optar por no jugar con los ingredientes y decidirse por las recetas de pizza tradicionales.
"Todas las pizzas van a ser muy clásicas. No me imagino la piña en ninguna. Si vas a poner piña en una pizza, tiene que ser fresca, no trozos de piña en almíbar o anillos picados como en otras pizzerías famosas que conocemos". "Habrá una pizza Margherita con mucha mozzarella y albahaca. Es la pizza original y está deliciosa".