Las estadísticas indican que cada año la impresionante cantidad de un tercio de los alimentos producidos en el mundo se pierden o se desperdician. Al mismo tiempo, se considera que más de uno de cada diez hogares de EE. UU. está en situación de inseguridad alimentaria (según la definición del Departamento de Agricultura estadounidense, de personas que no tienen la certidumbre de poder comprar o disponer de alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de todos los miembros de la familia).
Por suerte, en los últimos años han surgido muchas organizaciones y numerosas aplicaciones para afrontar el problema del desperdicio de comida. Algunas de estas aplicaciones están dirigidas al consumidor final, ofreciendo las existencias excedentes de alimentos a precios reducidos, mientras que muchas otras se ocupan también del problema de la redistribución a los menos afortunados.
Por tanto, que tú seas un asiduo amante de la buena comida al que también le gusta obtener descuentos en la comida, un chef o el propietario de una empresa alimentaria o meramente uno que desea dar una mano a los más necesitados, únete a la lucha contra el desperdicio alimentario usando una de estas 6 óptimas aplicaciones contra el desperdicio de comida.
Las 6 mejores aplicaciones contra el desperdicio de comida
1. Food for All
Food for All es una aplicación para comprar comidas de los restaurantes y las cafeterías en Boston y en la ciudad de Nueva York con por lo menos el 50 % de descuento. Se paga directamente con la aplicación contra el desperdicio de comida, se elige la hora de recogida y uno se siente muy pagado de sí por haber puesto de su parte para reducir el desperdicio alimentario.
2. Flashfood
Actualmente, Flashfood está disponible solo en Canadá y permite que los compradores obtengan sustanciosos descuentos en los artículos alimentarios próximos a su fecha de caducidad. Están asociados con grandes cadenas de supermercados tales como Meijer para comprarles sus surplus a precios reducidos. Con la aplicación se pueden seleccionar los artículos y comprarlos directamente con el teléfono, después de lo cual estarán listos para retirarlos.
3. Too Good To Go
Al igual que Flashfood y Food for All, Too Good To Go cuenta con una amplia lista de restaurantes, cafeterías, panaderías y pastelerías y supermercados que ofrecen los productos envasados por vender como «bolsas mágicas» a un precio establecido. Lo más divertido es abrir la bolsa y descubrir las delicias que tu tienda local ha seleccionado para ti.
Too Good To Go es una de las aplicaciones contra el desperdicio de comida que más se está difundiendo en Europa (actualmente existe en 14 países) y se acaba de lanzar también en EE. UU. Mira este espacio.
4. Food Rescue US
Food Rescue US es una aplicación que está en todo EE. UU. y que conecta a «donadores de alimentos», como tiendas de comestibles y restaurantes, con grupos de rescate de alimentos y cocinas comunitarias locales, para luchar contra el desperdicio de comida y entregar los alimentos a la población en situación de inseguridad alimentaria. Desde su creación en 2011, Food Rescue US ha evitado que más de 22.000 toneladas de comida acabasen en los vertederos de basura, incluidas casi 14 toneladas de restos de comida de la Super Bowl de inicios de este mes (entregados a centros de asistencia locales).
5. Olio
Olio es como Tinder para el cocinero doméstico demasiado ambicioso. Conoce mejor a tus vecinos a la vez que compartes las comidas, salsas y verduras del mercadillo de agricultores que te sobren y no quieras tirar a la basura. Carga tu producto, espera a que llegue una petición, conéctate, encuentra al interesado y comparte los productos. Y como con cualquier otra app social, los usuarios pueden dejar sus reseñas y sus valoraciones de los demás sobre la base de su experiencia.
6. Transfernation
Transfernation tiene su base en la ciudad de Nueva York y te libera de los excedentes de comida intacta con solo hacer clic en un botón, con la seguridad de que esa comida llegará a las personas que realmente lo necesitan. La organización se concentra en redistribuir los alimentos sobrantes de eventos a los necesitados a través de varios métodos, como, por ejemplo, contactando a las instituciones sociales con los organizadores de los eventos y mediante la recuperación de alimentos por parte de los voluntarios y las colaboraciones con redes de distribución y empresas.