Con la subida de los precios de los alimentos y la crisis climática presionándonos a todos para no desperdiciar comida en casa, debemos concienciarnos para generar menos basura que nunca. Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en los hogares es donde se produce la mayor parte del desperdicio alimentario mundial, alrededor del 61% del total.
Fine Dining Lovers ha abordado en profundidad el problema del desperdicio de alimentos y cómo atajarlo, y ahora puedes seguir los consejos y trucos de la primera y segunda temporada de nuestra serie “Why waste?” para convertir las sobras en deliciosos platos.
Le pedimos a tres destacados chefs que compartieran sus trucos para reducir el desperdicio de alimentos en casa: he aquí sus respuestas.
Andoni Luis Aduriz, Mugaritz
“En casa de nuestros abuelos no había restos, se aprovechaba todo. Tenemos que entender que hay despilfarro porque las prioridades de la gente han cambiado. En el siglo pasado, una familia gastaba el 50% o más de sus ingresos en comida. Hoy, si una familia tira comida, es porque se lo puede permitir. Antes, si sobraba pan, se hacía sopa de ajo. Para empezar, a lo mejor no había pan en casa y las sopas se hacían con cortezas de parmesano. Es decir, siempre se procuraba desperdiciar lo mínimo. Todo esto ha cambiado: ahora lo que no tenemos es tiempo y podemos permitirnos deshacernos de lo que nos molesta. El mejor consejo sería la concienciación, comprar y planificar adecuadamente, ser muy conscientes de que cualquier gesto que hagamos tiene un impacto tremendo en el futuro. Al fin y al cabo, estamos hablando de cuestiones moral y ética”.
Niko Romito, Reale Casadonna
“En primer lugar, hay que comprar con la mayor sensatez y frecuencia posibles. Por supuesto, lo ideal sería comprar siempre productos enteros, aprovechando todas sus partes, y ser ingeniosos a la hora de utilizar incluso los restos (con los que se pueden hacer cosas maravillosas); pero no todo el mundo tiene el tiempo o los conocimientos necesarios. Por eso creo que también hay que mejorar la calidad de algunos productos precocinados. Existen técnicas de elaboración y conservación increíbles que permiten obtener productos precocinados o semielaborados de gran calidad sin utilizar productos químicos. Al contrario de lo que pensamos, la calidad organoléptica y nutricional y las grandes cantidades pueden coexistir poniendo en práctica las técnicas adecuadas. En mi taller de Milán, hemos desarrollado un método que permite conservar el pan durante un mes en el frigorífico, sin conservantes”.
Jessica Rosval, Casa Maria Luigia
“Presta atención. Siempre pensamos que hay que tener mucha comida en la cocina o que sólo podemos utilizar la mejor parte de algo. Por ejemplo, si compras una bolsa de espinacas y piensas "esto se va a echar a perder en la nevera", no la compres. Sé sincero contigo mismo. Acostúmbrate a coger sólo lo que necesites. Deshazte de todas las cosas de más que creas necesitar. Piensa antes de comprar. Tenemos que desarrollar un mayor sentido de la responsabilidad porque todo lo que hacemos cuenta. No es sólo otra bolsa de plástico u otra pajita de plástico, una simple bolsa de espinacas más que acaba en la basura. Debemos crear buenos hábitos en el día a día”.