La mejorana, hierba aromática extremadamente perfumada y con muchísimos usos en la cocina, pertenece a la familia de las Labiate (su nombre científico es Origanum Majorana) y a la variedad que se utiliza comúnmente se la llama también "mejorana dulce" o "mejorana real".
Su aroma es penetrante y fresco, herbáceo, balsámico y levemente alcanforado. A primera vista, se asemeja al orégano (Origanum Comune), pero se diferencia de él por su sabor más dulce y menos amargo.
Propiedades, proveniencia y cultivo de la mejorana
Originaria y nativa de África septentrional y de Oriente Medio, hoy en día es común encontrar esta planta herbácea también en Europa. En las zonas de origen es una planta perenne, mientras que en países como Italia se considera anual.
Se enraiza con facilidad en suelos calcáreos y muy expuestos al sol, y es una planta que necesita calor. La germinación, de hecho, se produce alrededor de entre los 12 y los 15 °C, pero el momento de mayor actividad biológica llega cuando las temperaturas alcanzan los 20 o 25 °C.
Imagen Pixabay - Chironius
Las plantas llegan a medir entre 40 y 50 cm, y las hojas, de color muy verde, llegan a los 3 cm. La planta florece con las altas temperaturas, y las flores son de color entre blanco y violáceo.
Ya sea en campo abierto o en jardines, la mejorana se siembra en primavera, a partir de abril, cuidando de no enterrar la semilla a demasiada profundidad. La distancia entre las plantas debe ser de entre 30 y 50 cm, tanto en una misma fila como entre filas.
El cultivo no requiere particulares cuidados ni una gran cantidad de agua.
Usos en la cocina
El uso principal de la mejorana es alimentario. Es magnífica para aromatizar carnes asadas y pescados, por ejemplo, el besugo al horno. Para un plato rápido, pero sabroso, os bastará con limpiar y escamar el besugo, y luego rellenarlo con una mezcla de mejorana, ramilletes de romero y tomillo, ajo, sal y pimienta.
Si sois vegetarianos, podéis usar la mejorana para darle un aroma sofisticado a vuestras tortillas y quiches. Esta hierba aromática da un toque especial también a las sopas de cereales mixtos y a las cremas: probadla, por ejemplo, en una crema de brócoli y patatas, de calabaza, de zanahorias o de espárragos.
¿Un uso alternativo y diferente? En los platos de pasta. Para preparar el pesto de mejorana basta con lavar bien y secar las hojas, procesarlas junto con un diente de ajo sin el germen (si lo preferís), queso parmesano, aceite de oliva, piñones y una pizca de sal. El resultado será una crema de gusto fresco y fuerte, con un leve regusto amargo y un bonito color verde brillante.