Las calabazas, protagonistas indiscutibles del otoño e invierno, destacan tanto por sus cualidades nutritivas —ricas en fibra, vitamina A y C— como por su versatilidad en la cocina. Hay tantas variedades como colores ofrece el otoño, y cada una presenta características distintivas que las convierten en predilectas en diferentes recetas y tradiciones culinarias. La Butternut, por ejemplo, muy popular en España, brilla en cremas y purés salados, gracias a su textura sedosa. Entre las menos convencionales se encuentra la Hokkaido, originaria de Japón, de sabor dulce y por eso ideal para elaborar pasteles y bizcochos. La calabaza espagueti, por su parte, sorprende con su pulpa deshilachada, ideal para crear guarniciones elegantes o platos principales distintivos. Sigue leyendo para conocer 10 tipos de calabazas con sus características y usos en la cocina.
1. Calabaza de Castilla (Cucurbita moschata)
A pesar de su nombre, esta calabaza tiene origen mexicano, y se caracteriza por su piel gruesa, de color verde oscuro o anaranjado con surcos. Su pulpa es de un naranja brillante, suave y algo fibrosa. Suele emplearse para la preparación de cremas y purés, sobre todo en los meses más fríos, y en México es todo un emblema en las celebraciones del Día de Muertos, cuando se la suele caramelizar con piloncillo, canela y clavo de olor, para preparar la famosa calabaza en tacha.
2. Chayote (Sechium edule)
Aunque parece una pera, el chayote pertenece a la familia de las cucurbitáceas, como el resto de las calabazas. Tiene una piel verde brillante, a veces con espinas, y su pulpa es de textura crujiente y color blanco verdoso. En México es popular en ensaladas y guisos, mientras que en las Islas Canarias de España, se consume de forma similar a las papas, cocido o en puré. Su sabor suave y sus propiedades diuréticas la convierten en una opción saludable y ligera.
3. Calabaza japonesa (Kabocha)
Si bien es originaria de América del Sur, se popularizó mucho en Japón desde que se introdujo en el siglo xvi, y de allí que se la conozca con este nombre. Suele tener piel verde y pulpa de color naranja intenso, con una textura densa y sabor dulce. Gracias a estas características, es muy apreciada para la preparación de platos de la cocina asiática y cremas.
4. Calabaza delicata (Cucurbita pepo)
Esta calabaza, conocida por su piel comestible, es de tamaño pequeño, con una forma alargada y rayas verdes o naranjas sobre fondo crema. Su pulpa amarilla es dulce y suave, lo que le ha valido el apodo de "calabaza de miel". En España ha ganado popularidad en mercados gourmet, siendo apreciada por su practicidad, ya que puede asarse sin pelar, y se suele emplear en platos vegetarianos y guarniciones elegantes.
5. Calabaza amarilla (Cucurbita pepo)
De piel amarilla brillante, esta calabaza de tamaño mediano se diferencia de otras por cosecharse en verano, lo que la convierte en un ingrediente estrella de platos frescos y veraniegos. En España se la conoce también como calabacín amarillo y, con su pulpa clara y crujiente, se suele utilizar en ensaladas, salteados, tortillas, rellenos y guarniciones.
6. Calabaza Butternut (Cucurbita moschata)
La Butternut, o calabaza violín, es fácilmente reconocible por su forma alargada y piel suave de color beige. Su pulpa es de un naranja profundo y tiene una textura cremosa que la hace ideal tanto para platos dulces como salados. Se trata de una variedad muy resistente y fácil de cultivar.
7. Calabaza espagueti (Cucurbita pepo)
Esta calabaza de tamaño mediano y forma ovalada se distingue por su piel amarilla pálida y, sobre todo, por su pulpa única, que se deshilacha en hilos finos al cocinarse, como si fueran espaguetis. Esto ha contribuido a que se popularice como sustituto saludable de la pasta, principalmente en dietas bajas en hidratos de carbono, con salsas ligeras o como acompañamiento.
8. Calabaza Pattypan (Cucurbita pepo)
Conocida por su curiosa forma de platillo volador, la Pattypan tiene una piel blanca o verde y una pulpa suave. Aunque se usa también como adorno en huertas, es perfectamente comestible.
En España, se ha hecho un hueco en mercados gourmet, donde se consume asada como guarnición en platos vegetarianos. En América, su uso es más limitado en la cocina, pero su forma la convierte en un atractivo elemento decorativo.
9. Calabaza Hokkaido (Cucurbita maxima)
Esta variedad es originaria de Japón y tiene un característico sabor a castañas, que ha contribuido a su popularidad en Europa, donde se la conoce como calabaza potimarrón. Suele de ser de tamaño entre pequeño y mediano, con forma redondeada y piel naranja fina y comestible. Su pulpa es densa y de sabor dulce, y suele emplearse en recetas de cremas y purés por su sabor y textura.
10. Calabaza cidra (Cucurbita ficifolia)
La calabaza cidra, también conocida como calabaza confitera o calabaza de cabello de ángel, es una variedad muy apreciada en repostería, ya que se caracteriza por tener una pulpa jugosa de sabor muy dulce, que se separa en hilos finos al cocinarse, de forma similar a la calabaza espagueti. Suele ser de tamaño mediano a grande, con forma ovalada o ligeramente esférica y piel verde oscuro o gris con manchas blancas. En España, es la variedad predilecta para preparar el tradicional dulce cabello de ángel (y de allí uno de los nombres con los que se la conoce). También se emplea en la preparación de mermeladas y otros rellenos para tartas, empanadas y pasteles, así como acompañamientos para recetas de carne.
Las calabazas ofrecen una increíble variedad de sabores, texturas y usos en la cocina, desde las más populares, como la Butternut o la calabaza de Castilla, hasta las más exóticas, como la Hokkaido o la espagueti. Además de ser nutritivas, estas hortalizas versátiles son esenciales en diversas tradiciones culinarias, haciendo que su presencia en la mesa sea tan sabrosa como simbólica en muchas culturas.