Conocido como pasionaria o maracuja (nombre utilizado en los países de habla portuguesa), la fruta de la pasión es, por su sabor dulce y exótico, un fruto muy apreciado también en Europa.
Pero, ¿qué es exactamente este fruto tan colorido? ¿Y cómo se come?
Fruta de la pasión: de dónde viene y el porqué de su nombre
La fruta de la pasión es originaria de Brasil, aunque hoy se cultiva también en Australia, Hawái, India, Perú, Sri Lanka, en algunos países del sur de África y en otros países de clima tropical. De su planta existen muchas variedades y tamaños: desde arbustos hasta plantas trepadoras, y en los lugares particularmente cálidos es una planta perenne.
En las zonas más cálidas de Italia, por ejemplo, puede cultivarse también en maceta o en tierra, y es muy utilizado en la cocina de ese país.
Si bien su nombre parece remitir al amor e incluso a propiedades afrodisíacas del fruto, poco tiene que ver con eso. Cuando los colonizadores llegaron a América, creyeron ver representados en esta fruta símbolos religiosos de la pasión y muerte de Cristo. El aspecto de la flor remitía a la corona de espinas; los 10 pétalos y sépalos, a 10 de los 12 apóstoles; los tres pistilos, a los tres clavos de la cruz y el púrpura, al color de la Semana Santa. De allí que a esta fruta se la haya conocido con el nombre de “fruta de la pasión”.
Imagen Stefan Van der Straeten / Flickr.com
Propiedades y beneficios de la fruta de al pasión
La fruta de la pasión o maracuyá es rica en antioxidantes, vitaminas, sales minerales y fibras que contribuyen al correcto funcionamiento del intestino y a regular el nivel de colesterol. La fruta de la pasión es rica en vitamina C, que protege y refuerza el sistema inmunitario combatiendo los radicales libres. También tiene un alto contenido en vitamina A y betacarotenos, que protegen la vista y son buenos para la piel. En cuanto a las sales minerales, la fruta de la pasión contiene potasio, fósforo, magnesio, cobre y hierro. La fruta de la pasión tiene pocas calorías y es apta para cualquier tipo de alimentación.
Fruta de la pasión y fruta del dragón
Estas dos frutas exóticas suelen confundirse, pero su sabor y su composición es muy distinta. La pulpa de la fruta de la pasión es más cremosa y viscosa, mientras que la fruta del dragón tiene más consistencia. Las semillas de la fruta de la pasión son más grandes y crujientes, mientras que las de la fruta del dragón son muy pequeñas (parecidas a las de amapola). Si quieres saber más sobre la fruta del dragón, te recomendamos este artículo.
Cómo se come la fruta de la pasión
Para degustarla como se debe, la fruta de la pasión debe comerse fresca. Se debe abrir más o menos por la mitad y lo que se come es la pulpa, de consistencia gelatinosa, con la ayuda de una cuchara. Los puristas prefieren, en cambio, comerlo como se hace en los países de origen: abriéndolo con las manos y comiendo la pulpa sin cubiertos.
En el hemisferio norte, esta fruta se consigue en invierno (entre octubre y abril) y, pPara saber si una fruta de la pasión está madura, basta con tocar la cáscara, que debe resultar ligeramente arrugada y de consistencia más bien blanda. Una vez que está madura, es oportuno guardarla en la nevera, preferiblemente en una bolsa de plástico o papel, donde se conservará hasta dos días.
La fruta de la pasión es, además, uno de los principales ingredientes para dar un toque exótico a zumos de fruta, batidos, bebidas y cócteles. Su sabor dulce lo hace un ingrediente perfecto para mousses, mermeladas, postres y hasta recetas saladas.
Fruta de la pasión: recetas
La fruta de la pasión o maracuyá se puede usar para preparar muchas recetas, tanto dulces como saladas. Para las dulces, un éxito seguro es crear una versión con fruta de la pasión de tus postres preferidos, como una tarta de fruta o un helado.
Muchos chefs de renombre utilizan la fruta de la pasión o maracuyá para preparar recetas saladas, tanto entrantes como platos principales.
Por ejemplo, el chef italiano Giancarlo Perbellini ha creado un montadito de caviar y fruta de la pasión, un aperitivo teatral de sabor intenso que evoca los aromas de una playa tropical.
Otra idea para una receta salada es el filete de pescado al vapor con fruta de la pasión: una receta de mar que, además de fruta de la pasión, lleva chirivías y alcaparras.
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