Lo pides siempre de aperitivo o de entrante en el restaurante japonés, ¿pero sabes lo qué es de verdad el edamame y cómo se cocina en casa?
Deberías saber que el popularísimo snack oriental no solo es un superalimento exótico, es decir, un alimento rico en propiedades beneficiosas y poco calórico, sino también un ingrediente versátil para muchos otros platos, todos ellos muy distintos entre sí.
Pero vayamos por orden.
Qué es el edamame
Los edamames son simplemente vainas de soja que todavía no han madurado. Se trata, pues, de habas comestibles y sobre todo tiernas.
Estas habas provienen de China, donde la planta de soja se cultiva desde hace miles de años. En un principio, se utilizaba con fines medicinales, hasta que quienes la cosechaban se dieron cuenta de que, si se cosechaban antes de la maduración completa, las habas resultaban ser más dulces y tiernas, con un gran potencial en la cocina. Así nació el edamame con el uso que conocemos hoy. Después se popularizó en Japón, y de allí llegó a Estados Unidos a principios del siglo XX. Sin embargo, no fue hasta el boom del sushi en los años 80 que el edamame se volvió realmente popular, hasta llegar a nuestros días con su estatus de “superalimento”.
¿Por qué están considerados un superalimento? Porque representan una fuente vegetal de proteínas completas, con un contenido superior respecto a la soja madura y seca. Además, son bajos en calorías y ricos en fibras, vitaminas, fósforo y potasio. Ah, y también están indicados para combatir el colesterol. En definitiva, tienen propiedades muy similares a la quinoa, son sanos y están buenos.
Cómo cocinar el edamame: el método más fácil
En el restaurante, los edamames se suelen servir en un cuenco hervidos o cocinados al vapor. En las tiendas de alimentación oriental, puedes encontrar edamames frescos: prueba a hervirlos en agua y sálalos al final a tu gusto. Quedarán aún mejor si los haces al vapor.
En muchos supermercados los venden también congelados. En este caso, los edamames están precocidos y solo hay que meterlos en el microondas o, si no tienes, en un bol con agua caliente durante unos minutos. Enseguida estarán tiernos y serán fáciles de desgranar.
Si quieres transformarlos en una tapita más apetitosa y especiada, mójalos en un poco de salsa de soja o sazónalos con una pizca de pimentón.
Recetas con edamames
Edamames asados
¿Cómo cocinar los edamames de una forma igualmente fácil, pero más gustosa? Asándolos con un chorrito de aceite, sal, pimienta y guindilla. Mezcla todo bien, echa un poco de aceite en una cazuela y hornea 30-40 minutos a unos 180 grados. Sirve tu aperitivo en un cuenco: los edamames así estarán sabrosísimos y, sobre todo, crujientes.
Edamames en ensalada
Imagen Cookie and Kate
Entre las recetas con edamame más sencillas hay también ricas ensaladas. Desde San Diego, exactamente desde el blog Cookie and Kate, nos proponen una idea genial para una ensalada saludable a base de cavolo nero, zanahoria, pimiento, edamames (si son congelados, mételos en agua hirviendo 3 o 4 minutos), aguacate, albahaca tailandesa y una deliciosa vinagreta hecha con aceite de oliva, vinagre de vino, jengibre rallado, lima y tamarindo.
Hamburguesa de edamame
Si eres fan de las hamburguesas vegetales, en vez de las típicas con alubias, espinacas o garbanzos prueba esta alternativa con edamames. Como explica en su vídeo GustosaMente Vegan, solo necesitas leche vegetal, seitán, hierbas, aceite y, obviamente, las habas de soja. Tienes la videorreceta aquí abajo:
Leche de soja con edamame
En Estados Unidos está en boca de todos desde hace un tiempo y seguro que no tardará en cruzar el charco: estamos hablando de la leche vegetal de edamame. Con 200 gramos de edamames, unos 2 litros de agua y un poco de azúcar tendrás tu leche de soja verde.
El procedimiento para cocinar los edamames de esta manera es bastante sencillo: después de haber tenido las habas en remojo toda la noche, escúrrelas y pásalas por la batidora. Ve añadiendo agua hasta que el resultado sea más o menos homogéneo. Cuela el contenido con un paño de lino o un colador muy fino.
Repite el proceso, incorporando más agua, hasta que consigas una auténtica leche. Entonces hierve la leche y, cuando llegue al punto de ebullición, espera 5 minutos antes de apagar el fuego. Ahora, si te gusta, añade azúcar y un poco de extracto de vainilla. Puedes servirla al momento o guardarla en la nevera.
Hummus de edamame
¿Te aburre el típico hummus de garbanzos? Prueba con el de edamame. En realidad, el procedimiento es muy parecido a la receta original: las habas de soja tienen las mismas características de las habas comunes o de los garbanzos cocidos. ¿Qué cambia? El sabor, claro está, y el color, que es verde pastel. La receta que hay debajo además de ser muy apetecible, es hipocalórica: necesitarás edamame, tahina, sal, zumo de limón, ajo, agua, comino y pimienta de Cayena. Después de hervir al vapor los edamames, se dejan enfriar y se meten en la batidora junto con los demás ingredientes. Exquisito untado en piadinas, pan negro o tortillas de maíz.