¿Habéis escuchado hablar del altramuz? ¿O del lupino? Quizás no os suene el nombre, pero seguramente lo conocéis y lo habéis consumido junto a una caña o aperitivo. El altramuz, también conocido como chocho, lupino o lupin, es una legumbre con propiedades nutricionales maravillosas. Suele comerse a modo de snack, aunque también lo podemos agregar en ensaladas o preparar con él algún tipo de humus o paté. Y al igual que muchas otras legumbres, su harina puede utilizarse para cocinar panificados.
Los altramuces se extraen de una planta llamada Lupino, que crece muy fácilmente en la Península Ibérica ya que se adapta a suelos arenosos. Como su raíz requiere profundidad para crecer, el Lupino resiste también las sequías. Su color es amarillo y su forma ovalada. A simple vista, nos puede hacer recordar al maíz, a las habas o garbanzos.
El altramuz se ha incorporado en nuestra gastronomía y hoy en día es el compañero perfecto para un picoteo junto con una cerveza. Además, sus destacadas cualidades nutritivas hacen del altramuz o lupino un complemento ideal para una dieta saludable.
Origen de los altramuces
Existen diferentes historias acerca del origen del altramuz. Hay quienes afirman que fueron los egipcios los que comenzaron a cultivar esta legumbre. Otros sostienen que fue introducido por el Imperio Grecorromano, aunque también cuentan que los fenicios se encargaron de transportarlo por el mar Meditarráneo, y así se introdujo en diferentes culturas.
Sin embargo, más allá de las distintas historias alrededor del altramuz, lo cierto es que en sus inicios fue ampliamente utilizado para alimentar al ganado y a las familias pobres, ya que por su alto contenido nutricional las ayudaba a sobrevivir en momentos de penurias económicas. Como era considerado un alimento de baja calidad, destinado a alimentar animales, su consumo quedaba relegado a los más pobres.
Ya en el siglo III d.C se encuentran referencias explícitas sobre el altramuz. En tratados sobre uso de agroquímicos para cosechas y cría de animales, se hacía referencia a los métodos de cultivo y formas de utilizar el altramuz. También se lo mencionaba como un producto ideal para mezclarlo con otros granos, como cebada y trigo, y elaborar panes de alta calidad.
El sabor de los altramuces
Como ya dijimos anteriormente, los altramuces son ideales para acompañar una cerveza o un fresco aperitivo. Esto se debe a su peculiar sabor amargo y salado al mismo tiempo. También mencionamos las beneficiosas cualidades nutritivas del altramuz. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado ya que hay maneras de consumir esta legumbre que pueden derivar en una intoxicación.
Debido a algunos de los componentes del altramuz, éste no puede consumirse crudo de ninguna manera, ya que puede generar molestias digestivas o indigestión. Pero con una correcta preparación, los ingredientes tóxicos del altramuz desaparecen. Es por ello que es importante conocer los siguientes consejos para quitarle el fuerte sabor amargo a los altramuces (dado por los alcaloides) y consumirlos de manera apropiada. De esta forma, sus propiedades nutritivas también se potencian.
La recomendación más importante para consumir correctamente los altramuces es someterlos a un proceso de remojo en agua con sal. Esto hay que hacerlo varias veces, hasta que el sabor amargo ya no predomine. Si bien puede ser un proceso un poco largo, ya que como mínimo lleva una semana, es muy sencillo. Solamente necesitáis agua con sal y un poco de paciencia.
Podéis comenzar dejando los altramuces en remojo durante unas 10 o 12 horas. Luego, se escurren los granos y se cuecen a fuego lento por 15 minutos. Pasado ese tiempo, se colocan nuevamente en agua fría y sal, para conservarlos de esta manera durante una semana. Cada dos días, debéis cambiar el agua salada. De esta forma, os aseguras de preparar los altramuces correctamente y tenerlos listos para el próximo aperitivo.
Propiedades de los altramuces
Al igual que muchas de las legumbres que conocemos, el altramuz o lupino posee cualidades nutricionales que vale la pena conocer, para incorporar así este ríquisimo grano a nuestra dieta diaria.
En primer lugar, es importante destacar que los altramuces son muy ricos en proteínas y fibras vegetales. Además, como no poseen gluten, son aptos para personas celíacas. Su contenido glucémico es bajo, en comparación con otras legumbres, y posee vitamina B y otros minerales como potasio, fósforo, magnesio, calcio y hierro. Sus propiedades antioxidantes también hacen de los altramuces un complemento ideal para nuestra alimentación.
Los médicos suelen recomendar el consumo de altramuces a mujeres embarazadas, ya que gracias a su alto contenido de folato previene anomalías en la formación de los bebés. El consumo de altramuces también es muy bueno para la digestión y la movilidad intestinal, ayuda a mejorar la salud cardiovascular y fortalece el sistema inmunitario.
El pan elaborado con harina de altramuz también es muy recomendado en dietas para bajar de peso. En comparación con el pan de trigo convencional, el que se elabora con altramuz mejora en mayor medida el metabolismo de las personas con sobrepeso.
En resumen, el altramuz resulta un alimento excepcional para acompañar nuestras comidas diarias.
Altramuces en conserva
Preparar los altramuces en conserva es la mejor manera de que no se echen a perder y nos duren durante más tiempo en la nevera. El paso a paso es muy similar al proceso que describimos más arriba, donde os enseñamos a quitarle el sabor amargo a esta legumbre.
Lo primero que tienes que hacer es dejar en remojo los altramuces durante un día con agua fría, que debe cubrirlos completamente, ya que aumentarán su tamaño con el correr de las horas. Si es necesario, puedes agregar más agua a medida que van creciendo.
Luego de 24 horas, escurre los altramuces y vuelve a cubrirlos con agua fría en una olla, y agrega también una cucharada de sal. Hierve los granos por 20 minutos aproximadamente. Cuando estén listos, debes dejar los altramuces durante una semana reposando, cambiando el agua con sal dos veces por día, para que así pierdan el sabor amargo que los caracteriza.
Pasada la semana, los altramuces estarán listos para consumir y ser conservados en la nevera. Podéis preparar un frasco esterilizado y colocarlos allí, para que aguanten más días en la nevera.
5 recetas increíbles para cocinar altramuces
Ahora que conocéis todos los beneficios de los altramuces y cómo tenerlos listos para acompañar cualquier aperitivo, te invitamos a conocer otras formas de consumir esta legumbre, rica en proteínas y vitaminas. Si queréis preparar unas riquísimas albóndigas de altramuces o unas deliciosas hamburguesas, aquí os presentamos 5 recetas increíbles para cocinar altramuces.