Tiene treinta y cuatro años, pero no los aparenta, lleva encima siete horas de diferencia horaria, pero nadie lo diría, y prepara decenas de cócteles en su turno de noche en The Court de Roma, Italia, sin quejarse.
Hay algo mágico en Gabriela Lozada, una de las "brujas" buenas de Las Brujas, una coctelería de Ciudad de México ubicada en una casa que, según locales, está embrujada. Gabriela es la encargada de la barra en este establecimiento exclusivamente femenino, abierto en lo que hasta hace unos años era la casa de una chamana llamada Pachita, famosa por sus artes mágicas, en el corazón del barrio Roma Norte, uno de los más animados de la capital mexicana.
Gabriela Lozada: quién es y sus cócteles estrella
Gabriela Lozada fue invitada el 26 de abril a la coctelería del Palazzo Manfredi, a los pies del Coliseo, en el marco del evento Women First: un ciclo de veladas dedicadas a la mixología en femenino creado por el director del bar The Court, Matteo Zed, en colaboración con Martini.
Lozada propuso cuatro bebidas esa noche: el Embrujo Martini, una vuelta de tuerca al Vodka Martini con manteca de cacao; el Grimoire, un Dirty Martini "ensuciado" no sólo con la salmuera de las alcaparras, sino también con el toque de tinta de calamar que le da su color oscuro; Naja, un cóctel a base de ginebra infusionada con flores de calabaza, vermut Martini y fernet para darle un toque extra; y, por último, No Hex Mezcal, una vuelta de tuerca al Negroni a base de mezcal, que le da el toque ahumado típico del destilado mexicano.
Uno de los cuatro cócteles creados por Gabriela Lozada para la noche en The Court Jean-Philippe Vaquier
Cócteles muy equilibrados, pero que, según la camarera, resultan poco atractivos para el público mexicano, acostumbrado a bebidas muy dulces. El sabor "amargo" fue un reto que lanzaron Las Brujas y que han ido ganando a lo largo de los años, tanto que este local de la Ciudad de México se ha convertido en un referente de la coctelería en territorio maya. Las Brujas es una coctelería moderna que también juega con referencias mágicas.
Ciudad de México, un escenario en ebullición
Casualmente, Matteo Zed acababa de regresar de la capital mexicana y habló junto a la barista de una ciudad que está cambiando completamente de cara. Describen una efervescencia extrema, impulsada por el gran número de estadounidenses que visitan cada vez más Ciudad de México por turismo y que, en algunos casos, también deciden vivir allí.
Gabriela Lozada y Matteo Zed Jean-Philippe Vaquier
“Hay muchos estadounidenses que, pudiendo trabajar a distancia, deciden trasladarse a México para llevar una vida más cómoda, ya que la vida cuesta menos y el tipo de cambio de dólares a pesos es favorable", dice Gabriela. "También hay mucha gente, tanto de Estados Unidos como de Europa, que está invirtiendo y abriendo bares nuevos, lo que genera mucha competencia", añade. El tema de la peligrosidad en la capital mexicana sigue vigente, pero en el caso de Roma Norte, el barrio hípster donde trabaja Gabriela, curiosamente la presencia de discotecas hace que las calles sean más seguras por la noche (incluso para las mujeres).
Ser mujer barista en México
Ser mujer en México no sólo es un problema a la hora moverse por la ciudad. También en su trabajo como barista se ha encontrado varias puertas cerradas. "Toda mi carrera se ha desarrollado en México y muchas veces me han subestimado por ser mujer".
En palabras suyas, el punto de inflexión llegó cuando trabajó en el famoso bar Hanky Panky de Ciudad de México, que fue el trampolín para abrir Las Brujas. "Nuestro jefe es un hombre, pero creyó en el proyecto de hacer un club exclusivamente femenino y me eligió a mí para ello", explica Gabriela, que también cuenta que su local es muy popular entre mujeres solteras y parejas homosexuales. "Evidentemente, el hecho de que el equipo esté formado sólo por mujeres da una sensación de mayor seguridad en un club nocturno”.