El anacardo, popularmente conocido como castaña de cajú, es uno de los frutos secos más ricos y saludables, ideal para incorporar a una dieta baja en calorías. Se trata de un fruto muy particular, ya que es al mismo tiempo también una fruta fresca. El anacardo comestible es la semilla de color blanco o marfil, la que habitualmente consumimos como fruto seco. Pero el mismo árbol desarrolla un pseudo fruto carnoso unido al anacardo, que también puede consumirse. Más allá de este dato de color, aquí nos ocuparemos del anacardo o castaña de cajú, para que conozcáis sus más valiosas propiedades y cómo podéis comerlo de diferentes maneras.
Para obtener el anacardo tal y como lo conocemos, el fruto se somete a un proceso de cocción al vapor y así se eliminan los componentes más irritantes para el organismo humano. De esta forma, se obtiene la castaña de cajú con la textura y sabor tan particular que caracteriza a este fruto seco. La forma más fácil de conseguir el anacardo es al natural, con un poco de sal agregada y también cubierto de chocolate. Su sabor combina a la perfección con especias tales como el cardamomo o la pimienta, y es muy utilizado en recetas de la cocina oriental.
El anacardo (científicamente nombrado como Anacardium occidentale) es un árbol originario de Centroamérica y que también se puede encontrar fácilmente en zonas del nordeste de Brasil, costa de Colombia o sur de Venezuela. De ahí que su fruto, la castaña de cajú, sea ampliamente consumido en Latinoamérica. Fue André Thevet, monje y naturalista francés, quien le dio a este fruto el nombre de anacardo, ya que su forma le recordaba a la de un corazón invertido.
Curiosamente, el anacardo o cajú se ha expandido también en países de Oriente, tales como la India o en el sudeste asiático, ya que los comerciantes portugueses fueron los encargados de introducir las semillas en otros mercados allá por el siglo XVI. Recordemos que los colonizadores portugueses estuvieron mucho tiempo presentes en lo que hoy es Brasil y otras zonas de Centroamérica, así que les debemos a ellos la expansión internacional de este riquísimo y nutritivo fruto seco.
Propiedades y valores nutricionales
El anacardo o castaña de cajú, además de ser un fruto seco riquísimo y versátil para la cocina, es uno de los más sanos, con propiedades y valores nutricionales que merecen ser destacados. El anacardo nos aporta una importante cantidad de ácidos grasos monoinsaturados, tales como los que encontramos, por ejemplo, en el aceite de oliva. Este tipo de grasa es sumamente beneficiosa para el sistema cardiovascular, y por ello la Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo de castañas de cajú.
Otra de las propiedades que se destaca en el anacardo es que, si bien su densidad nutricional puede ser un poco mayor que la de otras frutas o verduras, es un fruto seco que aporta saciedad. Por lo tanto, si estáis siguiendo alguna dieta para perder algo de peso, los anacardos pueden estar incluidos en ella.
El consumo de anacardos es también recomendable para controlar el colesterol y los triglicéridos, debido a que contienen compuestos vegetales antioxidantes que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, se suele aconsejar consumir castañas de cajú para acompañar tratamientos destinados a nivelar la glucemia o mejorar la circulación sanguínea. Incorporar anacardos o castañas de cajú a nuestra dieta también puede ayudar a regular el sueño, ya que las grandes cantidades de triptófano provenientes de este fruto seco estimulan la producción de serotonina en nuestro cuerpo, colaborando a una sensación generalizada de bienestar y relajación. Por último, al ser una fuente de magnesio, el anacardo es muy bueno también para los huesos y músculos, lo que contribuye a mantener en buen estado el sistema nervioso central.
En síntesis, los anacardos aportan a nuestro organismo muchísimas ventajas para tener una dieta equilibrada y saludable, así como para fortalecer nuestro organismo. Como es un fruto seco que se puede consumir de diversas maneras, no hay excusas para no tenerlo presente en vuestra alacena.
¿Cuántos anacardos se pueden comer al día y cuál es el riesgo de comerlos crudos?
Considerando todas las propiedades que hemos enumerado, son claros los beneficios de incluir anarcados en la dieta. La dosis diaria recomendada para un aporte calórico equilibrado es de unos 30 gramos (entre 15 y 18 anarcardos).
Como mencionábamos antes, los anacardos se someten a un procesamiento previo a su comercialización que elimina sustancias tóxicas para el organismo humano que se encuentran en su cáscara verde. Es por eso que, aunque parecen crudos, los anacardos que encontramos en las tiendas o supermercados en realidad ya están pelados y tostados, listos para el consumo.
Recetas con anacardos
Tarta de queso vegana
Como ya dijimos, los anacardos o castañas de cajú son un fruto seco muy versátil para utilizar en la cocina. Por ejemplo, podéis preparar una riquísima tarta vegana de queso con anacardos, sobre una base de dátiles y almendras. Solo teneis que procesar las castañas de cajú y añadir aceite de coco, zumo de limón, jarabe de arce, un poco de agua y semillas de vainilla, y luego mezclar todos los ingredientes hasta lograr una consistencia espesa y suave.
Para preparar la base de la tarta, procesad también almendras con coco y un poco de sal, y luego añadir también los dátiles, mezclando todo hasta obtener una textura pegajosa. La mezcla para la base deberá congelarse durante al menos una hora. Una vez que la base esté lista, verter la mezcla de anacardos y llevarla a la nevera, para que se congele durante toda la noche. Antes de servir, dejar reposar a temperatura ambiente unos 15 minutos.
Kaju Katli (Dulce de Anacardos)
Otra exquisita receta para preparar con anacardos es el kaju katli, un dulce típico de la India, cuya traducción al castellano es literalmente “rodajas de anacardo”. Estas finas rodajas de caramelo son muy fáciles de preparar en casa. Hay que triturar los anacardos secos para obtener de ellos una harina y luego preparar el caramelo, disolviendo azúcar en agua a fuego lento.
Es muy importante ser muy meticuloso a la hora de preparar el caramelo para evitar que se endurezca. Agregar la harina de anacardo y seguir removiendo para que se integre bien. Una vez que esté listo, colocar el caramelo en una superficie limpia y dejar que se enfríe. Luego comenzar a amasar para que de a poco se vaya ablandando y suavizando la textura. Con un rodillo, extender suavemente la masa sobre una superficie engrasada hasta alcanzar un grosor de 3-5mm. Dejar enfriar y cortar la masa con un cuchillo afilado en forma de cuadrados o rombo. Los trozos de kaju katli estarán listos para servir.
Quesos veganos
El anacardo es el ingrediente estrella para la preparación de quesos veganos de sabores variados, por lo que ofrece una excelente alternativa vegana a los quesos tradicionales. No te pierdas estas recetas.
Nueces pecanas y nueces de macadamia
Hasta aquí, os hemos presentado las principales propiedades de los anacardos y algunas recetas que podéis preparar con ellos. Pero como todo fruto seco, no sólo las castañas de cajú son beneficiosas para nuestra salud. En esta categoría de alimentos, también podemos encontrar otros frutos tales como las nueces pecanas, ricas en fibras y vitaminas E y C, así como fuentes de fósforo, magnesio, calcio o zinc. De la misma manera que los anacardos, las nueces pecanas son aliadas perfectas tanto en recetas saladas como dulces.
Otro fruto seco muy recomendado para incorporar a nuestra dieta es la nuez de macadamia, alimento que nos provee fundamentalmente de energía, gracias a sus importantes valores de minerales tales como el hierro o el magnesio.