Con los precios de la energía disparados en todo el mundo, muchos nos estamos preparando para un invierno de facturas escalofriantes. Ha llegado el momento de utilizar la cocina con inteligencia y puedes tomar pequeñas medidas para utilizar menos energía al cocinar. Aquí tienes quince trucos de cocina para reducir las facturas este invierno.
Algunos pueden parecer obvios, pero son los pequeños detalles los que, en conjunto, pueden marcar la diferencia en las facturas de energía este invierno.
15 trucos para ahorrar energía en cocinas
Llena el horno
Asegúrate de que el horno esté lleno cuando lo enciendas. No lo uses sólo para un plato. ¿Estás haciendo pollo o patatas asadas? Mete también una barra de pan. Utiliza todos los estantes del horno y planifica su uso con antelación. Enciende el horno sólo cuando tengas suficiente comida para llenarlo. Utilizar los ajustes del horno con ventilador también ayuda, ya que podrás reducir el tiempo de cocción. Limpia bien el horno y el grill, ya que la grasa puede reducir su eficacia si se acumula en puertas y elementos calefactores.
Trabaja bajo presión
Puede que esta reina absoluta de los 80 haya caído en desgracia en los últimos años, pero quizá sea el momento de recuperar la olla exprés. El invierno es la época en la que más apetece tomar sopas y guisos y la olla exprés permite reducir el consumo de energía. Otros electrodomésticos de bajo consumo son la olla de cocción lenta y la freidora de aire, así que si los tienes y no los usas a menudo, inclúyelos al planificar tus comidas semanales y la lista de la compra.
Aprovecha el calor residual
Piensa en el despilfarro de energía que supone dejar que el horno se enfríe sin nada dentro. Apague el horno diez minutos antes de que la comida esté lista y el calor residual seguirá cocinando. Lo mismo ocurre cuando haces pasta. Puedes hervir el agua con la pasta dentro y luego reducirla al mínimo con la tapa de la olla para continuar la cocción. Es un método controvertido, pero no se puede negar su eficacia. Hierve los huevos como Heston Blumenthal: pon los huevos en una olla lo más pequeña posible a fuego máximo y cúbrelos con una tapa. Cuando hiervan, retíralos del fuego y déjelos reposar durante seis minutos.
Utiliza la cantidad exacta de agua
Reduce la cantidad de agua caliente que tiras utilizando sólo la cantidad justa. Te sorprenderá la poca agua que necesitas. Piensa en el risotto y en cómo se cocina añadiendo lentamente el agua a cucharadas. Adopta el mismo enfoque para cualquier cosa que cocines y harás la comida utilizando mucho menos calor y energía.
Utiliza el lavavajillas
Cada vez que pongas el lavavajillas, añade un par de tarros de cristal para cocinar. Puedes cocinar muchas cosas en el lavavajillas, dependiendo de la temperatura y el ciclo. Piensa que es una especie de “sous vide” gigante. Entre los alimentos que se cocinan muy bien están el pescado y el marisco, los huevos, el pollo y verduras como las judías verdes, los espárragos y las patatas.
Vaporera por niveles
Este aparato de eficacia probada para ahorrar energía también garantiza que las verduras queden crujientes y que conserven los nutrientes y las vitaminas esenciales. Hierve la pasta o las patatas en el fondo y añade pisos para cocinar las verduras con el vapor residual. Puedes utilizar un colador con tapa colocado sobre la olla de hervir si no tienes vaporera.
El wok
El wok se popularizó en varias zonas del sur de Asia, donde la leña era escasa. Por eso son perfectos para reducir el consumo de energía. Incluye más salteados y platos de estilo asiático en tu dieta, con verduras crujientes para conseguir cenas deliciosas y fáciles entre semana.
Maravillas con una sola olla
Cocinar toda la comida en una sola olla es una buena manera de ahorrar energía. Échale un vistazo a estas recetas para cocinar con una sola olla para preparar platos fáciles y de bajo consumo sorprendentemente deliciosos. La comida no tiene que ser vistosa para estar riquísima.
Inducción
Si estás pensando en renovar tu placa de cocción, quizá sea el momento de optar por una cocina de inducción. El gasto es considerable, ya que necesitarás utensilios de cocina compatibles, pero, como pueden atestiguar algunos de los mejores chefs del mundo, la inducción no sólo es más eficiente, sino que proporciona un mayor control al cocinar.
Microondas
El microondas está volviendo a cobrar protagonismo tras años en el olvido: hasta Karlos Arguiñano lo utiliza para asar las patatas rápidamente. El microondas es el electrodoméstico más eficiente energéticamente de la cocina, como aseguran devotos como David Chang y Jack Monroe, y puedes utilizarlo para preparar una lista interminable de platos.
Pasta fresca
En caunto te acostumbres a enrollar a mano tu propia pasta fresca, no habrá vuelta atrás y la pasta seca del supermercado será cosa del pasado. La pasta hecha en casa, ya sean fettuccini, ñoquis o tortellini, se cocina en mucho menos tiempo que la pasta seca, por lo que es más eficiente energéticamente. Además, está deliciosa y es muy divertido hacerla.
Llena la nevera
La nevera y el congelador son más eficientes cuando están llenos, así que llénalos de comida y, si no tienes suficiente, llena varios recipientes con agua. Así tendrás siempre agua fría para beber y hielo en el congelador. Aleja el frigorífico de la pared y asegúrate de que el aparato tenga espacio suficiente para que circule el aire. Mantener el frigorífico pegado a la pared puede hacer que los elementos de refrigeración del aparato tengan que trabajar más y que consuman más electricidad por ello.
Cura la carne con sal
Puedes cortar la carne en rodajas finas y curarla con sal colocándola en un recipiente y cubriéndola completamente con sal. Métela en el frigorífico de uno a cinco días y tendrás tu propio jamón o bresaola curado con sal sin necesidad de encender el horno. Prueba a curar en sal una yema de huevo para darle un toque umami a tus platos.
Pon en remojo las alubias y el arroz
Obvio, pero vale la pena repetirlo. Pon en remojo las alubias y el arroz durante la noche antes de cocinarlos y utilizarás una décima parte de la energía que si no lo hubieras hecho. Utiliza caldo en lugar de agua para darle un toque extra de sabor y las alubias y el arroz se cocinarán en menos de la mitad de tiempo. El arroz contiene arsénico, que se genera de forma natural en el agua en la que se cultiva y se puede eliminar dejándolo en remojo toda la noche y lavándolo con agua caliente antes de cocinarlo. Algunas alubias, como las rojas, pueden contener toxinas y dejarlas en remojo puede ayudar a eliminarlas.
La magia de la fermentación
Esta técnica ancestral transforma los ingredientes en alimentos deliciosos y además permite almacenar y conservar los alimentos durante meses, o incluso años, sin necesidad de refrigeración. Esta técnica, que es una parte importante de la gastronomía moderna, utiliza bacterias y procesos naturales para preparar los alimentos para su consumo sin necesidad de cocinarlos, por lo que al introducirla en tu cocina puedes ahorrar energía a largo plazo.