Cuando los tirabeques llegan a la mesa, no cabe duda: ya está aquí la primavera. Los tirabeques, también llamados guisantes “cometodo” (porque de estas legumbres se come todo, hasta la vaina), pertenecen a la familia de los guisantes, pero no hay que confundirlos con las habichuelas. Aunque aún son poco conocidos, los tirabeques son muy versátiles gracias a su peculiar consistencia crujiente. Te contamos todo lo que hay que saber sobre los tirabeques, las legumbres de la primavera.
Tirabeques: dos variedades
Hay dos variedades de tirabeques: aunque en lenguaje común se llaman igual, su nombre botánico es distinto.
Pisum sativum var saccharatum: estos tirabeques se caracterizan por su vaina plana y sus semillas poco desarrolladas. Son los tirabeques más fáciles de encontrar en primavera en mercados y supermercados.
Pisum sativum var macrocarpon: esta variedad tiene una vaina redonda y semillas bien formadas, son parecidos a los guisantes y no son tan fáciles de encontrar como los planos.
Diferencia entre los tirabeques y otras legumbres
Judías, guisantes, frijoles, tirabeques… todos son legumbres. Pero, ¿en qué se diferencian?
Judías verdes planas: un tipo de habichuela mucho más común que los tirabeques. Pueden llegar a tener 20 cm de largo y su forma es fina y plana. Las judías verdes también se comen enteras y son de color verde claro tirando a amarillo. Su consistencia es carnosa y su sabor es muy delicado.
Guisantes: la vaina de los guisantes no se come, aunque para promover una cocina más sostenible se pueden centrifugar para obtener un agua perfecta para hacer masa para panes y pastas, por ejemplo. Los guisantes son redondos y están cubiertos de una fina película protectora. Su sabor es intenso y su color es verde brillante. El tamaño de las vainas oscila entre 10 y 15 cm.
Judías verdes redondas: también llamadas cornetti en algunas zonas de Italia, las judías redondas son tiernas y miden unos 15 centímetros. Su color es verde intenso y hay que despuntarlas antes de cocerlas. Las judías redondas no se comen crudas y hay que cocerlas antes de prepararlas. Para que conserven su color verde brillante, cuécelas en agua salada hirviendo, escúrrelas y sumérgelas en agua con hielo para cortar la cocción y preservar su brillo.
Tirabeques: menos comunes que las judías verdes, los tirabeques no superan los 10 centímetros de largo y pueden alcanzar los 3 centímetros. Son de color verde brillante e incluso después de cocerlos conservan su textura carnosa y su sabor dulce y delicioso.
Propiedades y valores nutricionales de los tirabeques
Además de estar riquísimos en distintas recetas, los tirabeques aportan numerosas propiedades y beneficios nutricionales. Los tirabeques son casi un súper alimento del que se puede comer también la vaina. Son ricos en fibra, vitaminas y sales minerales. Gracias a su aporte de hierro, vitamina C y potasio, los tirabeques reducen la hinchazón abdominal y son muy saciantes. En cuanto a sus valores nutricionales, los tirabeques contienen muy pocas calorías, apenas 18 por cada 100 gramos de producto.
Cómo lavar los tirabeques y cómo cocinarlos
Lo primero es lavar bien los tirabeques en agua corriente fría. Al igual que con las judías verdes, hay que eliminar los dos extremos de la vaina con la ayuda de un cuchillo. Se elimina también el filamento central, ya que resulta fibroso y desagradable al comerlo. Y una vez limpios, ¿cómo se cocinan? Si son los primeros tirabeques de la estación y tienes un proveedor de confianza, los tirabeques se pueden consumir crudos en una deliciosa ensalada primaveral. El secreto para cocinar bien los tirabeques es cocerlos lo menos posible para preservar sus propiedades, su color y su textura crujiente. Los tirabeques se pueden cocinar de tres formas diferentes:
Al vapor durante 10 minutos, cociéndolos en agua hirviendo salada durante 10 minutos o salteándolos en una sartén con un chorrito de aceite (y especias a tu gusto) durante 10 minutos.
Recetas con tirabeques
Puedes usar los tirabeques en un delicioso y primaveral pastel salado de verduras, pero los tirabeques están también muy ricos de muchas otras formas.
Tirabeques a la sartén con ajo y jengibre
Lava con cuidado los tirabeques. Deja dorar en una sartén amplia dos dientes de ajo y 3 cm de raíz de jengibre cortada en tiras. Añade un poco de guindilla y, por último, los tirabeques. Saltea los tirabeques durante 10 minutos y sírvelos.
Tirabeques con tomate
Pela una cebolla y pícala finamente. Deja que se dore en una sartén con un chorrito de aceite hasta que esté transparente. Añade 400 g de tomates cortados por la mitad o tres tomates pelados toscamente aplastados con un tenedor. Ajusta la sal y la pimienta y déjalo cocer durante 15 minutos. Añade los tirabeques y déjalos cocer durante 10 minutos antes de servir. Los tirabeques con tomate son perfectos también como condimento de un plato de pasta.
Pollo en salsa de soja y tirabeques
Corta la pechuga de pollo en dados y déjala marinar en una tarrina con salsa de soja, pimienta y jengibre durante 10 minutos. Pon un chorrito de aceite a calentar en una sartén y añade el pollo escurrido. Déjalo cocer durante 10/15 minutos, rocíalo con el adobo y añade los tirabeques. Déjalo cocer durante 10 minutos y sírvelo acompañado de arroz basmati blanco.
Descubre otras recetas con pollo
Conservación de los tirabeques
Los tirabeques frescos se conservan en el frigorífico durante 3 días. Una vez cocidos siguiendo la receta, se pueden conservar 2 días en el frigorífico bien cerrados en un recipiente hermético. Es preferible no congelarlos porque pueden retener demasiada agua.