El repollo blanco forma parte de la familia de las Brasicáceas, al igual que otros tipos de col como la berza, la col rizada, la col lombarda, la col roja, el brócoli y la coliflor. Es una planta herbácea bienal, cuyo nombre científico es Capitata. Tiene hojas blancas, anchas y lisas, y puede llegar a medir hasta 50 cm de altura. En otras variantes, también puede tener hojas que tienden más al verde o al violeta.
El repollo blanco: sus propiedades
El repollo blanco es una hortaliza muy baja en calorías y sólo tiene 25 calorías por 100 gramos de producto. El repollo blanco se compone principalmente de agua y fibras. Contiene muchas sustancias beneficiosas como el hierro y el calcio, el betacaroteno, los antioxidantes y el potasio. Además, el repollo blanco proporciona vitamina A, vitamina B1, vitamina B2, vitamina C. El olor que se siente al hervirlo se debe a la presencia de azufre.
Imagen Pixabay
Imagen Pixabay
Cómo cocinar el repollo blanco
El repollo blanco se utiliza en muchas recetas, tanto calientes como frías. Es, por ejemplo, el ingrediente estrella de muchas sopas de la parte italiana del Tirol. Además, se puede preparar estofado o al horno, saltearse con otros ingredientes para la preparación de guarniciones y también se puede comer crudo en ensalada, cortado muy fino.
Imagen Pixabay
Aquí te damos algunas ideas para prepararlo.
Ensalada de repollo. Corta el repollo bien fino, agrega zanahoria rallada y condimenta con sal, pimienta, aceite y semillas de sésamo. También combinan muy bien las semillas de comino y, si no eres vegetariano, puedes añadir tiras finas de speck o speck crujiente preparado en sartén (para un contraste caliente-frío).
Guarnición con repollo y speck. Para una sabrosa guarnición, puedes saltear el repollo blanco con speck, apio de raíz, patatas y cebollas. Esta combinación es un excelente acompañamiento para platos de carne.
Repollo salteado con arroz. Para esta receta, necesitarás puerros y zanahorias que deberás rehogar en una sartén con aceite de oliva y condimentar con salsa de soja. Cuece el arroz por separado y, cuando esté al dente, sírvelo cubriéndolo con las verduras.
Pastel de repollo y beicon. Para esta sabrosa receta, deberás primero hervir el repollo hasta que esté tierno. Luego, incorpóralo a una sartén con dos dientes de ajo ya dorados con aceite y rehoga todo con vinagre. Aparte, bate 200 ml de nata con 4 huevos y agrega esta mezcla al salteado de repollo. Condimenta a gusto. En horno precalentado a 200 °C, cocina ligeramente las lonchas de beicon y, una vez doradas, utilízalas para forrar el molde que hayas elegido. Vuelca la preparación de repollo y hornea a baño María durante 40 minutos.
Sopa de repollo y cilantro. Sofríe una cebolla con tomates y repollo y luego hierve la mezcla en caldo de pollo con unas ramitas de cilantro. Una vez que el repollo esté cocido, retira del fuego.
Repollo agridulce. Prueba a estofar el repollo blanco en una sartén con aceite de oliva virgen extra. Déjalo estofar añadiendo una gota de caldo vegetal. Cuando esté casi listo añade pasas escurridas y aceitunas negras cortadas en rodajitas para dar un toque de sabor.
Recetas con repollo blanco: cómo hacer chucrut
Una de las recetas más conocidas a base de repollo blanco es el chucrut. Para preparar el chucrut al estilo bávaro, corta el repollo blanco en tiras finas. Utiliza sólo las hojas más tiernas. Calienta la manteca de cerdo (o si prefieres la mantequilla) en una cazuela, añade una cucharadita de azúcar y deja que la mezcla cobre color. Añade las cebollas cortadas finas y deja que se doren. Añade el repollo blanco y déjalo estofar, sin dejar de remover. Añade el vino blanco y el caldo. Ponle sal. Cocina a fuego bajo durante una hora y, hacia el final, añade vinagre de vino y una pizca de sal. El chucrut debe ser suave y sabroso. Son el acompañamiento perfecto para carnes de cerdo (como el cerdo asado o las costillas de cerdo), las carnes asadas, los rollos de carne o las albóndigas de buey.