Las gambas son crustáceos acuáticos. Este nombre común, sin embargo, resulta demasiado genérico, porque se utiliza para designar muchas especies diferentes, que se distinguen por color, hábitat y tamaño. Las más comercializadas son las gambas de agua salada, aunque no faltan especies de agua dulce.
La "familia" de las gambas incluye desde los más pequeños (llamados comúnmente camarones) hasta los "langostinos", que pueden llegar a medir hasta 25 centímetros.
En general, las gambas tienen diez patas y un cuerpo dividido en tres partes: una cabeza que incluye también el tórax, un abdomen (la famosa "cola de gamba") y una cola propiamente dicha.
Cómo limpiar los langostinos
Antes de nada, lavad los langostinos con agua corriente y luego quitad la cabeza y las patas con las manos ejerciendo una leve tracción. Para algunas preparaciones, podéis dejar la cola como toque decorativo (por ejemplo, para los langostinos en tempura).
Una vez quitada la cabeza, será fácil quitar el caparazón también con las manos.
Para eliminar el intestino (el "hilo negro" visible), tomad un cuchillo y haced, con cuidado, una incisión en el dorso del langostino. Luego, tomad un palillo o un mondadientes y extraed el intestino con delicadeza, sin romperlo. Una vez completado este paso, los langostinos estarán perfectamente limpios y podréis cocinarlos en la receta que prefiráis.
Los langostinos también se pueden limpiar sin quitarles el caparazón: bastará con hacer una incisión en el dorso cortando con unas tijeras pequeñas y extraer el intestino con un palillo, sin romperlo.
Otra opción es limpiarlos después de cocidos: bastará con blanquearlos durante unos minutos en agua hirviendo, dejarlos enfriar, y luego quitar el caparazón, la cabeza y las patas con las manos. Para extraer el intestino, repetid el procedimiento ya descrito: realizad una incisión con un cuchillo y extraedlo delicadamente, con la ayuda de un palillo.
Langostinos a la parrilla
Para preparar los langostinos a la parrilla, coged los langostinos limpios y dejadlos marinar con aceite y un poco de zumo de limón. Bastarán pocos minutos. Luego, colocadlos uno al lado del otro sobre la parrilla bien caliente y asadlos aproximadamente 2 o 3 minutos por lado. Servid con zumo de limón, perejil picado fresco y aceite de oliva virgen extra. También son exquisitos con un chorrito de tabasco o aceite picante. Si queréis darles un toque oriental, reemplazad el perejil por cilantro fresco.
Langostinos gratinados
Imagen Pixabay
Langostinos a la sal
Los langostinos a la sal son una receta simple, pero refinada. Para preparar los langostinos a la sal, mezclad la sal gruesa con hierbas aromáticas y colocad todo en una placa. Agregad los langostinos limpios (pero con caparazón) y cubridlos con una capa de la sal aromatizada. Asad a entre 180 y 200 grados entre 15 y 20 minutos. Antes de servir, quitad la capa de sal, que se habrá endurecido durante la cocción y podrá retirarse completa. Servid con aceite de oliva virgen extra y una rodaja de limón. También son deliciosos con salsa cóctel.
Langostinos al horno
Para preparar los langostinos al horno, colocad los langostinos limpios en una placa de horno rectangular. Aliñad con una vinagreta de limón preparada mezclando perejil picado, zumo de limón, aceite de oliva y sal. Cubrid los langostinos con papel de horno, para que queden tiernos durante la cocción. Cocinad a 180 grados durante 20 minutos. Retirad del horno y condimentad con sal y pimienta. Servid los langostinos bien calientes.
Langostinos a la plancha
Preparar los langostinos a la plancha es muy simple. En una sartén antiadherente, colocad un hilo de aceite y un diente de ajo. Dejad que se caliente y tome sabor. Luego colocad los langostinos limpios y cocinadlos a fuego medio-alto durante aproximadamente dos minutos por lado. Si queréis darles más sabor, añadid brandy (o vino blanco seco) y dejad evaporar el alcohol. Servid con aceite, pimienta y perejil fresco.
Otras recetas con langostinos
Las recetas elaboradas con langostinos son realmente muchísimas. Por ejemplo, el guiso de langostinos es un plato que combina este marisco con el toque aromático del brandy y el componente ligeramente ácido del tomate. La salsa es ideal para servir acompañada con una rebanada de pan casero tostado. Os acercamos, además, otras sabrosas opciones, como esta receta de espaguetis con langostinos, y, proveniente de la cocina sureña de Estados Unidos, esta receta de gumbo con langostinos y pollo.
Si, en cambio, estáis buscando una receta más delicada, os proponemos los langostinos en salsa de acedera y mandarinas. El sabor cítrico de las mandarinas se une a la dulzura de la miel para hacer aún más especial vuestro plato de pescado a base de langostinos.
Con las técnicas de cocción que proponíamos antes, podéis probar también esta original receta de tacos con langostinos a la plancha o esta alternativa fresca y veraniega de ensalada de langostinos y aguacate.