El membrillo, hermano de la manzana y la pera dentro de la familia de las rosáceas, es una fruta un tanto peculiar: si bien su atractivo color amarillo y su forma de pera la hacen atractiva, suele tener un sabor áspero y ácido que no la hace para nada apetecible. Una vez cocida, sin embargo, resulta un manjar dulce y denso, que se suele consumir mucho en España, Argentina y otros países latinoamericanos. El dulce de membrillo que se prepara con esta fruta se utiliza tanto en postres como en desayunos y meriendas, untado en tostadas o con bizcochos. Además, es un excelente acompañante de quesos, como en el famoso “vigilante” argentino, una combinación clásica de dulce de membrillo con queso fresco. No te pierdas esta receta para prepararlo y disfrutar en casa de este sabor único y auténtico.