La guanábana, conocida también como graviola, es una fruta tropical de origen peruano, aunque algunos afirman que su hábitat natural de procedencia es Colombia, país que alberga el mayor número de variedades. Se cultiva en muchos países tropicales y también existen cultivos en Hawái, Australia, India y Filipinas, así como en territorios con condiciones climáticas especiales; por ejemplo, en España, hay plantaciones en Canarias y en la provincia de Málaga.
Su árbol, cuyo nombre científico es Annona Muricata, puede llegar a medir unos 10 metros de altura y posee hojas grandes y olorosas. Los frutos son especialmente grandes (su peso puede alcanzar los 5 kg), ovalados, de color verde y envueltos por una capa de espinas suaves. La pulpa es blanca, blanda y carnosa y contiene gran cantidad de semillas negras. Es de la misma familia que la más conocida chirimoya, a la que se parece mucho en el aspecto y textura, aunque su sabor agridulce es más bien parecido al de la piña o la fresa.
Hasta hace poco desconocida, empieza a acaparar la atención de los mercados internacionales no solo por su agradable sabor y textura, ideal en la preparación de batidos y zumos, sino por sus propiedades medicinales, tanto que ha entrado a formar parte de las listas de los alimentos más saludables y efectivos a la hora de prevenir enfermedades.
Beneficios de la guanábana
La guanábana posee múltiples beneficios para el organismo. Muchos destacan, en primer lugar, su capacidad de regular el metabolismo y mejorar la energía, gracias a su alto contenido en proxeronina, como también su poder antiinflamatorio, gracias a su contenido en escopoletina, que ayudaría a combatir enfermedades estomacales, como la gastritis y la úlcera. Posee, asimismo, propiedades antibacterianas, gracias a las antraquinonas, que actúan contra las bacterias; fortalece las defensas, por su contenido en vitamina C; y ayuda a prevenir la osteoporosis y anemia, gracias a su alto contenido de calcio, fósforo y hierro.
Es rica en agua y en fibras, por lo que contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo y a mantener hidratado el organismo. Sus propiedades diuréticas ayudan a disminuir la presión arterial y tiene propiedades hipoglucemiantes, es decir, posee fibras que impiden que la glucosa aumente rápidamente en la sangre, regulando los niveles de azúcar.
Es antioxidante, por lo que ayuda a proteger las células de los radicales libres; al contener flavonoides antioxidantes y ácido linoleico, oligosacáridos y polisacáridos, regula la absorción intestinal; y también posee fitoesteroles, que reducen la absorción del colesterol. Es antirreumática, así que ayudaría a calmar el dolor reumático, y contiene terpenos, que favorecen la relajación muscular y ayudan a combatir el insomnio. También puede ser utilizada en el tratamiento de la depresión, ya que es un óptimo modulador del humor. Gracias a su contenido en vitaminas del grupo B, es muy beneficiosa para el sistema nervioso y cardiovascular.
En último, se está hablando mucho de su presunto poder anticancerígeno, que radicaría en una sustancia antioxidante contenida en las guanábanas, que destruiría las células cancerígenas sin causar algún daño a las células sanas. Sin embargo, lo cierto es que, al momento, no hay alguna prueba científica que avale la efectividad de la guanábana a la hora de combatir el cáncer.
En cualquier caso, su composición química le vale de pleno derecho la calificación de superalimento, aunque hay que vigilar su consumo, ya que su ingesta en grandes cantidades podría acarrear riesgos.
Riesgos de la guanábana
El consumo de guanábana en grandes cantidades podría tener consecuencias nefastas.
En primer lugar, no es apta para embarazadas, ya que parte de sus características están asociadas a la división celular, y también debe evitarse durante la lactancia, porque puede afectar a la calidad de la leche.
En segundo lugar, sus semillas contienen una neurotoxina, la annonacina, que se relaciona con enfermedades neurodegenerativas, de hecho, algunos estudios afirman que existe una conexión entre la guanábana y la enfermedad de Parkinson.
Con respecto a su toxicidad, también existe peligro de intoxicación si se toman las hojas en infusión, por lo que se recomienda consultar a un médico antes de consumirlas.
En tercer y último lugar, debido a su capacidad de reducir la presión arterial, no es apta para hipotensos.
Información nutricional de la guanábana
Cien gramos de guanábana cruda contienen 16,8 gramos de carbohidratos, 3,3 gramos de fibra, 1,00 gramos de proteína, 14 miligramos de sodio, 81,16 gramos de agua y cero grasas, por un total de 66 calorías. Además, es especialmente rica en Vitamina C (20,6 mg), Vitamina B-9 (14 mg) y Vitamina A (2 mg), y en minerales como Potasio (278 mg), Fósforo (27 mg) y Magnesio (21 mg).
Guanábana, sabor tropical
El poeta chileno Pablo Neruda, durante una visita a Cuba, definió la champola, bebida que se elabora con pulpa de guanábana, leche evaporada, azúcar y hielo, como “un sensacional refresco tropical”. Y es que la dulzura de su pulpa la convierte en un excelente ingrediente para la preparación de sabrosas bebidas, postres, mermeladas, tartas, helados y licores, al igual que su cremosa textura es ideal para preparar flanes y cremas.
Un tip para potenciar su aroma: añade unas gotas de zumo de lima o limón.
5 recetas con guanábana realmente irresistibles
Nadie podrá resistirse a este delicioso helado de guanábana para el disfrute de toda la familia, como también a este sabroso batido de guanábana, ¡riquísimo!
Un postre sencillo y fácil de preparar, con el que sacarle partido a esta deliciosa fruta tropical, es el clásico dulce venezolano de guanábana, que se prepara cociendo la pulpa en agua hasta obtener un almíbar.
Si buscas un postre sofisticado y sorprendente, prueba preparar una mousse de guanábana, perfecta para disfrutar en compañía de tus invitados, o una tarta charlota preparada con leche condensada, tan rica que no querrás compartirla con nadie...
Cómo conservar la guanábana
Si la guanábana está en su punto perfecto de maduración, pero no vas a consumirla de inmediato, puedes, o bien conservarla en la nevera por un máximo de 5 días, o bien pelarla, retirar las semillas, cortarla y colocar las porciones en bolsas para congelarlas. De esta manera, su duración será de 3 meses.
Tip: para que la pulpa no se contamine con residuos de cáscara, se recomienda partir la guanábana en mitades y colocarla boca abajo sobre una bandeja para pelarla, ya que, al colocarla boca arriba, la cáscara se desharía al manipularla y se mezclaría con la pulpa.
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