Entre los productos básicos que no pueden faltar jamás en la despensa, se encuentra sin duda la nuez moscada.
Esta popular especia, con su sabor intenso y aromático en el que se mezclan dulce y picante al mismo tiempo, no es más que la semilla descascarada y seca de Myristica Fragrans, un pequeño árbol de hoja perenne originario de las Islas Molucas (Indonesia), también conocidas como las "Islas de las Especias".
La nuez moscada no es, por lo tanto, una nuez propiamente dicha, siendo, en realidad, el endospermo de la semilla del árbol. La semilla, a su vez, está cubierta por una envoltura que, una vez secada y separada del resto del fruto, se denomina macis y se utiliza como especia al igual que la semilla.
Se trata, entonces, del único fruto tropical del que proceden dos especias diferentes, además de comercializarse otros productos derivados de estos árboles, como los aceites esenciales extraídos de las oleorresinas y la manteca de nuez.
La nuez moscada y la macis tienen sabores parecidos, pero diferentes, al ser la macis algo más amarga y mucho menos intensa. El sabor de la nuez moscada destaca, en cambio, por ser más potente, cálido y resinoso.
Gracias a su característico aroma y a su versatilidad, la nuez moscada se ha usado desde la antigüedad para sazonar cualquier plato. Casa muy bien tanto con carnes como pescados, y también con verduras, legumbres, huevos, salsas e incluso con postres y bebidas, siendo, sin lugar a duda, una de las especias que no pueden faltar en la cocina.
Por su aroma único y delicioso, la nuez moscada siempre fue una de las especias más valiosas. Se sabe con certeza que fue una especia muy cotizada en la Edad Media y se cuenta, por ejemplo, que en la Inglaterra isabelina, con solo vender unas cuantas nueces, podía obtenerse el dinero suficiente para lograr la independencia financiera de por vida. También se dice que los sacerdotes romanos ya apreciaban las cualidades aromáticas de la nuez moscada y la quemaban como si fuera un incienso, aunque es una teoría sin demostrar.
Lo que sí es cierto es que el fruto fue introducido en Europa por los árabes en el siglo XI, extendiéndose rápidamente su uso entre las clases más acaudaladas y convirtiéndose en un elemento clave en la gastronomía de algunos países de Europa del este hasta el siglo XVIII.
Propiedades, beneficios y valor nutricional de la nuez moscada
Además de su envolvente aroma picante y dulce con un irresistible trasfondo leñoso, el poder de la nuez moscada radica en sus múltiples propiedades. La nuez moscada es una importante fuente de vitaminas A, B y C, folatos, riboflavina, niacina y minerales como el magnesio, el fósforo, el calcio, el hierro y el potasio y, por lo tanto, es muy beneficiosa para la salud.
Su consumo ayuda a prevenir cardiopatías, fortalecer el sistema cardiovascular y favorecer la buena circulación sanguínea. Además, es un antibacteriano natural y es muy utilizada para el tratamiento de afecciones bucales. También actúa como antiinflamatorio natural, siendo utilizada principalmente para aliviar la inflamación intestinal. Además, es beneficiosa para la piel, y puede ser empleada en la preparación de exfoliantes naturales. Y por último, pero no menos importante, la nuez moscada es un estimulante del sistema nervioso y contribuye a mantener la concentración en las actividades diarias, además de actuar como antidepresivo, ya que algunos también le reconocen la capacidad de calmar los nervios y combatir el insomnio.
Eso sí, no hay que sobrepasarse con las dosis recomendadas, ya que su uso en exceso puede provocar numerosas reacciones adversas, tales como somnolencia, mareo, confusión, alucinaciones, sequedad de boca, cansancio, cefalea, aumento de la temperatura, sudoración excesiva, ataques de pánico, convulsiones y hasta parestesias musculares, debido a que el aceite esencial de nuez moscada está clasificado en el grupo de los estupefacientes y narcóticos y en cantidad excesiva es tóxico.
¿Cómo utilizar la nuez moscada en la cocina?
Como ya hemos dicho, la nuez moscada puede utilizarse en un sinfín de preparaciones. Molida o rallada, su sabor único es ideal para darle un toque especial a cualquier plato, ya sean guisos, asados, sopas, salsas, flanes, soufflés, purés o recetas a base de huevo, patatas o pasta. Hasta puede usarse para aromatizar algunas bebidas de fruta o a base de chocolate, café, té y leche y para la elaboración de ponches y postres navideños.
Recetas con nuez moscada
¿Sabías que los gofres también pueden prepararse salados y sazonarse con nuez moscada? Dale un giro a tu crema de espárragos verde y añádele nuez moscada, ¡riquísima!
Descubre tambien cómo preparar una deliciosa quiche de salmón y acelgas, todo condimentado con nuez moscada. O dale un twist a tu coliflor gratinada añadiendo nuez moscada al gusto.
Como puede ver, hay muchas ideas para usar nuez moscada en sus recetas. ¡Libera tu imaginación!