Las berenjenas son la hortaliza estival que más se merece una declaración de amor. ¿Los pimientos? Pesados. ¿Los tomates? Difíciles conseguir de los buenos. Las berenjenas, en cambio, son una verdura extraordinariamente versátil e incluso fácil de cocinar: son muchas las recetas rápidas con berenjenas que les pueden salir perfectas incluso a quienes no saben preparar ni un huevo frito.
Las opciones van desde entrantes cremosos, para degustar junto con aperitivos crocantes o una buena rebanada de pan, hasta primeros platos mediterráneos, pasando por segundos platos suculentos (y vegetarianos) e incluso postres.
He aquí algunas recetas rápidas de berenjenas para probar antes de que termine el verano:
Entrantes con berenjenas
Las berenjenas son magníficas para el picoteo de cualquier cena veraniega. Aquí os proponemos una alternativa sin níquel, a base de berenjenas y stracciatella (ese manjar italiano que se obtiene de la mezcla de mozzarella y nata). Otra opción deliciosa es el Babaganoush de Oriente Medio, para el que simplemente hay que procesar las berenjenas (asadas previamente) con tahini, limones, aceite y menta fresca.
Primeros platos con berenjenas
Imagen Kung Food
Estas dos recetas rápidas provienen de Sicilia: la pasta con pez espada y berenjenas, en la que las berenjenas fritas se acompañan con cubos de pez espada apenas salteado, y la pasta alla Norma. De esta última receta existen muchas variantes, pero la base es siempre la misma: salsa de tomate, berenjenas fritas y ricotta salada rallada.
Segundos platos con berenjenas
La Parmigiana de berenjenas es una de las recetas más famosas de Italia, pero requiere tiempo y paciencia. Una alternativa no tan exuberante, pero igualmente sabrosa, son las berenjenas al horno con aromas y especias varias. O una buena Caponata de berenjenas, en la que basta con tener ganas de cortar en cubos las verduras y dejarlas cocer: receta magnífica como guarnición o plato único.
Postres con berenjenas
Imagen Mielizia
¿Berenjenas con chocolate? Aunque parezca una combinación extraña, en el sur de Italia es muy conocida. La receta original es bastante larga y compleja, pero si queréis probar esta fusión de sabores, podéis cubrir las berenjenas —fritas o grilladas— con una salsa de chocolate amargo. O bien con miel, una combinación más típica de España.