Puede que la pandemia siga activa pero, con el levantamiento de las restricciones en el horizonte, muchos estamos pensando ya en los típicos viajes por carretera. Es fácil agobiarse con el rápido ritmo de vida actual y los viajes por carretera ofrecen la oportunidad de volver a experimentar el placer de viajar con tranquilidad. Pero a veces la mayor ventaja es la deliciosa comida que podemos degustar por el camino.
Sorprendentemente, a veces la mejor comida de la carretera se encuentra en las gasolineras. Olvídate de la cecina rancia y los perritos calientes mustios: algunas gasolineras se han convertido en serios competidores de los restaurantes. Te ofrecemos una selección de varios lugares del mundo en los que merece al pena parar a repostar.
Eataly x Autogrill - Emilia Romaña, Italia
Spaghetto Eataly | cortesía de Eataly
Los Autogrill, los emblemáticos restaurantes de las autopistas italianas, son habituales en el paisaje interurbano. Su arquitectura optimista de posguerra fue el símbolo de una sociedad floreciente, cuando los italianos viajaban de una región a otra y el automóvil se convirtió en el rasgo distintivo de la movilidad moderna. Las cosas han cambiado en Italia y, aunque el paisaje sociopolítico es diferente, el físico sigue moteado por las maravillosas estructuras modernas que cambiaron la forma en que la gente comía en la carretera. Actualmente, una colaboración entre Autogrill y Eataly ofrece un espacio junto a la carretera de 1.702 m2 en dos pisos, donde la planta baja está dedicada a explorar sabores y la primera planta ofrece tres restaurantes con capacidad para 350 personas. Justo en las afueras de Módena, en Emilia-Romaña, una región conocida por su producción agrícola y su cocina, tenemos la oportunidad de saborear una impresionante variedad de delicias típicas de Italia.
Hamburguesa de cerdo – La Habana, Cuba
Cuba, un país completamente controlado por su gobierno, acoge a varios ciudadanos trabajadores (y valientes) que se atreven a vender comida en la calle, eludiendo el largo brazo del estado. En cada esquina hay alguien vendiendo mangos y cocos verdes, dulces y sabrosos platos de clásicos como ropa vieja y desayunos para llevar como sándwiches de huevo. A veces, en algunas de las destartaladas gasolineras de la isla se puede encontrar puro oro gastronómico. Justo al lado de La Floridita (un bar que se hizo famoso gracias a Ernest Hemingway) hay una pequeña gasolinera de aspecto abandonado. Es un lugar tan anónimo que literalmente no tiene ni nombre. Aún así, todos los residentes de La Habana saben que este espacio, del tamaño de un sello de correos, es el territorio del “hombre de la hamburguesa”. Así es: ni siquiera el dueño de la carretilla tiene nombre, pero su especialidad es bien conocida. La reputación de sus hamburguesas le precede: un grueso trozo de jugosa carne de cerdo picada cubierto con una rodaja de piña o queso crema y mermelada. Puede que esta hamburguesa suene un poco rara (y lo es, en el buen sentido), pero es un plato único muy saciante para saborear desde el asiento de atrás de uno de los coches clásicos con chofer típicos de Cuba.
Buc-ee's: pickled quail eggs – Texas, EE. UU.
Buc-ee's | Lee Leblanc
Es cierto que todo es más grande en Texas, incluso las gasolineras. El Estado de la Estrella Solitaria es el hogar de Buc-ee's, una cadena de 39 establecimientos con gasolineras gigantescas y algunas de las tiendas más originales del planeta. La de New Braunfels ostenta el record mundial por ser la tienda más grande del mundo, con sus impresionantes 66.335 pies cuadrados (unos 6.162 metros cuadrados). Hay pasillos de varias millas de largo atestados de estanterías donde se almacenan todos los alimentos imaginables. Los expositores de comida preparada rebosan de todo tipo de productos, desde carne a la barbacoa hasta lonchas de ternera asada. Aunque la oferta culinaria de Buc-ee es tentadora, la verdadera magia está en los pasillos de comida, donde las delicias gastronómicas parecen suplicar que las lleves contigo en tu viaje. Los huevos de codorniz en escabeche son un artículo de culto con numerosos seguidores: los botes de huevos en salmuera suelen venderse en un santiamén. Los huevos en escabeche (o cualquier cosa en salmuera, la verdad) no huelen exactamente bien. Es posible que a tus compañeros de coche les moleste un poco que traigas un aperitivo tan “aromático”, pero en cuanto muerdas una de estas delicias comprenderás que merece la pena soportar la ira de los demás pasajeros.
Q8: pizzaguet de salami – Brusselsesteenweg, Bélgica
Si alguna vez has echado gasolina en Bélgica, seguro que fue en una Q8. Esta popular cadena mundial de gasolineras es famosa por su selección de comida para llevar (sobre todo por uno en particular). La pizzaguet de salami es comparable a las pizzas de pan francés que se pusieron de moda en Estados Unidos en los años 80 y 90, pero este plato es muy diferente de su homólogo americano. Esta versión empieza con una sólida base de media baguette untada con una sabrosa salsa de tomate y cubierta de grandes lonchas de queso y salami. La baguette se deja bajo el grill unos minutos para obtener el sabor tostado y crujiente que hace que esta pizza sea única. Esta pizza compacta es un plato ideal para un viaje en coche porque es fácil de llevar y cuesta menos de 4 €, por lo que no hará saltar tu presupuesto cuinario. Así tendrás más dinero para gastártelo en unas patatas fritas en una frituur local para cenar, ¿no?
Takoyaki – Tokio, Japón
Algo que debes saber de Japón es que, aunque es un país con tradiciones seculares, también hay lugar para la imaginación y eso se manifiesta en su cocina más que en ningún otro sitio. Sí, incluso en una simple tienda de barrio, la comida japonesa enamora. Imagínate que te levantas de madrugada para coger un vuelo, estás totalmente hambriento (me ha pasado) y descubres que el único sitio donde picar algo que hay abierto es una MiniStop local. Esta cadena de más de 5.000 tiendas está por todas partes en Japón y Corea y es más un destino por derecho propio más que una opción de último recurso. Uno de sus mejores platos es el takoyaki, un éxito inesperado que puede describirse como una croqueta frita de harina de trigo rellena de pulpo, trozos de tempura, cebolleta y jengibre en escabeche. Suele ir acompañada de una salsa parecida a la salsa Worcestershire y la mayonesa: un bocado ideal para un viaje en carretera.
Takoyaki | iStock
Tiropita – Tesalónica, Grecia
En la mitología griega, se creía que el monte Olimpo era la morada de los dioses y que estaba gobernado por Zeus. Ahora esta famosa montaña alberga una conocida gasolinera, pero sin duda a Dionisio le parecerían bien los manjares que sirven, dignos de un dios. Destacan las sartenes llenas de spanikopitas de feta, dolmades y loukoumades cubiertas de miel, pero es el pastel de queso el que se lleva la palma. La tiropita, un sabroso pastel de hojaldre relleno de feta, se vende en los foúrnos (panaderías) de toda Grecia y es una típica comida callejera. La tiropita es un aperitivo de carretera que sabe mejor recién salido del horno, ya que así podrás disfrutar mejor del delicioso sabor del queso fundido y el hojaldre crujiente.
Tiropita | Tanya Bakogiannis
Rudy’s Real Texas Bar-B-Q - Texas, EE. UU.
Los tejanos se toman la barbacoa muy en serio, eso es así, por lo que el hecho de que la barbacoa al estilo tejano de Rudy siga siendo popular después de más de un siglo de funcionamiento es la mejor prueba de la calidad de su comida. Justo al norte de San Antonio, al borde de Texas Hill Country, se encuentra la pequeña comunidad de Leon Springs, donde abrió el primer restaurante de carretera de Rudy. Actualmente, con sucursales por todo el estado con parrillas en las que sólo arde madera de roble y su salsa picante secreta especial, sus costillas siguen haciendo que la gente vuelva una y otra vez. Esta barbacoa merece un viaje por sí sola y por supuesto merece una visita en medio de un largo viaje.
Rudy's Real Texan Bar-B-Q
Gloucester Services – Reino Unido
En la autopista M5, entre Bristol y Gloucester, se encuentra Gloucester Services, un servicio de autopista independiente que supone un agradable alternativa a las anónimas franquicias que acogen a los cansados conductores en las rutas más concurridas del país. Abierto por una pareja de granjeros en 1972, este espacio exento con techo de vigas acoge una tienda de productos agrícolas y un restaurante. Los viajeros hambrientos pueden disfrutar de su comida casera con ingredientes locales y comprar alimentos. La especialidad de la tienda de la granja son los quesos y productos locales de negocios pequeños e independientes e incluye una carnicería, donde los fans pueden comprar salchichas locales de cerdos de la raza Old Spot Gloucester, cordero local y pollo de corral para el fin de semana. Hasta hay una pescadería, donde los lugareños pueden comprar la pesca del día.
Gasoline Grill - Copenhague, Dinamarca
En la capital de la excelencia y la inventiva culinaria, es normal que una gasolinera del centro sirva la mejor hamburguesa de la ciudad. En el Gasoline Grill original, ubicado dentro de una gasolinera operativa en Landgreven, en Copenhague, da igual si vas a por tu hamburguesa a pie o en coche: es un destino en sí mismo. Aquí es donde su propietario, Klaus Wittrup, rinde homenaje a las hamburguesas de EE. UU., tras enamorarse de ellas cuando estudiaba en el extranjero y animaba a sus amigos jornaleros a hacer lo mismo cuando volvieran a sus casas. Las hamburguesas se hacen allí mismo cada día con carne picada, se cocinan al punto y se sirven en bollos de patata recién hechos. La carta, muy sencilla, ofrece cuatro variedades de hamburguesas y se centra en la calidad; puedes añadirles la salsa Gasoline, que se sirve con patatas onduladas, y acompañarla de un batido. Para evitar decepciones, es mejor llegar pronto.
La mayoría de los viajeros coinciden en que a menudo las mejores comidas se encuentras en los lugares más inesperados y probar algunas es la mejor forma de aprender no sólo las influencias culturales de un país, sino también las culinarias. No es exagerado decir que los mejores viajes en coche empiezan con un simple bocado.