El salmorejo es una crema ideal para acompañar entradas y platos principales, especialmente durante el verano. Al ser una preparación que se sirve refrigerada, nos aporta frescura y liviandad, además de ser rica en vitaminas y sales minerales.
Es originaria de Córdoba, región de Andalucía, y se elabora de manera muy fácil y con pocos ingredientes. Suele servirse como entrada y también para acompañar unas tapas, y se le pueden agregar algunos elementos extras, como huevo duro picado y jamón serrano.
A diferencia del gazpacho, de consistencia líquida, la textura del salmorejo es cremosa y similar a la de un puré, ya que se utiliza pan para su preparación, y se trata también de una receta muy económica y nutritiva, así que no tenéis excusa para aprender a prepararla.
Trucos para hacer salmorejo auténtico
El auténtico y original salmorejo es el cordobés. Puede haber variantes según el tipo de ingredientes que decidas agregar para acompañar esta crema fresca y saludable, pero aquí os presentamos algunos trucos y secretos para preparar el salmorejo cordobés auténtico. Recuerda que el éxito del salmorejo se basa en la paciencia y en la calidad de la materia prima. Sin estos dos elementos, el resultado final será para el olvido.
Un tip poco conocido pero que ayudará a lograr el sabor real del salmorejo tiene que ver con los tomates, sin duda el ingrediente principal de esta preparación. Mezcla en partes iguales tomate en rama y tomate pera. El color final será más intenso y llamativo.
Además, es importante triturar muy bien el tomate. Este paso de la receta es el que le otorga la consistencia cremosa ideal a nuestra preparación.
Elige ingredientes naturales y de buena calidad. Podéis conseguir tomates y aceite de oliva buenísimos a un precio económico, así que no escatiméis en una buena compra. También podéis optar por productos ecológicos y bio y así conseguir un sabor aún más puro y verdadero.
Con respecto al pan, no utilices pan duro. El pan fresco es el que le aporta la textura cremosa. En cambio, si agregas pan duro la crema tendrá una consistencia no tan agradable al paladar. Y si recurres a pan de miga compacta, será aún mejor ya que la corteza es más fina. En general, el pan que debe utilizarse para el salmorejo tradicional es el pan de telera. Por supuesto, si no lo conseguís cualquier otro vale, siempre y cuando no esté ni viejo ni duro.
Otro secreto a considerar para conseguir el salmorejo perfecto es dejar reposar el pan con la mezcla del tomate al menos 10 minutos antes de triturar todos los ingredientes. Esto aporta muchísimo a la consistencia cremosa final del salmorejo cordobés.
Y por supuesto, utiliza siempre aceite de oliva virgen extra. Nada de aceite de girasol para el salmorejo. Si queréis regular el sabor final, recurre a un aceite tipo arbequina para conseguir un gusto menos intenso, o por el contrario, utiliza la variedad picual y obtendréis un resultado más fuerte.
Si optáis por agregar ajo, os recomendamos que incluyáis ajo morado en la receta. Aportará un gusto un poco más suave y delicado al salmorejo.
Receta de salmorejo casero paso a paso
Como ya dijimos, el salmorejo es un plato que aporta mucha frescura y liviandad, y que es ideal para servirse como entrada o como acompañante de menús estivales. Además es muy fácil de preparar y no necesita muchos ingredientes, lo cual hace del salmorejo una receta muy atractiva.
Esta tradicional sopa fría de Andalucía se acompaña también con un poco de huevo duro y jamón serrano, aunque por supuesto la innovación siempre es bienvenida, y podréis agregar cualquier otro ingrediente extra que creáis conveniente.
Aquí os presentamos la receta tradicional del salmorejo cordobés para que este verano acompañéis vuestras tapas y aperitivos de la mejor manera.
Ingredientes
Tomate
1 kg
Aceite de Oliva extra virgen
150 ml
Pan (preferiblemente, de telera cordobés)
200 g
Ajo
1 diente
Sal
A gusto
Para acompañar
Jamón serrano
150 g
Huevo duro
1 ó 2, a gusto
Preparación paso a paso
- Lavar los tomates y retirarles tanto el tallo como cualquier resto de hoja que pudieran tener. Cortar los tomates en cubos y colocarlos en un recipiente aparte. Triturar los tomates hasta conseguir una salsa y pasarla por un colador, para retirar pepitas y restos de piel.
- Partir el diente de ajo a la mitad y retirar tanto la piel como el brote verde del centro. Picar el ajo en pequeños trozos y reservar
- Trozar el pan y añadirlo a la salsa de tomate. Dejar reposar 10 minutos aproximadamente, para que el pan se ablande y se impregne de tomate.
- Agregar el ajo picado y la sal al tomate, y comenzar a triturar la mezcla. A medida que los ingredientes se van uniendo, agregar de a poco el aceite de oliva. Conseguir la consistencia deseada y dejar reposar como mínimo dos horas en la nevera.
- Acompañar con huevo duro picado y jamón serrano cortado en trocitos, espolvoreando el salmorejo.