Los orígenes de esta particular y poco conocida bebida alcohólica son tan antiguos como la humanidad misma. Pocos saben además que el hidromiel suele ser considerado como el principal antepasado de la cerveza. Sin embargo, su historia se remonta a poblaciones tales como los vikingos, los romanos o los griegos.
El hidromiel o aguamiel es una bebida que se obtiene de la simple fusión de agua y miel que, con un poco de levadura, puede fermentar y adquirir las propiedades de una bebida alcohólica. La elaboración es similar a la de la cerveza, solo que no se utiliza malta para fermentar. Además, el hidromiel no tiene gluten, y por lo tanto puede ser consumida por personas celíacas.
La historia nos cuenta que el hidromiel o aguamiel es la bebida alcohólica más antigua de la humanidad, probablemente creada por el pueblo vikingo. Pero también se han encontrado indicios de haber sido consumida previamente en la región que hoy se conoce como Alemania. Sobre lo que no hay discusión es acerca de su extendida presencia en las civilizaciones romanas y griegas, así como también en las poblaciones mayas, celtas y sajonas. Los romanos, por ejemplo, adaptaron el consumo de hidromiel agregándole a la preparación mosto y jugo de frutas. En cambio, los mayas utilizaban esta bebida en ritos religiosos o para usos medicinales, como por ejemplo el tratamiento de infecciones estomacales.
Si bien su consumo no se propagó a lo largo de la historia, algunos vestigios y pistas del hidromiel se encuentran hasta el siglo XI d.C. Luego, más adelante en el siglo XVI, se instaló la tradición de dar hidromiel a las parejas recién casadas, dando lugar a la popular costumbre que hoy conocemos como “luna de miel”.
Las poderosas propiedades que tiene el hidromiel
El hidromiel o aguamiel, al ser una bebida tan antigua, también se le han atribuido propiedades medicinales o beneficiosas para la salud, que probablemente sean ciertas ya que se trata de un derivado de la miel, que ya de por sí tiene muchas características saludables. Sin embargo, no podemos atribuir rigurosidad científica ni usar el hidromiel en reemplazo de algunos medicamentos.
De todos modos, vale la pena mencionar algunas ventajas del hidromiel que nos pueden ayudar a incorporar sus beneficios y que pueden ser muy útiles en algunas situaciones. La característica más destacable es que el proceso mismo de fermentación aporta contenido de probióticos, y esto puede ayudar en situaciones de malestar estomacal o molestias en la digestión. El consumo de probióticos también está asociado a mejoras del sistema inmunológico, por lo que el hidromiel o aguamiel ayudaría a evitar resfríos o a combatir infecciones.
El hidromiel también es un excelente aliado para desintoxicar el cuerpo y aliviar inflamaciones del hígado. La miel posee naturalmente propiedades antioxidantes, por lo tanto sus beneficios también se trasladan al hidromiel. Lo mismo sucede con sus características antiinflamatorias y antibióticas, que hacen del hidromiel una excelente opción para aliviar dolores de garganta.
Pero no debemos olvidar que se trata de una bebida alcohólica. Por lo tanto, su consumo debe ser moderado y no abusivo, para tampoco contrarrestar los beneficios que nos aporta a la salud. Además algunas de las ventajas mencionadas pueden variar de acuerdo a la cantidad exacta de probióticos obtenidos del procesos de fermentación que, en el caso de ser excesiva, sus consecuencias pueden ser perjudiciales para el organismo.
¿Qué sabor tiene el hidromiel?
¿A qué sabe el hidromiel? Naturalmente, al ser un producto derivado de la miel, su sabor es dulce. Pero también es un poco amargo, ya que la fermentación producida gracias a la levadura le aporta un particular gusto muy parecido al de la cerveza tradicional. Además, recordemos que el hidromiel puede alcanzar hasta casi 20 grados de alcohol, lo que hace que su sabor pueda ser aún más fuerte que el agradable dulce de la miel.
Si para preparar el hidromiel o aguamiel se utiliza lúpulo en el proceso de fermentación, el resultado final será aún más amargo. Sin embargo, no perderá su toque meloso y dulzón, lo que hace del hidromiel una bebida ideal para acompañar quesos o platos preparados con carnes de sabor intenso.
Variedades y estilos de hidromiel
Así como existen diferentes tipos de miel, también hay una gran variedad de hidromieles. Al ser una bebida que se prepara a partir de la fermentación, el hidromiel o aguamiel puede consumirse luego de haber madurado por mucho tiempo o, al contrario, después de un proceso más corto de fermentación. Esto hace que los tipos y variedades de hidromiel sean tan diferentes. Del mismo modo, el perfil del agua que se utilice para la elaboración aportará diferentes características al resultado final.
El hidromiel o aguamiel también puede prepararse con ingredientes agregados, tales como el lúpulo o algunas especias y frutas, influyendo así también en el sabor final.
Por lo tanto, el aroma, el sabor, la textura y la graduación alcohólica son los factores principales que determinan las variedades del hidromiel. Las posibilidades de combinación sumado al tiempo de fermentación que se desee alcanzar, abren un amplio abanico de posibilidades y de creaciones, donde podemos encontrar hidromieles más o menos dulces, con dejos florales, con texturas más secas, con gas o sin gas, de baja o alta graduación alcohólica.
Para que sea más sencillo identificar algunos tipos o estilos de hidromiel, aquí presentamos una lista de los más conocidos.
- Hidromiel Tradicional: elaborado solamente a base de agua y miel, sin ningún ingrediente extra. Es conocida también como “show mead”
- Metheglin: así se llama al hidromiel fermentado con hierbas o especias
- Melomel: es el hidromiel elaborado con fruta. En este tipo también se pueden diferenciar algunas variedades, como el Cyser, preparado en base a manzana, o el Pyment, macerado con uva o zumo de uva
- Bochet: elaborado con miel caramelizada
- Rhodomel: se utilizan pétalos de rosa para esta preparación
- Braggot: es el hidromiel elaborada con malta de cereales
¿Cómo hacer hidromiel casero?
Preparar hidromiel casero es algo realmente sencillo. Al menos, los ingredientes y los pasos a seguir pueden ser llevados conseguidos y llevados a cabo por cualquiera que siga atentamente las instrucciones. Así como hay una amplia variedad de estilos de hidromiel, las formas de hacer hidromiel casero también son muy variadas, y dependerá principalmente de las cantidades de miel y agua utilizadas, y del tiempo de fermentación. Los azúcares que resultan del proceso de fermentar son los que otorgan el grado de alcohol a la bebida, así como también el tipo de levadura que se utilice. Las levaduras especialmente destinadas a la preparación de hidromiel pueden influir en el gusto final, aportando sabores florales o especiados.
En la receta que nos presenta Santiago Simón podemos encontrar las indicaciones, ingredientes y utensilios para preparar hidromiel casero sin lúpulo. Sólo precisamos miel, agua, levadura de cerveza en polvo, una olla, desinfectante, un termómetro para bebidas calientes y un fermentador. Con un tiempo de fermentación de 15 días aproximadamente alcanzaremos el resultado final.
Cantidad de alcohol
Como ya hemos mencionado en este artículo, la cantidad de alcohol o graduación alcohólica del hidromiel puede variar según el tiempo de fermentación. Si bien se pueden conseguir hidromieles con un grado alcohólico de hasta el 20%, en general la cantidad de alcohol se sitúa entre el 10% y el 12% aproximadamente.
Si se utilizan levaduras de fermentación alta, se alcanzará como resultado final un hidromiel de mayor graduación alcohólica así como con un sabor más floral y especiado. Lo mismo sucede con la cerveza, cuyo proceso de fabricación es influido por el tipo de levadura utilizada. Así como hay cervezas muy suaves y livianas, también existen cervezas mucho más fuertes y con alta graduación alcohólica, alcanzando niveles de hasta el 65%.
Por eso siempre es importante recordar que el consumo de alcohol en exceso es riesgoso para la salud. Su ingesta debe ser moderada, para evitar futuros problemas.