Para la sopa
Precalentar un ahumador a 100 °C.
Colocar los tomates en una bandeja para horno forrada con papel de aluminio y rociar con 60 g de aceite de oliva. Condimentar con una cdita. de sal kosher y unos granos de pimienta negra, y salpicar con hojas de tomillo. Colocar la bandeja en una de las rejillas.
Ahumar los tomates durante 2 horas, hasta que la piel empiece a resquebrajarse y despegarse.
Pelar los tomates y reservar para el polvo de tomate.
Calentar 60 g de aceite de oliva en una olla mediana a fuego moderado.
Una vez que el aceite esté caliente, agregar los tallos de albahaca y cocinar durante 10 minutos.
Retirar los tallos y agregar las cebollas. Rehogar con una cdita. de sal y saltear durante 10 minutos, hasta que queden transparentes y blandas, aproximadamente entre 7 y 10 minutos.
Agregar ajo, 1 cda. de pimentón ahumado y pimienta de cayena, y seguir cocinando otros 5 minutos.
Desglasar la olla con vinagre de jerez.
Agregar el caldo de vegetales y los tomates ahumados a la olla.
Llevar a ebullición y luego seguir cocinando a fuego lento. durante 15 minutos.
Licuar bien la sopa con la pulpa de albahaca reservada con una licuadora de inmersión o en una licuadora normal.
Agregar los 60 g restantes de aceite de oliva. Probar y condimentar a gusto.
Esta sopa puede almacenarse en la nevera hasta 4 días, o congelarse y guardarse durante hasta 4 meses.