El primer paso para preparar estas alcachofas es limpiarlas. Para eso, corta el tallo al ras de la flor, de modo que las alcachofas puedan quedar de pie al darlas vuelta. Quita la primera capa de hojas externas y rocía las alcachofas con zumo de limón para evitar que se oxiden.
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Receta de alcachofas al horno
Las alcachofas son un ingrediente vistoso y muy nutritivo: son ricas en minerales y tienen un gran poder saciante y excelentes propiedades digestivas. Una de las recetas más famosas que se prepara con ellas es la de los corazones de alcachofa, pero existen muchas formas de cocinar alcachofas y hoy te presentamos una particularmente fácil y rápida para disfrutar de esta verdura “al natural”, con solo unos pocos condimentos.
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Ingredientes
Cómo hacer alcachofas al horno
Step 01
Step 02
Un truco que debes conocer para dar un toque más vistoso a tu receta y, además, mejorar su sabor, es aplastar o dar un golpe con la mano a la parte donde se encontraba el tallo. Coloca las alcachofas con el tallo hacia arriba y presiona de modo que la alcachofa se abra como una flor. Esto ayudará no solo a que se vean mejor, sino a que resulten más tiernas y sabrosas después de horneadas.
Step 03
Coloca las alcachofas en una bandeja forrada con papel de horno, ponles bastante aceite de oliva por encima y sal al gusto.
Step 04
Cocina las alcachofas en horno precalentado a 180 °C durante 30 minutos o hasta que estén tiernas.
Step 05
Solo queda emplatar y servir. Las alcachofas al horno se pueden comer calientes en el momento, o bien frías, acompañadas con salsas, como te contamos más abajo.
Si notas que las alcachofas parecen encogerse un poco al cocinarse, no te preocupes, es normal.
Con qué acompañar las alcachofas al horno
Estas alcachofas son perfectas como guarnición, tanto de platos de carne como de pescado, o incluso de platos vegetarianos a base de arroz u otros cereales. También pueden comerse solas, acompañadas de salsas. Quedan muy bien las salsas de textura cremosa y sabor suave, como la mayonesa. Si quieres darle un toque especial, puedes preparar una mayonesa casera saborizada con diferentes ingredientes o especias, como salsa de soya, curry o pimentón, que se complementan muy bien con esta verdura. Otra salsa que típicamente se sirve con las alcachofas es la vinagreta, así como salsas a base de yogur griego con hierbas aromáticas, que resaltan el sabor de las alcachofas. También puedes probar con mantequillas saborizadas, que puedes preparar en casa mezclando mantequilla con diferentes condimentos. Te damos algunas sugerencias: derrite la mantequilla y mezcla con queso parmesano rallado y un poco de ralladura de limón, sal y pimienta al gusto, o bien con ajo picado, las hierbas aromáticas que prefieras, sal y pimienta.
Consejos y variaciones
Esta receta saca a relucir todo el sabor de las alcachofas, con poquísimos condimentos, Es por eso que, a la hora de elegir la materia prima, es importante que selecciones una variedad de alcachofas de buena calidad (como las alcachofas de Tudela en España) y que estén en perfectas condiciones. Estas son algunas de las características que debes tener en cuenta a la hora de elegir tus alcachofas:
- Que presenten un aspecto compacto, con las hojas bien juntas, ya que las que están ligeramente abiertas podrían estar ya demasiado maduras.
- Que tengan un color verde uniforme, en lo posible sin manchas. No obstante, ten en cuenta que si el color tiende al marrón-azulado o presenta algunas manchas oscuras, esto puede ser signo simplemente de que la alcachofa ha estado expuesta al frío, y no implica que sea de mala calidad.
- Que sean relativamente pesadas y tengan una textura firme. Las alcachofas suelen ser livianas, pero las que están en mejores condiciones son levemente más pesadas que las demás. Además, controla que, al tacto, no resulten blandas.
Cuando limpies las alcachofas, te recomendamos que no tires los tallos: pueden utilizarse para recetas de aprovechamiento. Por ejemplo, puedes hervirlos, luego cortarlos en trozos y prepararlos salteados con un poco de aceite de oliva y sal. Pueden ser una guarnición perfecta.
Si no quieres usar el horno, puedes cocinar tus alcachofas en el horno de microondas siguiendo esta misma receta. Los pasos del 1 al 3 son iguales. Cuando llegue el momento de cocinarlas, deberás colocar las alcachofas en una bandeja profunda apta para microondas y añadir un poco de agua para que, al cocinarse, genere vapor y haga que las alcachofas queden tiernas. Cocina en el microondas durante aproximadamente 15 minutos (unos minutos menos si se trata de alcachofas pequeñas) a máxima potencia. Si notas que al alcachofas aún están duras, cocina unos minutos más. Cuando las alcachofas resulten tiernas, ya están listas para disfrutar.
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