Hoy venimos a contaros todo sobre una de las alternativas a la leche de vaca, que probablemente sea la más consumida. Nos referimos a la leche de soja, la cual durante los últimos años ha ganado popularidad debido a la cantidad de beneficios nutricionales y a lo idónea que resulta para personas que puedan tener intolerancia a la lactosa o que simplemente siguen una dieta vegana. En este artículo, vamos a explorar sus propiedades, aunque también algunas contraindicaciones de la leche de soja, brindando información valiosa para aquellos que estén interesados en incorporarla a su dieta diaria.
Leche de soja: origen e historia
La leche de soja tiene sus raíces en el continente asiático, donde ha sido consumida durante siglos. Es originaria de China, donde era servida como una bebida caliente, especialmente para el desayuno.
Se cree que la producción de la leche de soja se inició alrededor del año 82 d.C. a través de la fermentación de granos de soja. Sin embargo, y con el correr del tiempo, su popularidad se ha ido extendiendo a otras regiones de Asia.
Durante los años 20, algunas empresas chinas comenzaron la producción de productos elaborados a base de soya, incluida la leche de soja. Todo aquello que se elaboraba en base a la soja fue muy consumido durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, ya que eran alimentos muy nutritivos que al mismo tiempo complementaban la dieta de la población en épocas en la que la lecha y carne animal escaseaban.
Sin embargo, su llegada más fuerte a Occidente fue recién en la década de los 80 y especialmente durante los 90. Tanto en Estados Unidos como en Europa, la leche de soja fue ganando popularidad e incluso los principales medios de comunicación estadounidenses promocionaban los beneficios para la salud que el consumo de soja brindaba.
¿A qué sabe la leche de soja?
La leche de soja tiene un sabor ligeramente dulce, mientras que su textura se caracteriza por ser muy suave y cremosa. Algunas personas la describen como similar a la leche de vaca, pero con un toque de sabor a nuez y más dulce aún. Vale decir que la leche de soja suele ser más dulce que la mayoría de los otros tipos de leche. Su sabor es agradable y brinda versatilidad para la preparación de diversas recetas, de hecho, esta característica ha contribuido a su aceptación y a su multiplicidad de usos en diversos estilos culinarios, en todo el mundo.
En la cocina, por ejemplo, es un excelente sustituto vegano para preparar recetas de salsas, batidos proteínicos, sopas y postres. Además, se puede utilizar para hacer queso vegano, yogur, helado y otros productos originalmente elaborados con leche de vaca. Preparaciones como las gachas y el arroz con leche quedan muy bien preparados con esta bebida.
Leche de soja: propiedades
La leche de soja es una excelente fuente de nutrientes esenciales. Un vaso de leche de soja aporta apenas unos 4 gramos de grasa, de las cuales solo 0,5 gramos son de grasas saturados. Además, es una fuente muy completa de proteínas, lo que significa que proporciona todos los aminoácidos esenciales para el organismo. Su consumo es ideal si se busca seguir una dieta equilibrada y para perder peso, ya que aporta sólo unas 100 calorías aproximadamente. Es muy buena para prevenir enfermedades cardiovasculares debido a su bajo valor en grasas saturadas y por los ácidos grasos omega-3 que aporta. A su vez, consumir leche de soja significa la incorporación a nuestro organismo de una importante cantidad de vitaminas, como la D y B12, e importantes minerales tales como el fósforo, potasio y magnesio. La leche de soja es, además, muy buena para la salud ósea.
Leche de soja: contraindicaciones
Aunque la leche de soja es bien tolerada por la mayoría de las personas, existen algunas contraindicaciones que deben tenerse en cuenta antes de consumirla. Al igual que otros productos elaborados a base de soja, puede causar alergias en ciertas personas. Los síntomas pueden incluir urticaria, hinchazón o dificultad para respirar. Si se experimenta alguna reacción alérgica, se debe evitar completamente su consumo y buscar atención médica.
A su vez, la soja contiene compuestos antinutrientes, como los fitatos, que pueden interferir en la absorción de ciertos minerales. Sin embargo, este efecto puede reducirse mediante la cocción y el remojo de los granos de soja. Tampoco está recomendada para personas que tengan problemas de tiroides. En cuanto a mujeres en período de lactancia o embarazadas, no es recomendable el consumo de la leche de soja. Esta bebida es una buena opción siempre y cuando sea consumida con moderación, por eso, es importante incluirla en un régimen de comidas saludable y balanceado.
¿Cuánto dura la leche de soja?
La duración depende de si se trata de una leche de soja casera o comprada en tiendas. La versión comercial suele venir en envases sellados y tiene una fecha de vencimiento impresa. Una vez abierta, se recomienda refrigerarla y consumirla dentro de los 3 a 5 días posteriores. Es importante aclarar que, para que dure más, no es recomendable congelar la leche de soja, ya que esto empeorará su calidad, tanto en sabor como en textura. En caso de que se la congele, puede durar hasta 6 meses, aunque una vez descongelada, se recomienda su uso para cocinar y no para beberla.
Como habéis visto, la leche de soja es una alternativa saludable y nutritiva a la leche de origen animal, y que ha ganado mucha popularidad durante los últimos años ya su consumo brinda importantes beneficios a nuestra salud. Si os ha interesado esta guía, os invitamos a conocer más sobre bebidas vegetales y otras alternativas como, por ejemplo, la leche de avena. Podéis aprender a prepararla en casa y que quede deliciosa tanto para desayunos o para beberla en cualquier otro momento del día.