Uno de los momentos que más esperamos del otoño es el de las castañas asadas, especialmente el mes de noviembre, característico por ser temporada de castañas. Aquí os contamos sobre este típico fruto seco otoñal, cuáles son sus beneficios y propiedades, y algunas recetas para tener en cuenta.
El origen de las castañas
La castaña es un fruto que se extrae del árbol castaño, y que pertenece a la familia de las fagaceae, especie que crece y se cultiva especialmente en climas templados del hemisferio norte. Su apariencia cuando se extrae del árbol es similar a una cápsula espinosa de entre 5 y 11 centímetros de diámetro aproximadamente, en la que caben entre unas 2 a 7 castañas, que es la parte del fruto que consumimos.
Si bien su origen es difícil de reconstruir de manera lineal y fiel a la historia, las castañas fueron un ingrediente básico de la dieta de las poblaciones del sur de España, así como del sudeste asiático y de países de Norteamérica, durante siglos. Fue durante el siglo XVI que la castaña perdió protagonismo, cuando se introdujeron en Europa la patata y el maíz, como resultado de la conquista española en América Latina.
Las versiones indican que se trata de una plantación que es natural de Europa meridional y Asia menor, cuyas medidas pueden alcanzar hasta 35 cm de altura. A medida que su consumo se consolidó en estas tierras, su producción se extendió a países de toda Europa, incluida Europa del Este y también algunas zonas del norte de África.
Al ser un fruto cuya cosecha comienza en el mes de octubre, su consumo se asocia a la temporada otoñal de este lado del Atlántico. España se distingue por ser uno de los principales productores a nivel mundial, destacando principalmente las comunidades de Asturias, Cataluña y Galicia.
Castañas: propiedades, beneficios
Las castañas son un alimento muy saludable y nutritivo, y como otros frutos secos, contiene buenos niveles de grasas saludables, y componentes que ayudan a proteger el sistema cardíaco, tales como el Omega 3 y 6. Además poseen una gran cantidad de fibra dietética, que se caracteriza por contenido glucémico bajo, ideal para quienes tienen que controlar la ingesta de azúcares y para quienes tienen problemas digestivos.
El consumo de castañas beneficia también a nuestro sistema inmunológico por su alta carga de vitamina C. También tiene propiedades antioxidantes, y al ser un alimento rico en hidratos de carbono aporta energía, al mismo tiempo que es ideal para saciar el hambre.
Las castañas tienen propiedades que también son benéficas para los huesos y los dientes, ya que poseen magnesio, lo que ayuda a prevenir la artrosis o la osteoporosis. Este fruto también aporta importantes cantidades de potasio, siendo un complemento ideal para la recuperación muscular, y es por ello que su consumo se recomienda en deportistas o personas que practican mucha actividad física.
Y al ser un fruto seco que contiene pocas calorías, su ingesta puede incorporarse en dietas para bajar de peso, sin perder el aspecto saludable.
Valor nutricional de las castañas
Una cantidad equivalente a 100 gramos de castañas aporta los siguientes valores nutricionales
Calorías 131 gr.
Proteínas 2,4 gr.
Grasas 1,98 gr.
Carbohidratos 27,76 gr.
Calcio 46 mg.
Hierro 1.73 mg.
Magnesio 54 mg.
Fósforo 99 mg.
Potasio 615 mg.
Sodio 17 mg.
Zinc 1,25 mg.
Vitamina C y ácido ascórbico total 19,7 mg.
A qué saben las castañas
Las castañas cuando están crudas tienen un sabor un tanto amargo y una textura un poco áspera. Sin embargo, su sabor cambia cuando se cocinan y pasa a ser mucho más dulce y con un aroma particular, especialmente cuando se las cocina asadas.
A diferencia de otros frutos secos, como por ejemplo las avellanas, las nueces o las almendras, las castañas son un poco más esponjosas y blandas, y las castañas asadas pueden asemejarse en sabor a la nuez.
Algunas variedades de castañas comestibles
- Castañaa sativa
- Castaña Comballe
- Castaña de Olargues
- Belle Epine
- Bournette
- Marigoule
- Castañaa mollissima
- Castaña crenata o castaño japonés
- Castaña dentata
Cómo asar castañas en el microondas
Como os contábamos, las castañas asadas son típicas de esta época otoñal, y seguramente las encontréis cocinadas de esta manera en muchas esquinas y mercados callejeros. Sin embargo, también podéis cocinar las castañas asadas en la comida de vuestra casa.
Para asar las castañas en el microondas sólo necesitáis un recipiente apto para microondas, un poco de agua, y las castañas, naturalmente. El secreto consiste en hacer un corte longitudinal en cada una de las castañas antes de cocinarlas en el microondas para que no se hinchen y se estallen durante la cocción. Luego, se llevan al cocinarlas a potencia normal, cubiertas por agua, por unos 20 minutos aproximadamente, o durante 2 ó 3 minutos si vuestro electrodoméstico tiene una potencial lo suficientemente alta. Recordad que luego hay que quitar la piel de las castañas antes de consumirlas, y el corte longitudinal también simplifica este paso.
Consejos para comprar las castañas
A la hora de comprar castañas frescas lo más recomendable es elegir las que se vean más grandes, ya que seguramente serán las de mejor calidad. Y si su color es bien pardo, sin manchas y cortes, mucho mejor. La piel de las mejores castañas se caracteriza por ser brillante y lustrosa.
Conservar castañas frescas
Para conservar adecuadamente las castañas, os aconsejamos, en primer lugar, guardarlas en algún cesto o bolsa de papel, evitando siempre utilizar una bolsa de plástico, ya que puede acelerar la aparición de moho, y así echarse a perder más rápidamente.
Las castañas pueden almacenarse en buen estado hasta 1 mes, si se las guarda en la nevera, y hasta 6 meses si se las congela conservando también su corteza. En este caso, es también recomendable hacerle un corte a cada fruto, para que cuando descongelen y cocinen no exploten, ya que se pueden descongelar directamente cuando se las prepara asadas, por ejemplo.
Cuando las castañas se conservan naturalmente, sin ningún cuidado especial, suelen durar entre 3 ó 4 días en buen estado.