El otoño ha llegado por de este lado del mundo, y esto no sólo significa que hay colores hermosos por las calles y parques, ni que sólo los días son más fríos y cortos, sino que es el inicio de temporada de unos cítricos fundamentales para nuestra dieta gracias a la cantidad de propiedades y su delicioso sabor. Nos referimos a la mandarina y a la naranja, que son frutas de temporada en noviembre y diciembre. Para conocer más sobre la naranja y sus variedades, no dejéis de visitar nuestro artículo donde contamos todo sobre este cítrico. En esta ocasión os contaremos todo sobre la mandarina: un cítrico delicioso en todas sus variedades originario de Asia.
Origen de la mandarina
Se estima que en el año 1805 la mandarina se hizo conocida en Europa, es decir, hace no muchos años si lo comparamos con la cantidad de años en los que se tiene referencia de la existencia de la mandarina. Los primeros registros datan del siglo XII a.C y provienen de China e Indochina. Algunas investigaciones indican que este cítrico proviene del Himalaya, así que si bien no es claro el origen exacto de la mandarina, se considera que es nativa del suroeste de China.
A medida que pasó el tiempo, el cultivo de la mandarina se extendió desde esa región por toda Asia, y para el siglo X la mandarina ya era conocida y cultivada también en Japón. Como decíamos, fue en el siglo XIX que esta fruta llegó a Europa. La historia nos cuenta que el inglés Sir Abraham Hume decidió importar a Inglaterra estos cítricos cuando los conoció. Debido a su éxito, se enviaron árboles a Malta y, casi al mismo tiempo, llegaron a Sicilia, Italia. Hacia 1840, ya se cultivaban mandarinas comercialmente en la región de Palermo, y años después, también Niza y Génova.
Pocos años más adelante, la mandarina llegó a Valencia, España, y su cultivo se extendió por toda la provincia de Castellón y Burriana.Desde finales del siglo XIX hasta principios de siglo XX, la única especie que era cultivada en España era la del Mandarino común, aunque finalmente se incorporaron a la comercialización otras variedades importantes como la Satsuma y Clementina.
Mandarina: propiedades, beneficios
Al igual que otros cítricos muy conocidos y populares, como el pomelo, el limón y la naranja, la mandarina posee una importante cantidad de propiedades y beneficios que son fundamentales para nuestra alimentación y, especialmente, en esta época otoñal en la que tenemos días más fríos que hace que nuestro cuerpo baje sus defensas y con ello, algunos resfríos y gripes se hagan más comunes.
Si bien la mandarina no posee la cantidad de vitamina C que tiene la naranja, vale destacar que un par de mandarinas cubren la mitad de la cantidad de vitamina C que nuestro cuerpo necesita diariamente. Se estima que aproximadamente unas 4 mandarinas diarias son un importante complemento antioxidante, y que la cantidad de vitamina C que aportan esas mandarinas estimula las defensas para prevenir gripes y resfríos.
La mandarina es además una fruta rica en ácido fólico y su principal mineral es el potasio, que es fundamental para la actividad muscular. También aporta importantes cantidades de calcio y magnesio. En cuanto a las fibras que aporta, ayuda también a prevenir el estreñimiento así como enfermedades cardiovasculares y cáncer de colon.
Otro de los principales beneficios que esta fruta nos aporta es que es muy buena para combatir la anemia. Esto se debe a que, gracias a la vitamina C, se absorbe el hierro aportado por otros alimentos y favorece la producción de glóbulos rojos. A su vez, se debe destacar que la mandarina posee un elevado contenido de agua, de potasio y de ácido cítrico, lo que produce un efecto diurético que favorece la eliminación del ácido úrico y sus sales. Su consumo es importante para prevenir infecciones en las vías urinarias.
Valor nutricional de la mandarina
La composición nutricional por cada 100 gramos de mandarina es la siguiente:
Calorías 44,7 gr.
Hidratos de carbono 9,2 gr.
Proteínas 0,63
Fibra 1,8 gr.
Potasio 150 mg.
Magnesio 11 mg.
Calcio 34,53 mg.
Fósforo 20 mg.
Vitamina C 32,02 mg.
Ácido fólico 21 mcg.
¿Qué sabor tiene una mandarina?
Probablemente la mandarina sea uno de los cítricos más dulces, si la comparamos con el limón, el pomelo o la naranja, y además tiene una combinación ideal de dulzura, acidez y frescura. Su grado de acidez es menor al de los otros cítricos mencionados, lo que hace también que su sabor sea muy dulce. La pulpa de esta fruta es carnosa y llena de sabor, y según la variedad, hay mandarinas más jugosas que otras, como también están aquellas que tienden a ser más ácidas o dulces.
¿Por qué las mandarinas son amargas?
Al igual que las naranjas amargas, las mandarinas contienen un compuesto orgánico llamado neohesperidina. Este compuesto es extraído y utilizado para la industria alimentaria, ya que es un componente muy dulce, aunque no llega a ser tan dulce como las variedades más dulces de mandarina ni posee la misma cantidad de azúcares naturales.
Variedades y cultivares de mandarina
● Changsha
● Le-dar
● Emperador
● Oneco
● Willow-leaf
● Mandarina argelina
● Cleopatra o Ponki o Spice
● Dancy
● Ponkan
● Robinson
● Sunburst
● Owari
● Wase
● Kara
Cómo usar mandarina en la cocina
Al tratarse la mandarina de un cítrico dulce, lo primero que pensamos, aparte de degustarla fresca, es que es ideal para la preparación de postres. Y efectivamente así lo es, ya que es una fruta perfecta para tartas dulces y tortas, pues su grado de acidez es el justo para cualquier tipo de pastelería. Pero también se pueden preparar deliciosos cócteles con mandarina, con y sin alcohol, ya sean licuados o smoothies.
La mandarina es un fruto mucho más versátil de lo que nos imaginamos, y por eso, también se utilizan, por ejemplo, gajos de mandarina para la preparación de ensaladas y salsas que pueden acompañar perfectamente carnes rojas, pollos o cualquier ave y pescados.
Cómo conservar las mandarinas
Una vez cosechadas, las mandarinas pueden mantenerse frescas a temperatura ambiente durante una semana aproximadamente, y unas dos semanas si se refrigeran. Son frutas que idealmente deben conservarse entre los 8 y 12 grados, y es por eso que se recomienda no dejarlas por mucho tiempo expuestas al sol de manera directa. Tanto si se deja a temperatura ambiente o dentro del refrigerador, es importante que se dejen las mandarinas en un recipiente ventilado. Esto permitirá que permanezcan frescas por más tiempo y ayudará a prevenir el moho. Se deben conservar en un lugar seco y fresco. Finalmente, en caso que se desee lavar las mandarinas, es recomendable que se haga justo antes de comerlas y no al momento de guardarlas, ya que el exceso de agua puede significar la formación de hongos, que hacen que las frutas se echen a perder más rápidamente.