La patata es uno de los alimentos más consumidos y que más fácil se adapta a infinidad de recetas y preparaciones. Concretamente se trata de un tubérculo, es decir, de una raíz, pero que nunca consumiremos con tanta tierra, ya que la mayoría de las veces se la comercializa luego de un proceso de limpieza apto para consumo. Conocido también como papa, este alimento puede encontrarse también bajo la forma de hasta 150 variedades diferentes. Ya os hemos contado antes sobre algunos trucos para cocer patatas y sobre cómo conservarlas, así que aquí os traemos una selección de algunas de las patatas más ricas, para contaros también cómo usarlas en la cocina.
Patata Amarilla
La patata amarilla es originaria de Perú y una de las más famosas en el continente americano y. Su interior es amarillo, y de allí su nombre, su textura es firme y su piel rosácea. Tiene forma ovalada y un poco alargada también.
Su popularidad se debe a que tiene una gran capacidad de cocción, adaptándose a muchos platos y recetas.
Patata Ágata
Esta variedad de patata es muy consumida en Europa, ya que se cultiva principalmente en España y Francia. De color amarillo, tiene una pulpa firme y una piel suave y fina, de color claro. Se trata de una patata que se la puede encontrar muy fácilmente en los supermercados, ya que de aspecto es muy simple y bonita.
Al tener una piel fina y suave, puede cocinarse directamente sin necesidad de pelarse, y acompañar diferentes platos a modo de guarnición.
Patata Agria
La patata agria se caracteriza por su gran tamaño, así como también por su piel de color marrón y su interior blanco o también a veces amarillento. Suele presentar una forma ovalada y su pulpa es bien compacta.
Como se trata de una variedad que contiene poco azúcar y poco almidón, es muy buena para freír, aunque no muy apetitosa se la cocina de manera hervida. Como también se conserva por mucho tiempo, la patata agria es la opción ideal para preparar tortillas o snacks.
Patata Bonita
Existen varios tipos de patatas bonitas, todas ellas denominadas de ese modo por su bello aspecto exterior y porque su piel tiene un color diferente al típico amarillento o marrón de otras variedades. Por ejemplo, existe la patata bonita de color rosado, la bonita negra, entre otras.
Se cultiva principalmente en la isla de Tenerife, y por eso es el tipo de patata que se utiliza en toda la gastronomía tradicional de la zona.
Patata Cabrita
Proveniente de Chile, la patata cabrita se distingue por su llamativa piel color roja con pintas amarillas, moradas y marrones, lo que vuelve muy atractiva donde sea que se comercialice. Su forma es irregular, y así como su piel es multicolor, así lo es también su pulpa.
Si bien se utiliza mucho en la comida tradicional chilena, no ha llegado todavía con amplia presencia a los mercados internacionales, como si lo han hecho otros tipos de patatas provenientes de América Latina.
Patata Cambray
Este tipo de patata se conoce por su pequeño tamaño, lo que la convierte en una opción perfecta para cocinarse entera, sin necesidad de cortarla en trozos. Esto hace que también sean muy vistosas a la hora de servirse, y por eso suelen comerse a modo de guarnición. Ingrediente muy utilizado en la cocina mediterránea, la patata Cambray es perfecta también para cocinarse horneadas.
Patata Diva
La patata Diva se puede conseguir en diferentes países, ya que se adapta fácilmente a diferentes entornos climáticos, y hasta resiste muy bien los entornos más cálidos. Se la llama Diva ya que su aspecto es muy prolijo, caracterizado por una forma regular y una piel y pulpa muy lisos y sin matices de colores.
Se adapta también a diferentes tipos de cocción, ya sea hervida, horneada o frita.
Patata Elodie
Conocida por ser un tipo de patata versátil, la Elodie tiene forma ovalada y piel y pulpa de color amarillo. Su tamaño puede considerarse medio, y al tener una pulpa más bien cremosa, es consumida preferentemente durante los meses de verano.
Se adapta sin problemas a diferentes usos en la cocina, ya que puede cocinarse tanto frita, horneada o hervida. Se trata también de una patata de recolección nueva o temprana.
Patata Gallega / Kennebec
La patata Kennebec es otra de las variedades que puede ser utilizada de diferentes formas en la cocina, ya sea hervida, frita o asada, pero que principalmente se usa para preparar guisos, por su alto contenido de almidón y poca agua.
Puede haber diferentes variedades de patata Kennebec, según donde se cultiva, ya que tiene indicación geográfica protegida. Por lo tanto, podemos encontrarnos que a este mismo tipo de patata también se la conoce como patata gallega o patata de Prades.
Se trata de uno de los tipos de patata más popular y consumido, y por eso también se cultiva en diferentes países, tales como España o también Argentina. Se trata de una patata de recolección de estación o semitardía, y se caracteriza por su tamaño grande, así como por su piel fina, de color amarillo o marrón claro, y su pulpa blanca.
Patata Monalisa
Este tipo de patata se conoce por su piel suave y fina, y su pulpa de color amarillo. De tamaño pequeño y forma ovalada, la patata Monalisa es hoy en día una de las más vendidas en España, y se la puede conseguir en cualquier mercado.
Se ha vuelto muy famosa no sólo por su aspecto prolijo y visualmente llamativo, sino también porque es muy versátil en la cocina, gracias a su bajo contenido de agua. Es una patata ideal para cocinarse frita o para preparar tortillas porque casi no absorbe aceite, aunque quizás no es la mejor opción para cocinar puré. Se trata de una patata de recolección temprana.
Patata Rudolph
De recolección tardía o de estación, la patata Rudolph se caracteriza por su piel lisa y de color rojo, así como por su pulpa blanca, su tamaño grande y su forma ovalada.
Es una variedad de patata muy buena para incluir en ensaladas, ya que una vez cocida resiste muy bien las frías temperaturas.
Patata Red Pontiac
Tal como su nombre lo indica, este tipo de patata se distingue especialmente por el color rojo intenso de su piel. Como además su pulpa es muy blanca, este contraste de colores ha hecho que la patata Red Pontiac sea una de las más conocidas. Además, se la puede preparar para ser utilizada en ensaladas, como por ejemplo para la ensaladilla rusa, pero también es muy buena para cocinarse frita, hervida, e incluso para hacer guisos, gracias a su textura harinosa.
La patata Red Pontiac se cultiva en diferentes partes del mundo, ya que tiene una alta resistencia climática y puede ser refrigerada por mucho tiempo.
Patata Spunta
La patata Spunta proviene de Holanda, y por eso también se la conoce como patata holandesa. Su piel y su pulpa son de color claro, y su textura es más bien mantecosa, lo que la convierte en la patata perfecta para cocinar puré, o simplemente ser hervida y comerse como tal o incorporarse en ensaladas. Como su pulpa es también muy compacta, la Spunta puede ser utilizada sin inconvenientes para freírse.
Este tipo de patata se conoce también porque se trata de una variedad conseguida a través de la modificación genética, con el objetivo de conseguir una patata resistente a enfermedades. Es de recolección semitardía, se la consigue principalmente en el norte de España, y se caracteriza por tener un sabor suave y una forma más bien alargada.
Patata Universa
De piel color amarillo claro y pulpa blanca, la patata Universa es uno de los tipos más comercializados en el mundo, ya que es una de las mejores patatas para freír. Se trata de una variedad de recolección de estación o semitardía.
Patata Vitelotte
Y ya llegando al final de nuestra selección, nos encontramos con la patata Vitelotte, conocida por el color morado intenso de su piel y también de su pulpa, otorgado por las antocianinas que posee, sustancia que también está presente en la cebolla morada o en las lombardas. Esta particularidad convierte a esta variedad de patata en una opción gourmet, y hasta muchas veces también considerada como exótica.
Su uso en la cocina es muy versátil, ya que es una variedad apta para prepararse frita, para hacer puré, para acompañar ensaladas y también para servirse como guarnición. De recolección tardía, la patata Vitelotte posee además muchos antioxidantes, así como también minerales y proteínas.