El té es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, incluso más que el café y la cerveza, entre otras. Se trata de una infusión milenaria, que se estima fue consumida por primera vez hace unos 5 mil años en Asia, probablemente en lo que hoy es China. Es de las bebidas más antiguas que se conocen y se ha ido extendiendo por todo el mundo. Actualmente, diferentes tipos de té y sus variedades son ofrecidos y servidos en bares y cafés, como por ejemplo, el té verde, rojo, blanco o amarillo, entre otros. En esta ocasión, os contaremos sobre uno de los tés más elegidos por los amantes de esta infusión: el té matcha.
¿Qué es el té matcha?
El té matcha es un té verde en polvo. Actualmente, ha ganado popularidad en todo el mundo y es utilizado incluso para otro tipo de preparaciones, como cócteles o postres, y no solamente a modo de infusión. Lo que diferencia al té matcha de otras variedades es que mientras los otros tés son preparados y presentados en hojas sueltas, el té matcha se presenta como un polvo muy fino. Este polvo se obtiene tras haber molido bien las hojas té tencha.
Origen del té matcha
El té matcha y su origen se remonta a siglos atrás, llegando hasta los días de la dinastía Tang. El arbusto Camellia Sinensis, árbol del cual se obtienen las hojas para el té matcha, es originario de China. Sin embargo, este té fue perdiendo renombre e importancia en aquél país mientras que, al mismo tiempo, iba ganando popularidad en Japón. Por eso,durante los siglos XIV y XVI el té matcha ya era una de las bebidas más populares, especialmente dentro de la alta sociedad japonesa. A su vez, la técnica utilizada para moler y pulverizar sus hojas ha sido desarrollada y perfeccionada en Japón, ya que fue allí donde comenzó el ritual y ceremonia del consumo del té. Se estima que las primeras semillas de té verde fueron llevadas a Japón por el monje zen Myoan Eisai en 1191 d.C. Al parecer, fue este monje quien introdujo y extendió la filosofía Zen en Japón, y con ello el consumo del té matcha y su ceremonia. Este monje dedicó el resto de su vida a enseñar sobre el té y el budismo en Japón. Con el pasar del tiempo, fueron los monjes japoneses quienes continuaron el legado y siguieron perfeccionando las formas de refinar el polvo de este té, para lograr un mejor sabor y llegar a la versión que actualmente conocemos.
Si bien muchas personas creen erróneamente que el té matcha es originario de Japón, esto se debe a que es el país que se lleva todos los honores por producir los mejores tés en polvo, siendo así también el especialista por excelencia en té matcha.
Propiedades del té matcha
No es casualidad que el té matcha sea el preferido de muchas personas, y que a día de hoy sea tan popular su consumo. Es que nos ofrece una importante cantidad de propiedades y beneficios para la salud que son fundamentales para un buen funcionamiento de nuestro organismo. Por empezar, cabe decir que, como todos los tés verdes, tiene un alto contenido de antioxidantes, siendo el té matcha uno de los que más posee. Su consumo fortalece el sistema inmunitario y ayuda a reducir el estrés, así como a eliminar líquidos y, a su vez, es un buen complemento para estimular nuestra mente y relajar nuestro cuerpo, aportando al mismo tiempo vitalidad gracias a su contenido de L-teanina.
Consumir té matcha ayuda también a mantener la piel más sana, gracias a su poder antiséptico y antiinflamatorio. Por otro lado, su consumo se recomiendo para reducir el colesterol, controlar la hipertensión, así como para mantener saludables las arterias. Además, se suele incorporar el té matcha en las recetas para bajar de peso, ya que contribuye a la quema de grasas de forma natural. Incluso, puede saciar el hambre y calmar la sed naturalmente. Otra de las importantes propiedades que posee es que baja los niveles de azúcar en sangre, por lo que ayudará a quienes tienen que controlar la diabetes y así como para prevenir algunas enfermedades, tales como la fibrosis hepática.
Cómo preparar un té matcha, paso a paso
Para preparar un té de matcha perfecto, el primer paso es conseguir las herramientas esenciales para su preparación y ceremonia. Para comenzar, es necesario contar con un batidor de bambú, también llamado “Chasen”, un bol de cerámica, conocido como “Chawan”, una cuchara medidora, elemento muy importante para poder tener la medida exacta de un gramo que se necesita para hacer el té, y finalmente, un buen té matcha, que se puede conseguir en muchas tiendas y mercados.
Una vez tenemos todos los materiales que se necesitan para su preparación, lo primero que debemos hacer es calentar agua en un recipiente a unos 80 grados, o como máximo unos 95 grados si se desea obtener una infusión un poco más caliente. En el bol de cerámica, agregar 1 gramo de té matcha, previamente medido con la cuchara. Si se desea un té más fuerte, se puede agregar uno o medio gramo más. Verter el agua caliente sobre el bol y el té, y luego, con la ayuda de batidor de bambú, se debe batir bien en forma de W hasta lograr obtener un poco de espuma. Una vez logramos la espuma buscada, agregamos un poco más de agua, y el té ya estará listo para beber. Si se desea, se puede optar por añadir también un poco de leche o alguna otra bebida vegetal, para conseguir así el famoso latte matcha. No dejéis de probar esté fabuloso té, el más elegido por los amantes de las infusiones.