“Hay que comer menos carne” ha sido el mensaje que ha transmitido el ministro de Consumo, Alberto Garzón, para lanzar una campaña nacional contra el consumo excesivo de carne en España por el bien de la población y del planeta.
La campaña incluye un video de seis minutos en su perfil de Twitter, en el que acusa al sector cárnico de provocar el 14,5% de las emisiones totales de gases de CO2, al tiempo que anima a la nación a comer menos carne y poner más verduras en su plato.
“Esto no significa que no podamos celebrar una barbacoa familiar de vez en cuando, sólo que lo hagamos con un poco más de moderación y que tratemos de compensar los días que comemos carne comiendo más ensaladas, arroz, legumbres y verduras”, dijo el ministro.
Curiosamente, España es el mayor consumidor de carne de la Unión Europea, por encima de países vecinos amantes de la carne como Alemania y Francia. "La producción de carne se ha disparado", afirma Garzón. “En España se producen cada año 7,6 millones de toneladas de carne, derivadas de la matanza de 70 millones de animales, incluyendo cerdos, vacas, ovejas, cabras, caballos, aves...”.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda consumir entre 200 y 500 gramos de carne a la semana, mientras que los españoles consumen casi más de un kilo de media. "Cada vez que nos comemos 1 kilo de carne de ternera se requieren 15.000 litros de agua", tuiteó el ministro.
Naturalmente, este llamamiento se ha topado con la resistencia del sector ganadero y el primer ministro español, Pedro Sánchez, también parece reacio a renunciar a uno de sus platos favoritos. " A mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible", dijo.