Mandioca, casava, yuca: cualquiera sea el nombre con el que prefiráis llamarla, esta raíz originaria de América Central —pero muy común también en Asia y África por su notable productividad y su elevado valor energético— podría convertirse en la protagonista de vuestras recetas en 2016. Si bien la apariencia impenetrable del fruto puede hacer que parezca difícil cocinar la mandioca, en realidad, es más fácil de preparar que, por ejemplo, la calabaza o las alcachofas.
Hoy os mostraremos cómo se cocina la mandioca en Puerto Rico: dos de las muchísimas formas en las que podéis transformar esta raíz en recetas deliciosas y platos originales. Última advertencia: atención a no confundirla con la tapioca, que es el almidón que se obtiene después de un proceso posterior.
Cómo pelar la mandioca
Para pelar esta raíz, mejor utilizar un cuchillo. Lavad la mandioca, dejadla secar y cortadla en bastones de entre 7 y 8 centímetros de largo. Quitadle la cáscara y luego cortad cada bastón por la mitad o en cuartos, según el espesor. Y ahora sí, veamos cómo se cocina la mandioca.
Cómo cocinar la mandioca
La mandioca puede prepararse de la misma manera que las patatas. Ponedla en una olla, cubridla con agua fría, salad, llevad a ebullición y hervidla hasta que se ablande. Una vez tierna, solo queda quitarle el centro fibroso y estará lista para comer.
Cómo servir la mandioca
Si buscáis en Internet cómo cocinar la mandioca, encontraréis decenas de recetas. Aquí os recomendamos dos recetas puertorriqueñas: una consiste simplemente en hervirla, rociarla de aceite de oliva virgen extra y recubrirla con cebollas salteadas, mientras que la otra consiste en freírla.
Para esta última receta, primero tenéis que hervir y secar la mandioca, y luego freírla hasta que quede dorada y crocante. Podéis acompañarla con una simple salsa de ajo picado y aceite para un plato sencillo pero delicioso.