El jengibre es una de las plantas más expandidas a nivel mundial que se cultiva en todas partes, siendo apta también para cultivarla en el jardín o huerta de cualquiera casa. Se trata más bien de una raíz, que además posee múltiples propiedades medicinales y por ello es muy popular para el uso gastronómico, ya que con él se pueden preparar desde infusiones hasta galletas, o utilizarlo también como un ingrediente para añadir o condimentar muchas preparaciones.
El origen del jengibre
El origen de esta raíz comestible no se conoce con exactitud, aunque se cree que empezó a ser utilizada por primera vez en Asia Central y en el Sudeste Asiático. Sin embargo, desde tiempos remotos, es cultivada en diferentes regiones del planeta, especialmente en aquellas que tienen climas tropicales o subtropicales, como por ejemplo en zonas de Asia, África, o en países como Brasil, entre otros. Se sabe también, por ejemplo, que en China era utilizado desde el siglo XI a.C, al menos desde la dinastía Zhou.
Se estima que allá por el año 750 a.C el jengibre, cuyo nombre científico es Zingiber Officinale, llegó a Europa, más específicamente a la Antigua Roma. Actualmente, casi el 50% de la cosecha mundial de jengibre procede de la India. Esta raíz se utiliza desde hace cientos de años en la medicina popular, gracias a sus innumerables propiedades. Se sabe que en China era utilizado en el siglo XI a.C, al menos desde la dinastía Zhou.
Beneficios del jengibre para la salud
Como hemos mencionado anteriormente, el jengibre posee muchísimas propiedades y beneficios para nuestra salud. Por ejemplo, contiene un componente denominado gingerol, que es el principal compuesto bioactivo del jengibre y que posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. El consumo de jengibre ayuda a prevenir náuseas, así como a controlar el peso, bajar los niveles de colesterol, a reducir síntomas de osteoartritis y también es bueno para combatir infecciones. A su vez, el jengibre contribuye a reducir los niveles de azúcar en la sangre, y su consumo es bueno para prevenir enfermedades cardíacas. El consumo de esta raíz puede ser también beneficioso para mejorar la función cerebral, y por eso también es bueno para las personas que sufren de enfermedades como el Alzheimer.
Contraindicaciones del jengibre
Es importante destacar que, si bien no es muy común, el consumo de jengibre puede traer consigo efectos secundarios que es importante tener en cuenta. Reacciones como acidez estomacal, gases, dolor de estómago o ardor en la boca, pueden ocurrir en casos donde se ingieren más de 4 gramos por día. Pero también, y a pesar de la cantidad de beneficios que tiene este alimento, puede también generar reacciones no deseadas en ciertas ocasiones. Por ejemplo, si habitualmente se toman anticoagulantes, se sugiere no consumir jengibre ya que puede elevar el riesgo de hematomas o hemorragias. Tampoco se aconseja su consumo en la última etapa del embarazo así como si se toman fármacos para la hipertensión. El consumo de jengibre en grandes cantidades puede traer problemas para las personas que están bajo tratamiento de diabetes, o si se padece hemofilia o alguna enfermedad cardíaca. Frente a cualquier duda, siempre es mejor consultar a vuestro médico para que os asesore correctamente.
Información nutricional del jengibre
Valor nutricional por cada 100 gr. de jengibre crudo
Calorías: 80
Grasas totales: 0,8 gr
Ácidos grasos saturados: 0, 2gr
Colesterol: 0 mg
Sodio: 13 mg
Potasio: 415 mg
Hidratos de carbono: 18 gr
Fibra alimentaria: 2 gr
Azúcares: 1,7 gr
Proteínas: 1,8 gr
Vitamina C: 5 mg
Calcio: 16 mg
Hierro: 0,6 mg
Vitamina D: 0 IU
Vitamina B6: 0,2 mg
Vitamina B12: 0 µg
Magnesio: 43 mg.
¿A qué sabe el jengibre?
El jengibre posee un sabor muy particular, ya que es un poco picante y a la vez posee un particular aroma que mezcla lo floral y lo cítrico. Todo esto hace que el sabor de esta raíz sea particularmente invasivo, y por eso es importante consumirlo o añadirlo en pequeñas cantidades. Al ingerirlo, se sentirá un calor muy especial que calentará la boca y el estómago, especialmente cuando sea bebido como una infusión o como un ingrediente agregado en alguna comida.
Recetas con jengibre
Ahora que ya conocéis más sobre esta fascinante raíz, a la que se le puede dar múltiples usos y que además dará un toque distintivo a tus preparaciones, os traemos algunas propuestas de recetas para que probéis qué tal queda el jengibre en algunos platos.
Por ejemplo, esta mágica especie de sopa de lentejas rojas, conocida como la receta de dahl capaz de salvar vidas, lleva un poco de jengibre. Y como se trata de un plato que lleva bastante limón, la combinación es perfecta. También, podéis utilizar jengibre para preparar soja china, la receta con la cual Wang Zhicheng llegó a ser finalista del premio S.Pellegrino Young Chef 2019-2021.
Y si lo que deseáis es utilizar el jengibre para alguna bebida, también os traemos la receta del mejor Chai Latte que probarás, que entre las hierbas con las que se prepara se encuentra esta raíz de sabor picante. No os perdáis estas propuestas, que seguro quedarán espectaculares y os encantarán, y así el jengibre pasará a ser de los ingredientes siempre presentes en casa.
Cómo conservar el jengibre fresco
La forma más efectiva para conservar la raíz de jengibre fresca y por muchos meses consiste en, en primer lugar, enrollar el jengibre fresco con papel absorbente de cocina, pero sin quitarle la cáscara. Luego, hay que introducir el jengibre ya enrollado en una bolsa de plástico que idealmente posea un sistema de cierre hermético. El jengibre guardado en una bolsa se puede conservar directamente en la nevera por bastante tiempo.