Se dice que el té es la bebida más popular a nivel internacional, y esto no falta a la razón, ya que es la más consumida en todo el mundo, incluso más que el café y la cerveza, por ejemplo. Es que estamos hablando de una bebida milenaria, de las más antiguas que se conocen en el mundo y que se ha ido extendiendo paulatinamente por todo el planeta. Distintas leyendas son las que se cuentan sobre el origen del té, que si bien es un poco incierto, hay versiones que afirman que se consumió por primera vez en China hace unos 5000 años. Cierto o no, lo que sí se sabe con certeza es que fue en ese país donde se comienza a extender su popularidad, especialmente para fines medicinales. Hoy en día, esta bebida se consume también para prevenir o recomponerse de enfermedades o malestares, así como para ayudar a combatir el sueño, estrés, cansancio, entre otras.
El té como hierba proviene de una planta llamada Camellia sinensis, originaria del sudeste asiático. Pertenece a la familia de las teáceas, y de sus hojas se extraen los tés más comunes, como el verde y negro. Actualmente, China e India son los principales productores de té del mundo. Junto a Sri Lanka y Kenia, abarcan el 75% de la producción total del planeta.
En esta guía os contaremos todo sobre los tipos de té y sus propiedades, así que poned agua a hervir para preparar vuestro té preferido mientras conocéis más sobre esta milenaria bebida.
Té verde
Comenzando con el té verde, vale decir que es de las variedades más famosas que existen. Las hojas, luego de ser cosechadas, se dejan secar y se procesan con calor, cociendo o tostándose, dependiendo del país productor. El té matcha, que se ha popularizado en los últimos años, pertenece a esta categoría. El té verde contiene muchas propiedades que son beneficiosas para nuestra salud. Es bajo en teína, muy rico en flavonoides, que es un excelente componente para la salud arterial y del corazón, y también posee propiedades antiinflamatorias, lo que ayuda a mantener una piel más limpia. A su vez, el té verde es conocido porque es beneficioso para reducir el estrés, aporta vitaminas A, C y E, y es uno de los tés con más cantidad de antioxidantes. Su consumo ayuda a minimizar los niveles de colesterol malo y la coagulación de la sangre.
Té matcha
Como mencionábamos más arriba, este té pertenece a la categoría de tés verdes: proviene de la misma planta, pero contiene niveles más concentrados de cafeína y también de antioxidantes y aminoácidos, como la L-teanina. Además, se cosecha de modo diferente: las hojas se cubren entre 20 y 30 días antes de la cosecha para que adquieran su color característico (verde) y, luego de cosecharse, se muelen. Es por eso que el té verde se consigue solo en polvo. En cuanto a los usos, a diferencia de otros tés, se utiliza tanto para preparar infusiones como en la elaboración de recetas de repostería. Si bien es bajo en calorías y azúcares, sus características nutricionales dependerán del tipo de preparación. Gracias a su alto contenido de antioxidantes, mejora la función cognitiva y la salud cardiovascular, además de reducir el estrés por su contenido de L-teanina.
Té negro
Este té es también elaborado con hojas de la planta Camellia sinensis, aunque para lograr su color, las hojas se fermentan y se dejan secar. Su sabor intenso es consecuencia de la oxidación que se produce en el proceso de secado. Es el té que más cafeína tiene, aunque no llega a los niveles que tiene el café. Sin embargo, es una bebida ideal para dar energía a nuestro cuerpo sin tener que inclinarse por el consumo del café. Es por eso que muchos utilizan al té negro como sustituto del café.
Este tipo de té posee importantes propiedades y beneficios para la salud, ya que es un excelente aliado para combatir la inflamación y favorece una función inmunitaria saludable. Sus principales componentes activos son los flavonoides, que tienen también propiedades antioxidantes, ideales para combatir el envejecimiento de las células.
Té blanco
La producción de esta variedad de té implica un menor procesamiento en comparación con otros tés, y por eso su sabor es más suave y delicado. Se cosecha antes de que las hojas abran completamente, lo que significa que aquellos brotes más jóvenes mantengan unos finos pelos blancos. Al cosecharse, las hojas no se oxidan al nivel de las hojas del té verde o negro, por ejemplo.
Este té tiene un muy bajo nivel de cafeína, es eficaz para combatir el envejecimiento de nuestras células gracias al alto nivel de antioxidantes que posee, y es muy bueno para mantener una buena higiene dental, gracias a las catequinas, flúor y taninos, que ayudan a combatir la placa bacteriana. Su consumo protege nuestro sistema de enfermedades hepáticas y ayuda a bajar de peso.
Té rojo
La elaboración de este tipo de té se descubrió de manera casual al tratar de prolongar la conservación del té verde. El té rojo es conocido por ser el té que más beneficios tiene para nuestro organismo y el que menos contraindicaciones tiene. Su maduración se hace durante un largo período de tiempo en bodegas o cuevas naturales para obtener una mejor calidad.
Conocido también como el “té de los emperadores”, el consumo de este té de color rojizo oscuro y sabor particular favorece una adecuada digestión. Es bueno también para dietas cuyo fin es la pérdida de peso, así como para la protección del hígado. Es antioxidante y ayuda a regular el colesterol. Además, tiene un efecto calmante y levanta el estado de ánimo. No aporta calorías y es un buen sustituto de las bebidas azucaradas.
Té oolong o azul
Esta es una variedad de té tradicional chino, también elaborado con hojas de la planta Camellia sinensis. Este té tiene un punto intermedio de oxidación entre el verde y el negro. Por eso, su resultado es un té de color azulado.
Actualmente, es un tipo de té muy consumido por sus propiedades antioxidantes, que ayuda a adelgazar y combate el colesterol. Es una bebida recomendada para mejorar la digestión, y por eso es buena su ingesta luego de las comidas. Ayuda a reforzar el sistema inmunitario del organismo y contiene polifenoles, que se relacionan con la disminución del riesgo de diabetes y la reducción de inflamaciones. En cuanto a su sabor, y si lo comparamos con el del té verde, el té oolong posee un sabor más dulce.
Té amarillo
Esta variedad de té es tal vez la menos conocida, pero muy apreciada entre los especialistas de esta infusión. Es un té especial que se procesa de similar forma al té verde. Su fermentación es detenida, lo que le da este color amarillento, como también un sabor delicado, sutil, y de aroma suave. Se lo puede ubicar entre el té blanco y el té verde.
Si os interesan otras maneras de tomar té, podéis seguir leyendo cómo preparar un delicioso chai latte. Esta bebida cuyo nombre “chai” significa té en hindi, actualmente es muy consumida en cafés de todo el mundo y puede prepararse de muchas formas. Por otro lado, os invitamos a conocer todo sobre la kombucha, una bebida fermentada a base de té, también conocida como “hongo de té”. Su consumo se ha popularizado durante los últimos años ya que posee una gran cantidad de beneficios para nuestra salud. Os invitamos a probar y aprender más sobre estas fascinantes bebidas.