El verano es sinónimo de ensaladas. Son la forma perfecta de utilizar ingredientes de temporada y convertirlos en algo delicioso y ligero cuando brilla el sol.
Hay innumerables recetas de ensaladas clásicas disponibles, como una ensalada griega con tomates, pepinos, aceitunas negras y queso feta; o una ensalada de la huerta inglesa con todos los ingredientes de temporada del jardín; y variaciones de la ensalada de pollo o una ensalada de col con un toque actual. Todas ellas permiten disfrutar de los sabores de temporada de las frutas y verduras del verano.
¿Qué ponerle a una ensalada?
La ensalada de pasta (o ensalada de macarrones, como se conoce en EE. UU.) es una forma estupenda de aprovechar las sobras de pasta y puede ser un magnífico plato principal o incluso una guarnición. Por su parte, una ensalada verde con aderezo clásico de aceite y vinagre, como una ensalada francesa, es la sencillez hecha comida. La ensalada de patatas es una excelente guarnición en cualquier época del año y puede acompañar a cualquier tipo de ensalada, mientras que añadir judías verdes convertirá cualquier ensalada en una comida completa. A veces, la ensalada que se prepara sobre la marcha con lo que hay en la nevera, con un chorrito de aceite de oliva y un toque de sal marina, es la más satisfactoria de todas. Aquí tienes algunos ingredientes que puedes utilizar en una ensalada: prueba todas las combinaciones que quieras y disfruta.
Hojas verdes
Las hojas verdes son la base de la mayoría de las ensaladas de verano, sobre todo las de hoja oscura, como la berza, que aportan un delicioso sabor amargo sobre el que se pueden añadir más ingredientes, como frutas dulces, verduras o proteínas. La lechuga romana es la base de algunos clásicos, como la ensalada César. Las acelgas aportan frescura y un agradable toque amargo mientras que el bok choy se caracteriza por su agradable y crujiente frescura y funciona bien en ensaladas de inspiración asiática.
Verduras picadas
Elige cualquier verdura de temporada para picarla y añadirla a tu ensalada. Zanahorias, calabacines, tomates, pepinos, judías verdes, pimientos, guindillas, aceitunas, cebollas, cebolletas, maíz, o cualquier otra cosa que tengas a mano, se puede picar finamente y mezclarla con un puñado de perejil de hoja plana y un aliño de vinagreta, o un chorrito de zumo de limón, y constituyen un excelente plato principal o de acompañamiento.
Frutos secos y semillas
Las nueces, las nueces de Brasil, los cacahuetes y las avellanas son excelentes complementos para una ensalada de verano. Aportan un toque crujiente y salado al plato y, por supuesto, proteínas para hacerlo más nutritivo. Los frutos secos y las semillas son una buena fuente de proteínas, grasas saludables, fibras, vitaminas y minerales.
Hierbas frescas
Un puñado de hierbas frescas, picadas finamente sobre una ensalada verde, añaden otra capa de sabor sobre las verduras de hoja verde, las hortalizas picadas y los frutos secos y semillas. El perejil, la albahaca, la salvia, el cebollino, el cilantro, la menta, el eneldo y el orégano son hierbas maravillosas que aportan carácter y sabor.
Frutas secas o frescas
Las frutas secas o frescas, como las naranjas, los albaricoques secos, las ciruelas pasas o los higos, aportan dulzura y frescura a una ensalada. En las ensaladas asiáticas se suelen añadir mandarinas, mientras que en la clásica ensalada Waldorf americana se utilizan manzanas troceadas. Los tomates secos, por supuesto, son siempre bienvenidos.
Frijoles y legumbres
Las alubias y las legumbres, como los garbanzos, los guisantes, las lentejas, las alubias rojas, las alubias negras, la soja, las alubias pintas, las alubias blancas y los cacahuetes, contienen antioxidantes que ayudan a prevenir el daño celular y a combatir las enfermedades y el envejecimiento.
Queso
El queso azul va bien con la ensalada Cobb y el parmesano con la ensalada César, pero puedes añadir cheddar, gruyere, edam o emmental... de hecho, cualquier tipo de queso duro o blando combina bien con una ensalada añadiendo proteínas, calcio, grasas y proteínas.
Huevos
Los huevos cocidos son un ingrediente de la ensalada Cobb, y añadirlos a la ensalada es un gran aporte de proteínas. Pero los huevos son una gran ensalada en sí mismos: la ensalada de huevo, mezclada con mayonesa, cebolletas picadas y una pizca de perejil picado, es simplemente deliciosa.
Carne
Por lo general, la carne preferida para una ensalada es el pollo, pero la ternera poco hecha también funciona bien. La carne no siempre es necesaria, pero añadirla a una ensalada es un recurso excelente, ya que la frescura de la ensalada combina fenomenal con el sabor salado de la proteína de la carne. Las carnes marinadas también funcionan de maravilla.