Las frutas son un alimento que forma parte de nuestra dieta diaria y que consumimos en mayor o menor medida. Son uno de los alimentos más sanos, por los nutrientes y propiedades que aportan a nuestro organismo. Consumir frutas de manera frecuente ayuda a alcalinizar la sangre, y a incorporar vitaminas y minerales esenciales para mantener una salud equilibrada. Pero ¿conoces cuántos tipos de frutas existen en el mundo? En esta guía te invitamos a descubrir todo lo que tienes que saber sobre las frutas y sus variedades.
Frutas tropicales y las frutas exóticas
Tal como lo indica su nombre, este tipo de frutas son originarias de zonas con clima tropical, ya que para crecer tienen que ser cultivadas en ambientes con este tipo de condiciones meteorológicas. Si bien la mayoría de las frutas tropicales provienen de países de América Latina y el Caribe, así como también de algunas zonas de África, lugares como la Costa Tropical de Málaga o las islas Canarias son también lugares propicios para plantar estas frutas.
También denominadas frutas exóticas en países que no son productores de esta variedad, las frutas tropicales son ricas en antioxidantes y carotenos, ayudan a disminuir los niveles de colesterol, favorecen la digestión, aportan saciedad, son altamente refrescantes y en verano son un aliado perfecto para evitar la deshidratación. Contienen vitamina A y C en importantes cantidades, así como magnesio, hierro, ácido fólico, fósforo y potasio. Y, por supuesto, lo que más destaca de estas frutas es la variedad de colores y formas, que las hacen muy atractivas y especiales.
Fruta de la pasión: conocida también como pasionaria o maracujá, su sabor es dulce y exótico. Es rica en antioxidantes, vitaminas, sales minerales y fibras que contribuyen al correcto funcionamiento del intestino y a regular el nivel de colesterol.
Durián: proveniente del sudeste Asiático, esta fruta cuya cáscara está cubierta por pinchos se caracteriza por un sabor dulce muy intenso y una textura muy particular. Requiere ser manipulada con guantes y es conocida también por ser la “fruta más apestosa del mundo” dado el olor intenso que desprende.
Kiwano: de color amarillo anaranjado, esta fruta también es conocida como pepino o melón africano. Proveniente de Australia y Nueva Zelanda, aporta una buena dosis de vitaminas C y B6, contiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y también es fuente de magnesio, calcio, potasio y hierro.
Carambola: lo que distingue a esta fruta es su forma, similar a la de una estrella. Es recomendable consumirla cuando está bien madura, ya que de lo contrario su sabor es bastante ácido. Es rica en potasio y vitamina C, y además contiene poco sodio y azúcares.
Fruta del dragón: popularmente conocida como pitaya, su color rosa-rojo intenso y las escamas de su cáscara llaman la atención. Su sabor es fresco y delicado, y su gran aporte de vitaminas A, B y C la hacen un superalimento y una gran fuente de energía para nuestro organismo.
Chirimoya: proveniente de Perú y Ecuador, esta fruta se caracteriza por tener un sabor a banana y piña al mismo tiempo. Se utiliza para preparar postres, ya que cuando está bien madura sólo necesita unas horas de refrigerador para alcanzar una consistencia cremosa e ideal para días calurosos. Ayuda mucho a controlar la saciedad y es muy rica en proteínas.
Guayaba: ideal para preparar zumos y mermeladas, la guayaba ayuda a controlar la intolerancia a la glucosa y contiene un alto poder antioxidante.
Lichi: originaria de China, esta pequeña fruta tropical tiene un sabor muy similar al de la cereza. Perfecta para zumos, aporta vitaminas B, C y E y antioxidantes, y es muy recomendable para el sistema nervioso y digestivo.
Papaya: esta fruta tropical muy similar al mango contiene papaína, una enzima que favorece la digestión de proteínas, y por eso es muy recomendada para quienes tienen problemas digestivos. Aporta vitaminas A y C, antioxidantes y potasio, y también ayuda a prevenir la retención de líquidos y toxinas.
Además de las frutas tropicales listadas, existen otras también conocidas, tales como el tamarillo, kumquat, mangostán, tomatillo, rambután, y muchas más.
Frutos secos
Los frutos secos forman parte de los alimentos que deberíamos consumir a diario, ya que sus propiedades nutricionales son ideales para mantener un estado físico saludable. Si bien hay que consumir los frutos secos en pequeñas cantidades, cada uno de ellos se destaca por nutrientes particulares que los hacen especialmente interesantes para las funciones de nuestro organismo.
Almendras: es el fruto seco que más calcio aporta, lo que lo convierte en un aliado para prevenir enfermedades óseas.
Anacardo: más conocido como castaña de cajú, es uno de los frutos secos más ricos y saludables, ideal para incorporar a una dieta baja en calorías.
Avellanas: ayudan a reducir los lípidos en sangre y a prevenir el bloqueo de arterias y vasos sanguíneos.
Nueces: ricas en grasas Omega 3, estos frutos secos son ideales para reducir niveles de colesterol y prevenir problemas de circulación.
Nueces de macadamia y nueces pecanas: su alto contenido calórico hace de estos frutos secos una fuente excepcional de energía.
Pistachos: aportan fibras en importantes cantidades, haciendo a este fruto ideal para combatir problemas de estreñimiento intestinal. Además, contiene un elevado poder antioxidante y es muy rico en magnesio, calcio y hierro.
Frutas cítricas
Las frutas cítricas se caracterizan por su gran aporte de vitamina C. Ideales para acompañar dietas antioxidantes, ya que ayudan a disolver rápidamente los ácidos úricos del organismo, estas frutas también son recomendables para reducir la formación de colesterol y prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas.
Entre las frutas cítricas más conocidas encontramos el limón, la naranja, la mandarina, el pomelo y la clementina, entre otras. Pero también la piña, la mora y la uva forman parte de la lista de frutas cítricas.
Frutas ácidas y semiácidas
Las frutas ácidas y semiácidas se caracterizan por ayudar a reducir el colesterol, los triglicéridos y el ácido úrico. Además son ricas en vitaminas, minerales y fibras.
Entre las frutas ácidas más conocidas encontramos al kiwi, la manzana, la piña o la naranja. Y en el grupo de las semiácidas, se destacan la fresa, el membrillo, el níspero, la frambuesa y el melocotón, entre otras.
Frutas neutras
En esta clasificación encontramos principalmente al coco, al aguacate, a la aceituna, pero también a algunos frutos secos como la almendra, la avellana, la castaña, la macadamia o el maní. Las frutas neutras son ricas en proteínas, oligoelementos, vitaminas y sales minerales, elementos fundamentales para nuestro sistema inmunológico y muscular. Además, todas estas frutas aportan grasas saludables.
Frutas dulce
La mayor parte de las frutas pueden ser catalogadas como fruta dulce. Su particularidad es que no contienen ácidos, pero sí una gran cantidad de vitaminas, principalmente A, C y D. Son muy saludables y con propiedades antioxidantes destacables.
En esta categoría de frutas podemos encontrar plátanos, cerezas, higos, sandía, melón, granada, grosella, pera, uva, y muchas otras más.
Frutos rojos/bajas
Los frutos rojos se caracterizan por ser una fuente de nutrientes muy saludables para nuestro cuerpo. Aportan vitaminas y su consumo es ideal para incorporar sus beneficios antioxidantes. Entre este tipo de frutos encontramos, por supuesto, a la fresa, la cereza, la frambuesa o el arándano, pero también los tomates, la manzana roja, el pimiento, la uva tinta o la ciruela forman parte de esta categoría.
¿Cómo conservar correctamente la fruta?
Si bien es recomendable consumir la fruta lo más fresca posible, especialmente para que conserve todos sus nutrientes, la mejor manera de conservarla es fuera de la nevera, en un lugar seco, fresco y lejos de la luz solar. De esta forma, las frutas se conservarán en buenas condiciones hasta el momento de su consumo.