Cuando empecé a cocinar quinua, los resultados estaban lejos de ser satisfactorios. Si bien seguía las instrucciones de los envases, acababa con un compuesto pastoso y poco atractivo. Deseaba fervientemente una quinua suave que mantuviera su forma una vez mezclada en las ensaladas. Y fue así como emprendí un viaje que me llevó hasta mis raíces puertorriqueñas.
Crecí en una casa en la que el arroz al dente era el objetivo y el arroz pastoso era un fracaso que debía tirarse a la basura y volver a prepararse desde cero. Me pregunté si cocinar la quinua utilizando "mi" técnica para el arroz podría funcionar. ¡Y funcionó!
Cómo cocinar la quinua a la perfección
Son dos los motivos por los que esta técnica funciona: utilizo como ración una taza y media de líquido por cada taza de quinua y tuesto las semillas (sí, la quinua es una semilla) antes de agregar el líquido. Y agrego un tercer truco, que mejora el sabor, pero deja intacta la textura: utilizo caldo vegetal en lugar de agua.
He aquí la receta (con algunos consejos) para cocinar la quinua a la perfección:
- Medid la cantidad deseada de quinua y enjuagadla en agua fría.
- Calentad un poco de aceite (aproximadamente una cucharada por cada taza de quinua) en una sartén antiadherente a fuego medio-alto.
- Saltead ajo y cebolla, si os apetece.
- Agregad la quinua, mezclad bien y en forma continua para que no se queme.
- Cuando parezca seca y el agua se haya evaporado, agregad el caldo.
- Cuando todo el líquido se haya consumido, bajad el fuego al mínimo, cubrid y dejad cocer durante 20 minutos.
- Apagad el fogón y dejad reposar otros 20 minutos con el recipiente cubierto.
- Mezclad con un tenedor.