La melaza, conocida también como miel de caña, es un producto de origen vegetal que, a diferencia de la típica miel de abejas, se obtiene de la caña de azúcar, cuando ésta se somete al proceso de producción de dicho endulzante. Es decir que estrictamente no se trata de un tipo de miel, sino más bien es una especie de néctar, de textura densa y color oscuro. No lleva ningún ingrediente extra. Se trata de un endulzante 100% natural, que luego de ser filtrado y cocido no precisa ningún aditivo químico. Además de endulzar, es un producto que posee infinidad de beneficios para nuestro cuerpo y que se utiliza en la elaboración de, por ejemplo, salsa de soja o cerveza negra.
Para quienes quieren llevar un estilo vegano de alimentación la miel de caña o melaza es la mejor alternativa a la miel, ya que no se trata de un producto derivado de un animal.
Si bien se la denomina comúnmente como miel de caña o melaza, se la puede encontrar con otros nombres, tales como mieles finales, miel negra o melazas blackstrap, todas formas válidas para referirse a este producto.
Ya os hemos contado acerca de otros endulzantes que pueden usarse alternativamente si no queréis consumir tanto azúcar, tales como la panela o la estevia. Aquí os invitamos a conocer un poco más sobre la miel de caña o melaza, para que incorporéis otras opciones saludables y nutritivas a vuestra alimentación.
¿Qué es la miel de caña?
Técnicamente, la miel de caña o melaza es un residuo que se genera durante la producción de azúcar, cuando a la caña se la somete a un proceso de quema y prensado. El jugo que se obtiene de ese proceso se hierve y se centrifuga hasta obtener un líquido de textura viscosa y color oscuro, que es la melaza.
Este endulzante no lleva ningún tipo de aditivo químico y tampoco se extrae de animales, con lo cual se trata de un endulzante natural, con propiedades muy beneficiosas para nuestro organismo, que lo convierten una alternativa sana al azúcar así como a la miel de abejas.
Melaza: propiedades y beneficios
La melaza posee propiedades muy beneficiosas para nuestro organismo. Entre las principales ventajas de consumir esta miel de caña podemos mencionar que nos ayuda a prevenir la osteoporosis gracias a su alto contenido de magnesio y calcio, ambos componentes que son muy buenos para el fortalecimiento de los huesos. Su aporte calórico es ideal para darle energía a nuestro cuerpo, y por eso se recomienda el consumo de melaza a los deportistas. El cobre que contiene nos ayuda a mantener nuestro cabello sano y fuerte, y como también la miel de caña es una fuente de hierro es muy buena para las personas que sufren de anemia así como para las embarazadas. Como sustituto del azúcar, la melaza puede ser consumida también por quienes sufren de diabetes, además de que ayuda a reducir la acidez y el estreñimiento.
Otras propiedades que vale la pena destacar son el alivio del acné, la prevención de la fatiga y dolores de cabeza, y su bajo contenido de grasas, entre otros.
¿A qué sabe?
El sabor de la melaza es bastante particular. Si bien sirve para endulzar también tiene un toque un tanto ahumado, por lo cual no podríamos decir que su sabor es puramente dulce. Además, según de qué tipo de melaza estemos hablando, puede tener un sabor más fuerte y concentrado, o un poco más suave, y hasta incluso con una pizca de amargo.
Uso en la cocina: recetas de miel de caña
La miel de caña admite varios usos en diferentes tipos de recetas. Aquí os presentamos algunas para que esta maravillosa alternativa del azúcar forme parte de vuestra cocina.
Un riquísimo pan de jengibre con suero de leche puede ser cocinado perfectamente con miel de caña como ingrediente endulzante.
Las berenjenas también se pueden preparar con miel de caña. Una receta auténtica y original que realmente os sorprenderá a todos los comensales.
Y si queréis un sano y riquísimo acompañamiento para tomar un té o un café, qué mejor que estas galletas de melaza, suaves y ligeramente especiadas, que os harán recordar a las recetas típicas de la abuela.