Loukoumades

En un bol grande, mezcla el agua, el azúcar y la levadura. Reservar durante 10 minutos hasta que la levadura empiece a burbujear y la mezcla se vuelva espumosa.

Añadir la harina, la maicena, la leche y el aceite de oliva. Mezclar bien y a continuación amasar durante 5 minutos hasta obtener una masa homogénea.

Cubre el bol con film transparente y resérvalo en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.

Preparar el sirope de miel mientras la masa fermenta. Mezclar una taza de agua, el azúcar y la miel en un cazo pequeño. Remover y llevar a ebullición; a continuación, reducir el fuego y cocer a fuego lento durante unos 20 minutos. Retirar del fuego y reservar.

Cuando la masa esté lista, golpéala para desinflarla. Haz pequeñas bolas de masa del tamaño de una pelota golf y colócalas en una bandeja grande o en una sartén.

Verter el aceite de freír en una cacerola pequeña, llenándola hasta la mitad. Calienta el aceite a fuego medio hasta que empiece a burbujear. Prepara una bandeja grande con una hoja de papel de cocina encima y colócala cerca (para escurrir los buñuelos al sacarlos de la sartén).

Con una cuchara ligeramente untada en aceite, colocar con cuidado las bolas de buñuelo en el aceite caliente (sin llenar demasiado la cacerola). Freír los loukoumades durante 2 o 3 minutos, dándoles la vuelta suavemente con una cuchara, hasta que adquieran un color dorado por todas partes.

Con una espumadera, pasar los loukoumades fritos a la bandeja forrada con papel de cocina y dejarlos escurrir brevemente. Sumerge los loukoumades en el almíbar, procurando que permanezcan calientes en el almíbar frío. Remuévelos ligeramente hasta cubrirlos del todo y pásalos a un plato de servir. Repite este proceso hasta que todos los loukoumades fritos estén bañados en almíbar.

Cuando hayas colocado todos los loukoumades en la fuente de servir, échales un poco más almíbar. Espolvoréalos con azúcar glas y canela antes de servir.

Loukoumades veganos

Ingredientes

250 g de harina de panadería

200 ml de agua

50 g de levadura madre

1 cucharada (12,5 g) de azúcar en polvo

1/2 cucharadita (2 g) de sal

4,2 tazas (1l) de aceite vegetal

Nueces picadas

Canela

Sirope de agave

Preparación

Mezclar la harina y el agua y amasar ligeramente durante 2 minutos. Dejar reposar la masa tapada durante 30 minutos.

Incorporar el fermento de masa madre a la mezcla y amasar ligeramente durante 2 minutos. Dejar reposar la masa, tapada, durante 30 minutos.

Añadir el azúcar y la sal a la masa. Formar pequeños hoyuelos con los dedos y amasar durante 2 minutos. Dejar reposar la masa, tapada, durante 90 minutos. Calentar alrededor de un litro de aceite vegetal en una freidora, una olla honda o un horno holandés.

Tomar pequeñas porciones de masa, aproximadamente del tamaño de una pelota de golf, pellizcándolas entre el pulgar y el índice. Mételas en el aceite utilizando una cuchara ligeramente engrasada.

Freír hasta que las bolas de buñuelos adquieran un ligero color dorado, asegurando una cocción uniforme y removiéndolas suavemente con una espumadera.

Deja escurrir los buñuelos sobre un paño de cocina durante 3-5 minutos antes de servirlos con tus ingredientes preferidos.

Consejos y recomendaciones

Para conseguir la textura ideal de los loukoumades, deja que la masa se endurezca el tiempo suficiente hasta alcanzar su esponjosidad característica.

Procura que la levadura sea de buena calidad. Si la levadura no se vuelve espumosa y burbujeante, utiliza otra.

Evita llenar demasiado la sartén: fríe los loukoumades por tandas. No intentes meter demasiados en la sartén al mismo tiempo, ya que esto impedirá que adquieran la textura crujiente deseada por fuera mientras que el interior podría quedar blando.

Prepara el almíbar con antelación. Debe estar a temperatura ambiente cuando cubras sus loukoumades con él. Si lo haces el día anterior, tendrás tiempo suficiente para que alcance la temperatura ambiente.

Cómo servir los loukoumades

Los loukoumades se suelen degustar empapados en sirope de miel caliente, espolvoreados con canela y adornados con nueces picadas, pistachos machacados o semillas de sésamo tostadas para darles un delicioso toque crujiente que complementa su textura suave y dulce. En versiones modernas, los loukoumades pueden ir acompañados de salsa de caramelo o chocolate, o incluso de un generoso chorrito de sirope de arce. Para un capricho extra, se puede añadir una bola de helado de vainilla por encima.

Historia y origines

El origen de los loukoumades se remonta a los antiguos Juegos Olímpicos. Los griegos rendían tributo a los dioses, y la recompensa consistía en fichas comestibles de miel, que eran básicamente masa frita empapada en miel. Aunque los Juegos Olímpicos modernos ya no ofrecen loukoumades como premio, estos buñuelos siguen siendo venerados en Grecia. En cualquier ciudad griega se pueden encontrar tiendas dedicadas a la venta de estas delicias.