PARA LAS TAPAS
Coloca la mantequilla en una olla y derrítela a fuego medio hasta que dore.
© Shutterstock
¿Te encanta el helado? ¿Quieres probar una alternativa que le dé una vuelta de tuerca? A mitad de camino entre el helado y la torta, esta receta de sándwiches de helado te encantará. Ideal para tomar como postre o merienda o en cualquier otro momento del día en que te apetezca un tentempié fresco y suculento.
PARA LAS TAPAS
Coloca la mantequilla en una olla y derrítela a fuego medio hasta que dore.
Deja atemperar unos 10 minutos. Mientras tanto, precalienta el horno a 160 °C y forra dos bandejas con papel de horno.
En un recipiente, mezcla la mantequilla enfriada con el azúcar moreno y la sal. Agrega el huevo, el agua y el extracto de vainilla y mezcla bien. Añade los trocitos de chocolate.
Incorpora la harina y el bicarbonato, y añade el chocolate troceado. No te preocupes si la masa queda floja, es normal. Puedes dejar que se enfríe para que tome más consistencia antes del horneado.
Coloca cucharadas de masa en las bandejas forradas, dejando espacio entre cada galleta.
Hornea entre 9 y 11 minutos, hasta que se sequen, sin que se doren demasiado. Deja enfriar por completo antes de rellenar.
PARA EL HELADO (sabor galleta)
Bate las yemas con una parte de leche. Reserva.
Muele las galletas y mézclalas con el resto de la leche en un recipiente. Reserva.
En un cazo, coloca la nata, el azúcar, la canela y la miel y calienta a fuego medio-bajo unos minutos, hasta amalgamar.
Incorpora la preparación de galletas y leche a la mezcla de nata y sigue mezclando sobre el fuego hasta que las galletas se disuelvan.
Agrega la mezcla de yemas y leche en forma de hilo, revolviendo constantemente, para que las yemas se cocinen.
Coloca la mezcla en un molde redondo de 30 cm de diámetro forrado con papel film y lleva al congelador durante 7 horas, removiendo cada tanto, al menos tres veces, para evitar la cristalización.
Corta el helado en círculos y colócalos entre dos galletas para armar los sándwiches. Lleva al congelador.
La miel evita la cristalización del helado, pero para obtener los mejores resultados, es importante removerlo cada tanto (aproximadamente 30 minutos) al menos dos o tres veces.
Si congelas el helado en un molde, siguiendo la receta anterior, obtendrás una especie de plancha que podrás cortar directamente con cortador para formar sándwiches perfectos.
La receta anterior te permite preparar tu sándwich “desde cero”. Sin embargo, si tienes poco tiempo (o mucho antojo), puedes preparar la versión rápida. Para eso, utiliza galletas de paquete (por ejemplo, las galletas María) y el helado ya listo, de heladería o de supermercado, de tu gusto favorito. Si quieres usar las galletas de paquete, pero preparar el helado tú, puedes probar esta receta de helado casero sin heladera.
La mejor forma de conservar estos deliciosos sándwiches es envolviéndolos por separado, por ejemplo, en papel film, para evitar que pierdan la forma y se peguen entre sí. Una vez envueltos, puedes colocarlos en bolsas herméticas para freezer o bien en contenedores.
Rebujito con hierbabuena: receta tradicional andaluza
Siguiente Receta