Para preparar una panna cotta con fresas, comienza llenando un recipiente con agua fría.
Agrega las láminas de gelatina, asegurándote de que queden completamente sumergidas.
Deje la gelatina en el agua durante 10 minutos.
A continuación, te indicamos cómo hacer panna cotta con fresas siguiendo unos sencillos pasos.
La panna cotta es uno de los postres de cuchara italianos más populares y conocidos. Preparar una panna cotta es fácil y rápido, pero recuerda que debes dejarlo reposar en la nevera durante al menos 4 horas antes de servirla.
Te contamos cómo hacer una panna cotta con fresas, explicada paso a paso.
Para preparar una panna cotta con fresas, comienza llenando un recipiente con agua fría.
Agrega las láminas de gelatina, asegurándote de que queden completamente sumergidas.
Deje la gelatina en el agua durante 10 minutos.
Mientras la gelatina se ablanda, corta la vaina de vainilla por la mitad a lo largo.
Con la punta de un cuchillo, raspe las semillas, un ingrediente esencial de la panna cotta.
Vierte la nata en un cazo y añade la vaina de vainilla, sus semillas y el azúcar.
Remuévelo todo bien y ponlo al fuego. Calienta la nata hasta que veas que aparecen pequeñas burbujas en los lados de la sartén (esto tardará unos 5 minutos). Ten cuidado de que la nata no hierva.
Apaga el fuego, cuela la gelatina y añádesela a la nata.
Mezcla bien con un batidor para disolver la gelatina. Retira la vaina de vainilla y vierte la nata cocida en tazones individuales. Déjalo reposar en la nevera al menos 4 horas.
Adorne la crema con fresas antes de servir.
Si te apetece, también le puede añadir unas hojas de menta o tomillo.
Una panna cotta bien hecha debe estar salpicada de semillas de vainilla negras. Esto demuestra que contiene vainilla real y no una simple esencia.
Puedes decorar la panna cotta con otro tipo de frutos rojos o servirla en capas con gelatina de mango o melón o con cualquier otra gelatina de frutas de su elección.