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Origen
La polenta frita es una receta de origen italiano, más específicamente del norte de Italia, que se prepara a base de harina de maíz. A día de hoy, se ha convertido en un clásico en diferentes regiones de este país. Aunque el maíz es de origen americano, gracias a la versatilidad de este alimento, tanto en Italia como en otros países de Europa han adaptado sus usos para preparar platos ajustados a los gustos característicos del continente. Ya hacia fines del año 1500 el maíz era un cultivo muy popular en Italia, que rápidamente se convirtió en uno de los ingredientes más utilizados en las comidas de la clase trabajadora. Se trataba de un alimento de bajo costo y a su vez muy nutritivo, por lo que se convirtió en uno de los alimentos más utilizados en las mesas de las familias más pobres. Por su popularidad, llegó más adelante a la aristocracia y se la comenzó a utilizar en otras recetas italianas. Actualmente, es uno de los platos preferidos por muchos. Si os interesa conocer más, no dejéis de visitar nuestra guía sobre qué es y cómo se prepara la polenta.
Cómo hacer polenta frita paso a paso.
En una olla u otro recipiente grande, se debe calentar a fuego medio el agua con la mantequilla junto con todos los condimentos mencionados, excepto por la rama de romero, ya que la utilizaremos en el siguiente paso. Mezclar muy bien y revolver todo hasta que hierva.
Cuando la mezcla empiece a hervir, se debe añadir poco a poco la polenta en forma de lluvia. Revolver constantemente con una cuchara de madera. Añadir, ahora sí, la ramita de romero.
Luego de unos 5 minutos aproximadamente comenzará a formarse una mezcla espesa, y es en este momento en que se debe apagar el fuego. Luego, retirar la ramita de romero y dejar reposar con la tapa puesta por unos minutos.
En una bandeja de vidrio o similar, pintar con aceite o mantequilla todo el fondo, y luego verter la polenta aún un poco tibia en este molde, aplastando y emparejando con una cuchara o paleta hasta que se logre un grosor aproximado de 1 centímetro. Dejar reposar un poco más hasta que se enfríe la polenta y se solidifique un poco.
Una vez la polenta ha reposado y ha tomado una consistencia más sólida, se debe proceder a desmontarla y a cortarla en tiras que tengan aproximadamente un dedo de grosor. Es importante tener en cuenta que las mismas no deben ser muy delgadas.
Una vez la polenta esté cortada en tiras, calentar un poco de aceite en una sartén, para dorar las tiras por cada lado a fuego medio alto, ya que de esta forma se logrará obtener una polenta crujiente por fuera y suave por dentro. Una vez se doren todos los lados de las tiras, se deben retirar y ya estarán listas para servirse con un poco de queso parmesano.
Es importante destacar que también se puede freír las tiras de polenta sumergidas completamente en aceite para obtener el mismo resultado.
Para que esta polenta frita os quede fantástica y se logre un sabor más intenso, hay algunas recomendaciones y consejos que os podemos dar. Por empezar, podéis reemplazar el agua por leche. Otro tip que os encantará, es el de pasar los palitos de polenta por polenta cruda antes de freírlas. Esto resultará en unas tiras fritas mucho más crujientes.
Si se prefiere hacer esta polenta frita sumergiendo completamente las tiras en aceite, es importante que ésta esté bien caliente, para de esta forma evitar que se deshaga la polenta. Para comprobarlo, simplemente se puede tirar un pedacito de polenta dentro del aceite, y si hace muchas burbujas, es porque está listo para freír.
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