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Como muchos de los cócteles más famosos, la historia del Moscow Mule, que apareció alrededor de 1941, tiene varias versiones: una cuenta que el cóctel fue un invento del distribuidor del vodka Smirnoff, John G. Martin, en Estados Unidos y el propietario del famoso pub Cock ‘n Bull de Los Ángeles, Jack Morgan, que había creado una cerveza de jengibre y buscaba darla a conocer en su bar. A ambos se les ocurrió mezclar la cerveza de jengibre con el vodka para crear este nuevo cóctel. Otra historia sugiere, en cambio, que fue Wes Price, el barman de ese mismo pub, el verdadero creador del cóctel. Si bien no podremos saber nunca cómo fue la verdadera historia, lo que sí se sabe con certeza es que esta bebida se volvió rápidamente popular por su sabor refrescante y su toque característico, que se agregó poco después: la taza de cobre. La historia cuenta que fue Sophie Berezinski, migrante rusa en Estados Unidos y cuyo padre era dueño de una fábrica de cobre, quien inventó la taza y la llevó a Estados Unidos con la esperanza de venderla. En un encuentro casual con Jack Morgan, el dueño del pub, la taza encontró su destino y hoy es marca distintiva de este cóctel. No te pierdas a continuación la receta para preparar en casa el clásico Moscow Mule.
Los días más cálidos están cada vez más cerca, así que os vamos a enseñar a preparar uno de los cócteles más refrescantes, el Moscow Mule. Para ello, lo primero que vamos a necesitar es, idealmente, una taza de cobre específica para Moscow Mule. Allí vamos a colocar el hielo para que la taza comience a enfriarse. Se puede utilizar más hielos de los que realmente luego van a quedar en la bebida, para retirar algunos una vez que el recipiente esté bien frío.
Luego, vamos a añadir la medida de vodka y el zumo de lima. Recomendamos siempre utilizar zumo de lima natural y recién exprimido, para que la frescura sea total, y el sabor lo menos artificial posible. También sugerimos utilizar un buen vodka, para que el resultado final también sea agradable.
Por último, vamos a añadir la cerveza de jengibre y con la ayuda de una cuchara para cóctel revolver suavemente para que las bebidas se integren. Como la cerveza de jengibre es algo un poco específico, puede que nos cueste un poco conseguirla. En ese caso, puede ser reemplazada, por ejemplo, con ginger ale o similar.
Una vez listo nuestro Moscow Mule, podemos decorar la taza con una rodaja de lima y también con unos trozos de hierbabuena, si es de nuestro gusto.
El Moscow Mule es un cóctel con alcohol muy refrescante, ideal para beber los días de verano, que tiene un toque picante que lo distingue sobre el resto. Como mencionamos, siempre es recomendable utilizar productos de calidad para que el sabor final sea placentero y fresco. Animaos y no dejéis pasar más tiempo, aunque aún falten algunos meses para el verano, siempre hay una buena excusa para degustar un Moscow Mule.
Sopa de cebolla
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