La sandía, ¿es fruta o verdura? Seguramente creéis que la sandía es una fruta, y es normal pensar eso, ya que automáticamente, en muchos casos, catalogamos a aquellos alimentos cosechados que son más dulces como fruta y no como verdura. Este es el caso de la sandía, que en realidad es una verdura que se cultiva por su fruto, y vale la pena aclarar, que no es lo mismo fruto que fruta. Otra razón más simple que se puede ofrecer sobre por qué es una verdura, es que simplemente no procede de un árbol.
La sandía es una verdura de temporada del mes de julio, por lo que ya podéis ir yendo a los mercados y comprar algunas. Es una verdura que se asocia rápidamente al verano, quizás también porque, cuando se la consume bien fría, es uno de los alimentos más refrescantes y deliciosos. Además, por sus nutrientes y su alto contenido de agua, es perfecta para consumir en los días más cálidos.
El origen de la sandía
La sandía tiene su origen en el continente africano. Algunas versiones estiman que proviene especialmente del desierto de Kalahari, donde aún hoy en día crece de forma silvestre. Pero también existen evidencias arqueológicas de que se cultivaba en Egipto en el año 3.000 a.C., donde se expandió en los márgenes del río Nilo. Prueba de ello, se puede apreciar en los jeroglíficos de los templos egipcios y papiros. Sin embargo, un reciente estudio sugiere que el origen de esta fruta verde que se ve en dichos dibujos y pinturas puede corresponder al melón de Kordofán (Sudán), cuya genética está muy relacionada a la sandía actual. Este hallazgo significaría que su origen correspondería al este de África.
Propiedades y beneficios de la sandía
Además de deliciosa, dulce y refrescante en verano, la sandía es un alimento muy saludable por ser un antioxidante natural, hidratante y que puede ayudar a prevenir el cáncer. Por empezar, el 92% de su composición es agua (casi tanta agua como el pepino, que tiene el 95%). Contiene importantes electrolitos y puede comerse en cualquier momento, por eso, puede ser un “snack” ideal para tomar a cualquier hora del día.
La sandía también es rica en vitamina C, que como sabemos, protege y fortalece nuestro sistema inmunológico. Su consumo nos ayudará a combatir gripes y resfriados, que son muy usuales en época de cambio de temporada. Esta verdura contiene una buena cantidad de licopeno y es rica en potasio, ambos son especialmente importantes para nuestra salud ósea, ya que retienen el calcio en nuestro cuerpo, dando como resultado huesos y articulaciones más saludables.
Estudios han concluido que consumir sandía en grandes cantidades conlleva a un funcionamiento cardiovascular óptimo, ya que incrementa el flujo sanguíneo a través de la vasodilatación, ayudando también a combatir la hipertensión. Es por ello que la sandía es un alimento que se recomienda consumir a aquellos adultos obesos, pues a su vez, contiene citrulina, que ayuda a prevenir la acumulación excesiva de grasa en nuestras células.
La sandía mejora también la salud de los ojos. Es que es una gran fuente de beta-caroteno, lo que ayuda a nuestro cuerpo a producir los pigmentos en la retina del ojo y nos protege de la degeneración macular. Por otro lado, la sandía tiene propiedades diuréticas, y por eso se la considera un adelgazante natural, ya que ayuda a aumentar el flujo de orina y protege nuestros riñones.
Como hemos dicho anteriormente, el consumo de esta deliciosa y saludable verdura ayuda a combatir la formación de radicales libres asociados al desarrollo del cáncer, especialmente por su contenido de licopeno, que como muchos estudios han confirmado, su consumo es positivo para prevenir el cáncer de próstata.
Variedades y tipos de sandía
Crimson sweet
Esta variedad es de color verde oscuro, y es una sandía de gran tamaño y peso. Puede llegar a pesar hasta 15 kilos. Quizás sea la sandía que más comúnmente se encuentra en las góndolas, y esto tiene que ver porque gracias a sus características puede adaptarse con facilidad a cualquier tipo de clima o suelo. Es una de las más consumidas en España.
Reina India
Esta es una sandía rayada, cuya piel es de color más oscuro. Su carne es roja, y más bien tensa, su sabor es muy dulce, y contiene pocas semillas. Es una de las sandías más valoradas en el mercado y se caracteriza por conservarse en perfectas condiciones durante mucho tiempo, algo fundamental cuando a importación se refiere.
Reina Negra
La Reina Negra es una variedad de sandía que también se caracteriza por su piel oscura, y directamente no tiene semillas. Se trata del tipo de sandía negra de mayor tamaño que existe, y puede alcanzar hasta los 9 kg de peso. Es una sandía que se caracteriza por ser dulce y se adapta fácilmente tanto a invernaderos como al aire libre.
Sandia Melón
La Sandía Melón es una de las variedades más populares en el territorio europeo, y tiene características y propiedades diferentes a las sandías de pulpa roja. Esta variedad es el resultado de la polinización natural de la calabaza y la sandía común. Su pulpa es de amarillo intenso y su sabor muy dulce.
Sugar Baby
Esta sandía es de origen estadounidense y su nombre tiene que ver con su intenso dulzor, ya que es una de las sandías más dulces que existen. Su interior es rosa y su exterior es de color verde oscuro y liso.
Una receta sencilla: Limonada de sandía y menta
El verano ya está aquí, y para evitar refrescarte sólo con bebidas que contienen alcohol, os traemos aquí una deliciosa receta, preparada en base a esta dulce verdura de temporada que debéis aprovechar. No dejéis de probar esta increíble limonada de sandía y menta.
Cómo conservar la sandía
Hasta aquí os hemos contado un poco acerca del origen de esta dulce verdura, sus propiedades, beneficios y hasta una deliciosa receta. Ahora ha llegado el momento de contaros algo muy importante, que es cómo conservarla. Sabemos que muchas veces compramos sandías grandes y nos pueden durar varios días. Por eso, lo mejor que se puede hacer es cubrirla con un papel film bien sellado. En caso de no tener papel film, el papel aluminio también es una buena opción. Y, por supuesto, debe conservarse en la nevera, para mantenerse fresca y conservar sus propriedades.