Hay coles de cientos de variedades y colores. Se trata de una verdura de hoja muy saludable, un vegetal versátil que se puede comer crudo o cocinado. Cada tipo de col tiene sus propias características y sabor. Por ejemplo, algunas variedades de col tienen hojas lisas, mientras que otras están arrugadas. La col china tiene un sabor delicado, mientras que las normales tienen una textura crujiente y sabor picante. La parte blanca del tallo se suele eliminar cuando se prepara la col para comerla cruda, al vapor o guisada, ya que tiene un sabor desagradable y puede resultar difícil de comer.
Te contamos más sobre los distintos tipos y variedades de col y cómo utilizarlas.
Col verde
La col verde es la variedad más común. Las hojas de su gran cabeza son gruesas y apretadas. Las hojas exteriores suelen ser de color verde medio o claro, y se van desvaneciendo hasta convertirse en verde pálido o blanco a medida que se acercan al centro. La col verde suele comerse cruda en ensaladas y como ingrediente principal en recetas de ensalada de col, pero la mayoría de las coles verdes se pueden cortar, cocinar al vapor, saltear o estofar. La col verde puede tener un sabor ligeramente picante si se come cruda, pero sabe más dulce y menos picante cuando se cocina. La col verde es la reina de las ensaladas y soporta aderezos pesados, cremosos o picantes. También se puede consumir fermentándola para hacer chucrut.
Col lombarda
La lombarda se parece a la col verde, pero es roja: concretamente, de color magenta. La cabeza de la lombarda suele ser más pequeña que la de la col verde, pero las hojas también tienen un aspecto húmedo y apretado. La lombarda sabe deliciosa cortada en rodajas finas en platos como la ensalada de col o cocida. La lombarda también se puede encurtir para servirla de guarnición en muchos platos. Al cocinarla adquiere un extraño color azul, efecto que se puede mitigar añadiendo vinagre o zumo de limón al cocerla. Esta col es una de las más saludables por su contenido en antocianinas, que son beneficiosas para el sistema cardiovascular.
Col china
La col china también se conoce como col de Napa. La col china no se parece a las coles con cabeza: tiene forma oblonga y hojas largas, de color verde pálido y amarillo, que crecen sobre unos tallos blancos gruesos y crujientes. Tiene un sabor muy delicado y un refrescante gusto a pimienta, perfecto para ensaladas o salteados. Ni siquiera la parte blanca del tallo tiene un sabor amargo, es fácil de cortar y se puede disfrutar cruda en una ensalada. En la cocina asiática, la col china se suele cocinar en sopas, salteados o guisos. También se puede fermentar para hacer kimchi.
Col de Saboya
La col de Saboya se denomina también col rizada. Son tal vez las más bonitas de todas las coles, con sus hojas onduladas. Sus hojas están más sueltas y menos apretadas que las de la col verde o roja, lo que da lugar a una cabeza pequeña y encantadora. Muchas personas prefieren la col de Saboya a la normal porque su sabor es más suave y sus hojas más tiernas. Es perfecta para comerla cruda y cortada en rodajas finas en ensaladas, salteados o estofada con mantequilla. La col rizada funciona muy bien como envoltorio fresco y crujiente: puede sustituir al papel de arroz o a las tortillas. La col rizada es una magnífica fuente de vitaminas, minerales y fibra.
Col negra
La col negra es una col italiana, también llamada col toscana, col rizada toscana o cavolo nero. A veces recibe el divertido nombre de col de los dinosaurios. La col negra italiana tiene un tallo central grueso y hojas largas, en forma de lanza, con superficies arrugadas y burbujeantes. Para prepararla basta con retirar el tallo central y desmenuzar las hojas; como el núcleo puede ser bastante duro, es mejor no comerlo. La col negra es increíblemente versátil y se puede hervir, saltear, cocinar al vapor, mezclarla con un aliño o consumirse cruda. Cortadas en rodajas o en trozos, las hojas gruesas pueden sustituir a la lechuga romana en la ensalada César, incorporarlas a guisos, añadirse a platos de pasta, sopas o estofados o simplemente saltearlas con aceite y ajo. Es un ingrediente esencial en el plato regional ribollita y combina bien con las alubias y el cerdo. Las hojas jóvenes y tiernas se utilizan crudas en ensaladas verdes o de cereales. La col negra italiana tiene un sutil sabor a pimienta con un toque ácido que termina con una nota dulce.
La col negra italiana está repleta de nutrientes, vitaminas, manganeso, calcio, hierro, folatos y fibra dietética. También contiene fitonutrientes y flavonoides, que aportan beneficiosas propiedades antioxidantes.
Kale (col rizada)
La col rizada es una de las coles más saludables. A diferencia de otros tipos de col, la col rizada no forma una cabeza, sino que sus hojas arrugadas de color verde oscuro crecen a partir de un tallo central. Las hojas crudas de la col rizada pueden ser duras y poco apetecibles, por lo que es mejor escaldarlas rápidamente para que se ablanden. Al igual que ocurre con el repollo, hay muchas variedades de col rizada: col de hoja irregular, col de hoja lisa y col de hoja y lanza. La col rizada también se presenta en varios colores, como el verde oscuro, el morado y el verde azulado. Los beneficios para la salud de la col rizada la convierten en un superalimento: sólo una taza de col rizada picada contiene la cantidad diaria de vitaminas A, C y K. La mejor manera para gustarla es en forma de chips de kale.
Pak choi
El pak choi (también llamado bok choy) tiene hojas finas y tiernas de color verde oscuro que nacen de un tallo blanco y crujiente. Su sabor es suave pero inconfundible, parecido al de la col. La forma más común de preparar el pak choi es salteado, pero estofado también resalta su sabor dulce. Los brotes de pak choi se pueden cocinar enteros, pero la versión "adulta" suele estar en su mejor momento cuando se separan las hojas y se cocinan sueltas. El pak choi es una excelente fuente de minerales y vitaminas. Las hojas contienen gran cantidad de vitamina A, C y K y algo de vitamina B6.
Col holandesa
La col holandesa (también llamada col blanca) es una col verde con hojas de color pálido y muy apretadas. La luz del sol suele hacer que las hojas exteriores sean de color verde pálido y que las interiores sean blancas. Otra razón por la que algunas coles son de color blanco es que se almacenan durante el invierno: mantener las coles en ambientes oscuros y frescos hace que la clorofila se descomponga y las hojas pierdan su color verde pálido.
Col “Rey de Enero”
La col rey de enero destaca entre otras coles de cabeza por su atractivo color verde y morado. Las hojas de la base son de color verde y se vuelven morado oscuro o rojo en la parte superior. La textura de las hojas es parecida a la col de Saboya, pero tienen forma de col blanca. Prepara este delicioso tipo de col como si fuera una col de Saboya; puedes utilizarla en lugar de la col de Saboya para alegrar tus platos. Otro consejo para cocinar la col rey de enero es asar las hojas en rodajas o ralladas con mantequilla.
Coles de Bruselas
Las coles de Bruselas son de la familia de la col rizada, la coliflor y las hojas de mostaza. Estas verduras crucíferas parecen coles en miniatura y suelen cortarse y cocinarse para preparar nutritivas guarniciones. Si las encuentras con tallo se conservan varias semanas en el frigorífico. Corta los extremos, quítales las hojas verdes oscuras y podrás preparar estas bellezas asadas, al vapor o con beicon. Tienen pocas calorías, pero muchos nutrientes, como fibra, vitamina K y vitamina C.