San Francisco cuenta con el primer restaurante de alta cocina para perros, donde algunos perritos afortunados podrán disfrutar de un menú degustación por 75 dólares.
En un momento en que el sector de la restauración se enfrenta a retos sin precedentes, un nuevo tipo de restaurante se abre paso en Estados Unidos. El sector de la hostelería de San Francisco es famoso por el precio de los alquileres y los gastos generales, así como por el aumento de los costes y la crisis de personal. Sin embargo, se rumorea que los perros superan en número a los niños en la ciudad, lo que puede explicar la existencia de un restaurante como Dogue.
El menú de Dogue ofrece deliciosos y nutritivos platos para las afortunadas mascotas, como un pastel en forma de rosa relleno de corazón de venado salvaje, una sopa de pollo y champiñones que se prepara en la mesa, gofres de piel de pollo y "dogguccinos".
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El restaurante es obra de Rahmi Massarweh, un chef profesional formado en la cocina clásica francesa, y su esposa Alejandra. Con cuatro perros propios, el interés del chef pasó de alimentar a humanos a alimentar a perros y a desarrollar una cocina canina de alto nivel a partir de carne criada con pasto y verduras orgánicas de temporada.
El restaurante también ofrece "planes de comida a medida" para perros adaptados a sus necesidades individuales, como las alergias. Existe la "Pawtisserie", con una selección de pasteles artesanales caseros con recetas diseñadas exclusivamente para perros, y el "Bone Appétit café", donde los perros pueden disfrutar de un amplio menú de degustación los domingos.
En Dogue no se sirve comida para humanos, ya que allí los perros son los únicos protagonistas.