¿Cuántos tipos de calabacines hay? Es difícil de decir, ya que es una de las hortalizas más comunes de la familia de las calabazas. Todas las variedades de calabacín tienen una característica común: son hortalizas de sabor delicado que no requieren una cocción larga. Los tipos más comunes de calabacín también son ideales para comerlos crudos y recuerda no pelarlos, ya que en la piel se encuentran las vitaminas y nutrientes. Todos los tipos de calabacines admiten los mismos métodos de cocción: al vapor, fritos, a la plancha, rellenos, a la sartén, en puré, rebozados, empanados, e incluso a la parmesana. Aquí tienes fotografías de diez tipos de calabacines para que los conozcas y seas capaz de identificarlos y puedes probar distintas recetas con calabacín aquí.
Calabacín verde
Son los más comunes, se pueden encontrar en el supermercado todo el año y no tienen mucho sabor. Ricos en agua, los calabacines verdes dan lo mejor de su sabor en los meses de verano, cuando están en temporada. Su tamaño puede variar ligeramente, pero su exterior es liso y de color verde oscuro brillante.
Calabacín blanco
Perfectos para preparar sopas y recetas cremosas, los calabacines de color claro tienen un sabor extremadamente ligero y dulce. También combinan perfectamente con el pescado, sobre todo crudo, gracias a su delicado sabor. El calabacín de Faenza es uno de los mejores de esta clase.
Calabacín redondo
Su color va del verde oscuro al verde claro. Su sabor es dulce y delicado y son ideales para servirlos rellenos y horneados.
Calabacín largo florentino
Similar a la romanesca, este calabacín también tiene rayas y una piel irregular. Son calabacines finos y alargados con un sabor más intenso que los verdes. Fritos están deliciosos y son perfectos para condimentar platos de pasta.
Calabacín trompeta
Es una de las delicias gastronómicas de Albenga, en Liguria. Se trata de un calabacín con una forma peculiar parecido a una trompeta. Son calabacines de primavera, de color pálido, que se estropean rápidamente. Su sabor, aunque delicado, es realmente único.
Calabacín amarillo
Aunque son bonitos, los calabacines amarillos no tienen mucho sabor. Son dulces y delicados, perfectos para preparar sopas de un brillante color dorado.
Calabacín siciliano
Técnicamente no es un calabacín, sino una calabaza. Verde, largo y grande, el calabacín siciliano tiene un exterior extremadamente liso, de color claro, cubierto de unos pelillos casi imperceptible. Delicioso en guisos con tomates y orégano.
Calabacín blanco de Trieste
El calabacín blanco de Trieste es particularmente pálido. Su delicado sabor lo hace ideal para comerlo crudo en forma de carpaccio o ensalada.
Calabacín Pâtisson
De inequívoco origen francés, este calabacín tiene una forma que, en teoría, se parece a un pastel. De aspecto singular, este calabacín puede ser amarillo, verde o verde oscuro. Está bueno cocinado al vapor y delicioso si se sirve relleno y al horno.
Calabacín Crookneck
Se trata de un calabacín de aspecto peculiar y abultado. De origen anglosajón, su sabor es especialmente dulce y delicado.