En primer lugar, hay que pelar las gambas. No descartéis las cáscaras y las cabezas, ya que pueden ser útiles para preparar caldos necesarios para otras recetas. Continuar pelando también los ajos y cortándolos en finas láminas.
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Gambas al ajillo
Las gambas al ajillo es uno de los platos más característicos de la gastronomía española. Aunque es originario de Madrid, es una comida que se consume en muchas regiones de España, pero principalmente en el centro y sur del país. En aquellos tiempos criollos, donde el ajo era uno de los ingredientes más utilizados para cocinar, fue cuando surgió esta receta. Las gambas aún no estaban muy instaladas como alimento, pero fue a partir de este plato que comenzaron a utilizarse en diferentes comidas españolas. El aceite de oliva es otro de los elementos clave en las gambas al ajillo, las cuales seguramente son muy fáciles de preparar. Hay quienes agregan además un poco de vino blanco durante la preparación, u optan por sumar algunas guindillas. No tiene mucha más ciencia, y es por eso también que las gambas al ajillo es una de las recetas más pedidas en todos los sitios de Madrid.
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Cómo hacer gambas al ajillo
Preparar gambas al ajillo es realmente muy fácil, y además muy rápido. Aquí os vamos a contar el paso a paso para una de las recetas más populares de España. Es muy importante conseguir gambas frescas, así como cocinar el ajo con mucho cuidado. Se recomienda también servirlas calientes, en un plato o cazuela de barro.
Step 01
Step 02
Luego, lavar bien las guindillas y cortarlas en aros. Si preferías que las gambas no queden tan picantes, se pueden retirar las pepitas de las guindillas.
Step 03
Llevar una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva, y cuando esté caliente, añadir la guindilla y las láminas de ajo, y cuando éstas estén apenas doradas, agregar las gambas. Este momento de la cocción es muy importante, porque si los ajos se queman se pondrán amargos, y esto afectará el sabor de todo el plato.
Step 04
Cocinar las gambas por unos minutos, y cuando cambien de color será la señal de que están listas. Condimentar también con un poco de sal y pimienta, y servir las gambas al ajillo en una cazuela o plato de barro. Como toque final, se pueden espolvorear con un poco de perejil fresco.
Sugerencias, trucos y consejos
Como ya hemos mencionado, una de las principales recomendaciones para preparar unas buenas gambas al ajillo es conseguir materia prima de buena calidad y fresca, principalmente las gambas. Pero también un buen aceite de oliva marcará sin dudas la diferencia.
Otro de los trucos a la hora de cocinar este plato, es cuidar mucho la cocción de los ajos, evitando que se quemen pero que logren un buen dorado al mismo tiempo. Esto es clave para que el amargor de los ajos quemados no contamine el sabor de las gambas.
Un secreto para realzar esta preparación es añadir durante la cocción apenas un poco de vino blanco, o incluso vino de jerez. Otro pequeño truco es cortar las guindillas en pequeñas rodajas, y no en trozos grandes, de manera tal que se incorporen más a la preparación, y de esta manera le den un toque picante a todo el plato. En cambio, si preferís que las gambas no queden tan picantes, podéis reemplazar las guindillas con pimienta cayena, o simplemente condimentar con pimienta.
Como ya dijimos también, la recomendación es siempre cocinar gambas crudas. Si durante el proceso de pelarlas tenéis dificultades para retirar el hilo negro, podéis recurrir a la ayuda de unas pinzas. Para mejorar la presentación de las gambas, se pueden cortar de manera longitudinal antes de cocinarlas.
Otra posibilidad es utilizar gambas congeladas. Para ello, es importante descongelarlas antes de llevarlas al fuego, por lo menos un día antes. De lo contrario, pueden desprender mucho líquido durante la cocción.
Acompañamientos para las gambas en ajillo
Para no opacar el delicado sabor de este plato, los acompañamientos con los que sirva no deberán tener sabores demasiado fuertes. Entre las mejores combinaciones se encuentran las ensaladas verdes y el pan. Por ejemplo, una bruschetta con gambas al ajillo puede ser una excelente opción de aperitivo. También puedes combinar este delicioso plato con guarniciones “neutras”, como el cuscús, el arroz o las patatas.
Cómo conservar las gambas al ajillo
Debido a que contiene mariscos frescos, lo recomendable es comer este plato en el momento. Si se desea conservar, es preciso almacenarlo en la nevera y, de todos modos, no más de tres días.
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