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La celebración de las Fallas en el día de San José, a lo largo de toda la Comunidad Valenciana, es sinónimo de fiesta y alegría, y también de buñuelos de calabaza. Este exquisito bocado, tierno y esponjoso por dentro, crujiente y dorado por fuera, es típico de esta época del año, y están preparados de tal manera que no podrás comer solo uno. Los buñuelos de calabaza son ideales para acompañar un chocolate caliente o un buen café. Son muy simples de preparar y, tal como su nombre lo indica, la calabaza es el ingrediente principal. En esta ocasión, os enseñaremos a preparar los buñuelos tradicionales fritos, aunque también es posible cocinarlos al horno, si os apetece.
Cocinar la calabaza y escurrirla en un colador grande durante aproximadamente unos 30 minutos. Cuando esté fría, machacar con un tenedor. Podéis también recurrir a un procesador de alimentos para machacar la calabaza y para mezclar e integrar el resto de los ingredientes.
Agregar a la calabaza pisada, la taza de azúcar, en primer lugar, y luego añadir también la harina de trigo. Mezclar e integrar.
Luego, añadir los huevos, la canela, la vainilla y un poco de sal a gusto. Continuar mezclando, hasta integrar bien todos los ingredientes.
Con la ayuda de una cucharita, echar pequeñas cantidades de la mezcla en una sartén con el aceite bien caliente. El tamaño de la cucharada será el que defina el tamaño de nuestros buñuelos. La temperatura ideal del aceite tiene que ser entre media y baja. Si bien tiene que estar caliente para conseguir una cocción pareja, si la temperatura es muy elevada, los buñuelos se cocinarán rápidamente, pero sólo por fuera.
Cocinar los buñuelos de ambos lados, y cuando estén listos, retirarlos y colocarlos sobre papel de cocina, para que escurran el aceite sobrante.
Espolvorear los buñuelos de calabaza con azúcar de confección o azúcar morena, y dejar reposar hasta que tomen temperatura ambiente y estén listos para comer.
Si bien la receta tradicional de buñuelos de calabaza que aquí os proponemos resulta sencilla, y seguramente os queden unos buñuelos deliciosos, es importante decir que el puré de calabaza puede cambiar el espesor de la masa, pues esto depende de la cantidad de líquido que haya retenido. Por eso, si os resulta complicado formar los buñuelos, podéis utilizar una manga pastelera. Sólo se necesitará hacer un pequeño agujero de unos 2 centímetros y dejar caer la masa en el aceite, dándole la forma de rosquilla. Y para evitar que la masa siga saliendo de la manga, podéis recurrir a la ayuda de un cuchillo previamente engrasado.
Los buñuelos de calabaza también pueden prepararse sin el agujero en el medio. Para esto es necesario que utilices 2 cucharas: con una se coge un poco de la mezcla y con la otra se empuja dentro del aceite. Ambas cucharas se tienen que sumergir en el aceite previamente para que la mezcla se despegue con facilidad.
Otro aspecto fundamental es que se controle bien la temperatura del aceite, ya que se debe lograr una buena cocción de los buñuelos por dentro pero que no se quemen por fuera. Por eso, debe estar muy caliente, pero no humeante. La temperatura del aceite no debe superar los 100 grados, pero si esto ocurre, simplemente podéis retirar la sartén del fuego por unos minutos hasta que su temperatura baje un poco.
Para conseguir un dorado homogéneo en todo el buñuelo de calabaza, se debe dar la vuelta rápidamente, de manera tal que se cocine parejo de ambos lados. Un buen consejo para que los buñuelos queden bien crocantes, es escurrirlos en un plato o fuente cubiertos con papel de cocina cuando se retiran del fuego. De esta forma, se absorberá el aceite sobrante y los buñuelos no quedarán tan pesados.
Si habéis cocinado de más y os han sobrado buñuelos, podéis congelarlos en bolsas o tarteras. Simplemente los tienes que descongelar al momento que los desees consumir.
Daiquiri
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