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Los mejores restaurantes italianos de Barcelona

Carbonara de Algrano Bistro

Foto courtesy Algrano Bistro

Los mejores restaurantes italianos de Barcelona

Descubre los mejores restaurantes italianos en Barcelona, ​​donde podrás disfrutar de la auténtica cocina italiana. ¡Buon appetito!
12 Enero, 2024

No solo se debe hablar de pizzas cuando se habla de Italia. Nos adentramos en los fogones de los restaurantes italianos donde conquistar el paladar con un antipasti, un cremoso risotto, un buen plato de pasta o unos exquisitos postres. Renunciar a este placer nos va a costar mucho trabajo.

Y tras este apetitoso recorrido por las mejores cocinas italianas en Barcelona, te proponemos brindar. Tú eliges, un Moscato d’Asti, elaborado en la provincia de Asti, al noroeste de Italia, o un clásico de las mesas que no podíamos dejar de citar, el limoncello, un licor de limón típico de la región de Campania.

Xemei

Los gemelos, xemei en dialecto veneciano, Stefano y Max Colombo son los artífices de esta ostería con raíces venecianas con sede en el Poble Sec, próxima al Teatro Grec. No dudes en empezar con el surtido de pescado venexiano (baccala mantecato, sardins en saor, boquerones marinados y confit de caballa) y seguir el paseo por la ciudad de los canales con los spaghetti chitarra con tomate o los pappardella con ragù di ossobuco. Deja sitio para el postre, son caseros.

Bacaro

Ubicado detrás del Mercado de la Boquería, Bacaro es una pequeña taberna veneciana con sede en Barcelona. Entre sus entrantes, las mollejas de ternera a la brasa con pimientos del Padrón y berros; la crema de algas con mejillones; y una selección de cinco pastas como los passatelli con setas de temporada o los tagliolino cacio e pepe con tartar de pescado. Si te gusta la casquería, no dudes en probar la lengua de ternera ahumada con anguila o el hígado de ternera alla veneciana, una receta que combina el intenso sabor del hígado con el dulzor de las cebollas. 

Le Cucine Mandarosso

En el Barrio de la Ribera de Barcelona, Le Cucine Mandarosso transporta al comensal a la ciudad de Avellino, a unos 40 kilómetros de Nápoles. Su artífice es Pietro Leonetti, quién mantiene vivas las recetas que aprendió de su abuela Sofía. No dudes en probar la lasagna Madarosso, uno de sus clásicos inamovibles de la carta; el vitello rosa con salsa tonnata; o la cocatelli zucca e funghi. Un apunte más: a pocos metros puedes encontrar su pequeño colmado italiano, se llama Emporio y suma más de 1.000 productos de Italia.

Algrano Bistro

Algrano Bistro

Situado en el barrio de Sant Antoni, Algrano es una de las mecas de la pasta fresca. Gabriele Milani, quién está al frente de la cocina y que ha pasado por grandes cocinas como Abac, en manos de Jordi Cruz, en Barcelona, propone una experiencia gastronómica típica italiana con materias primas de alta calidad y un toque original que diferencia a las propuestas más clásicas. Entre sus platos se encuentran hasta ocho tipos de pasta. El pappardelle cinghiale con guiso de jabalí al vino tinto y queso Pecorino y el maccheroni tartufo gratinado con bechamel de setas, queso Fontina y trufa, son dos imprescindibles.

Murivecchi

El barrio del Born acoge Murivecchi, un restaurante abierto desde el 2004 por el napolitano Ciro Esposito, quien cocina a fuego lento los mejores y auténticos sabores del sur de Italia. La pasta procede de Gragnano, considerada la mejor del mundo debido a que se sitúa en el Golfo de Nápoles, lugar donde se dan las mejores condiciones para su secado. Más allá de las pastas, las pizzas de masa casera fermentan durante 72 horas y se hornean durante solo 90 segundos en el horno de leña a 480 grados. Imprescindibles los pappardelle alla genovese al horno con costra de masa de pizza o la pizza porchetta con queso scamorza ahumado, porchetta de Ariccia (cochinillo guisado a baja temperatura) y mixto de setas.

Bar Lombo

Este rincón culinario destaca por una cocina de calidad y sin artificios, donde el producto es la estrella indiscutible. Su carta tradicional se adapta al mercado con la huella personal de Andrea Ortu, bajo la batuta de Eugeni de Diego, y la bodega ofrece una cuidada selección de vinos italianos, franceses y españoles, tanto clásicos como naturales. La esencia de Italia se fusiona con el local en una propuesta sencilla y deliciosa con platos como el lombo a la milanesa o de gallo frito, o el trofie al pesto, un tipo de pasta procedente de Génova y caracterizada por su forma rizada.

L’italiano Perso

Los dueños de Mantequerías Pirenaicas, visita imprescindible si se quiere probar una de las más ricas tortillas de Barcelona, buscaban una buena carbonara y la encontraron. Por ese motivo fundaron L’italiano Perso, una trattoria donde es imprescindible reservar. La carta posee pocos platos pero es casi imposible decidirse por alguno de ellos. Desde la provola fondente al peperoncino pasando por la lasagna a la boloñesa o el raviolo ai funghi porcini.

Giorgio Ristorante

La restauradora de origen armenio Marianna Knyazyan está al frente de este restaurante con una larga trayectoria ligada a la cocina italiana. Actualmente ofrece una gran variedad de platos, donde predominan los productos de proximidad, destacando el tortelli verdi relleno de gorgonzola y nueces al burro y salvia; el risotto alla parmigiana con magret de pato salvaje y reducción de oporto; o las pizzas al horno de leña.

Punta

Punta

Ivan Musto, un napolitano con más de 15 años de experiencia en el sector de productos italianos, cumplió su sueño en 2021 al abrir Punta, un restaurante que rinde homenaje a su abuela y a la cocina clásica italiana. El lugar refleja la esencia clásica y divertida de Nápoles, combinando lo sagrado y lo profano, capturando la autenticidad de la ciudad. Musto elabora las pizzas con un blend especial de harina tipo 0 e integral molida a la piedra y una fermentación de 48 horas. Se suman pastas mar y montaña o el clásico vitello tonnato.

Raffaelli

Raffaelli, una familia procedente de la Toscana, encuentra en Barcelona su hogar y pasión por la gastronomía italiana. Sandro Raffaelli, con experiencia restauradora en Italia, decide quedarse tras enamorarse de la ciudad. Con sus hijas, Greta y Gioia, la tercera generación, dan vida a este restaurante ubicado en Gràcia. Para empezar, la pizzetta frita marinera con anchoas y alcaparras o la trufada con láminas de patatas. La pasta es casera y se elabora a diario. Ravioli, linguine, pappardelle, spaghetti o Tordelli Lucchesi, un plato popular de la toscana y, en este caso, con ragú de ternera.