15 restaurantes de moda en Madrid

Posee una estrella Michelin y es uno de los restaurantes recomendados por muchos cocineros. El chef Hugo Muñoz, al frente de Ugo Chan, defiende una cocina japonesa en la que se rige por “la temporada, el mar, el sol y el humor de los proveedores”. La carta se divide en bocados fríos, calientes, un apartado especial al arroz con una cuidada selección de nigiris y temakis, y el fin, como ellos llaman a los principales, con un lenguado con meunière de yuzu o unas albóndigas à la minute de vaca y sepia.

De la mano de Felipe Turell y Javier Antequera, creadores de Mo de Movimiento, surge Espacio Tramo, un local que fusiona arquitectura, diseño, gastronomía y responsabilidad social. Al igual que en su predecesor, este proyecto destaca la importancia de los pequeños productores y la recuperación de oficios tradicionales, desde la ganadería de pasto hasta la artesanía de platos con materiales reciclados. A resaltar sus platos con productos vegetales y ecológicos.

El restaurante Voraz, parte del grupo Do EAT, se presenta con una propuesta gastronómica que destaca por su cocina de mercado sencilla, rica y veraz. En este espacio, todo se puede compartir o disfrutar de manera individual, según los gustos de los comensales. La carta mediterránea ofrece platos emblemáticos como la ensaladilla, torreznos, steak tartar, croqueta de jamón ibérico, berenjenas, arroz meloso y paella, destacando especialmente el icónico carabinero con patatas y huevo.

Su nombre hace referencia a los 33 comensales que se sentaron a la mesa de La Última Cena. Los 33, uno de los espacio de moda en Madrid, donde la brasa es el elemento en torno al cual gira la cocina de este local con esencia uruguaya. Las piparras a la brasa; las croquetas criollas de vaca madurada; las chuletitas de vaca Angus; el bikini a la parrilla, uno de los platos más representativos a base de pan de molde tostado con prosciutto y queso havarti; o una jugosa entraña de wagyu, son algunos de los platos a la brasa.

ABYA y Aurelio Morales, antes al frente de Cebo Madrid, han dado forma a una carta versátil, adaptada a todos los paladares y momentos del día. Este proyecto culinario, libre de restricciones, establece un puente entre el mundo y Latinoamérica, presentando a los comensales creaciones que fusionan lo más destacado de ambas culturas en una amplia y variada carta. Entre ellas, arroces, pastas caseras, pinchos al carbón de encinas, sushi de autor o crudos, ceviches, tiraditos y tartares.

El Club Financiero Génova ha abierto sus puertas a todo el público, antes solo estaba reservado para socios, con una propuesta gastronómica dirigida por la Familia La Ancha y Azotea Grupo. El chef Nino Redruello sugiere platos tradicionales con toques creativos, basados en la calidad de la materia prima de temporada. El espacio renovado ofrece vistas panorámicas de 360º del centro de Madrid, complementando la experiencia culinaria con un entorno excepcional.

Dani García regresa a la capital, tras abrir este concepto en Marbella (Málaga), con Tragabuches. Una apuesta protagonizada por el producto y los auténticos sabores andaluces. No faltan los clásicos de su cocina como la milhojas de foie y queso de cabra; el rabo de toro guisado y desmigado envuelto en ravioli; o los guisos como el arroz meloso de morcilla de Ronda y navajas. Un viaje a Andalucía sin salir de Madrid.

En el corazón del barrio de Salamanca se encuentra Varra. Posee dos conceptos diferenciados, en la primera planta Varra Fina, una taberna renovada donde se combina la tradición y la innovación rindiendo homenaje a la cocina castiza. Mientras que en la segunda planta, Varra es el concepto más personal de los chefs Joaquín Serrano y Jorge Velasco. La seta de castaño frita y glaseada, espuma de tocino ibérico y jugo de cocido es uno de los platos imprescindibles.

El cocinero Patxi Zumárraga y su socia Patricia Haramboure, quién da nombre al restaurante, firman este bistró de cocina de producto vascofrancesa con una cuidada selección de la materia prima y proveniente de pequeños productores. Imprescindible su tarta tatin de cebolla, emulsión de queso Idiazábal y un toque de lima; o el celerí glaseado como si de un magret de pato se tratase. Aquí se respira tradición. 

Al entrar, una gran barra lidera el Bar Trafalgar, un punto de encuentro para disfrutar de un picoteo o una cena entre amigos. Abierto durante todo el día. En carta cuenta con una propuesta de platos sencillos como el bikini de lacón y queso Comté; su hamburguesa La Fina; las bravas amilhojadas; o la clásica ensaladilla rusa, para comer en sus mesas bajas o en los sofás mientras brindas con un cóctel.

Junto a la ribera del Manzanares, lejos del circuito gastronómico madrileño, Osa es la apuesta de los chefs Jorge Muñoz y Sara Peral. “Nuestra cocina habla los idiomas del mercado”, argumentan, a la vez que ellos interpretan y lo vuelcan al mantel. Poseen dos menús de temporada, donde se dejan ver embutidos, caza, pescados y casquería, y una capacidad para 20 comensales. Un mestizaje de productos, cuidadas técnicas y sensibilidad majestuosa. 

Emplazado en el Mercado de Antón Martín, Lalópez, el proyecto personal del chef Sergio Mayor, es una parada irremplazable si pasas por este puesto. Sobre la mesa, arenque del Báltico marinado con aguacate y mango; callos como los de antes, guisados sin prisa; un reconfortante guiso de judiones y pulpo; o la raya en mantequilla negra. La carta de vinos, un viaje por los países más reseñados en el mundo de la enología. 

Hace ya más de 100 años de la apertura del pequeño local llamado La Estrecha. Fue el germen de la Familia La Ancha hoy con varios restaurantes en Madrid y Barcelona. Los hermanos Nino y Santi Redruello, la cuarta generación de esta familia de hosteleros, firman Fismuler, una cocina sin artificios, sencilla y auténtica donde impera el producto.

En el castizo barrio de La Latina, Aitor Sua, Lucas Fernández y Miguel Vallés están al frente de Trèsde, una cocina bajo un formato en el que el cliente puede elegir siguiendo la fórmula EPP, un entrante, un principal y un postre entre tres diferentes opciones en cada apartado. Una mirada joven a los productos del mercado con aire de bistró francés.

El Grupo Joël Robuchon, uno de los más importantes del mundo en restauración, posee en el Paseo de la Castellana, tres conceptos: L’Atelier, innovación y alta gastronomía con platos del legendario chef francés; L’Ambassade, que comprende cuatro espacios con una cocina abierta, tapas bar, tea lounge y una gran terraza; y Le Speakeasy, una coctelería de autor con música en directo.